La flamante Red Federal para el Diagnóstico Rápido de Enfermedades Infecciosas en Argentina (ReFeDeAr), que lideran Daiana Capdevila, Andrea Gamarnik y Marcelo Yanovsky, investigadores del CONICET en la Fundación Instituto Leloir, está desarrollando un test para detectar dengue, pero también para saber si una persona ya tuvo la enfermedad o no, información clave para prevenir los casos más graves. Además, implementa en Misiones un sistema de vigilancia de enfermedades transmitidas por mosquitos y, con científicos de Santiago del Estero, desarrolla herramientas de diagnóstico rápido para patologías parasitarias.
“Muchas enfermedades son producidas por virus que pueden tener diversas variantes e incluso causar diferentes síntomas, como el SARS-CoV-2, el de la influenza, la hepatitis o el dengue. Pero este último tiene una particularidad que lo hace especial: a diferencia de los patógenos detrás del COVID-19 y la gripe, si una persona estuvo expuesta a uno de los cuatro tipos en los que se puede presentar (DEN1, DEN2, DEN3 y DEN4) y luego contrae una segunda infección con otra de las variantes, se elevan sus chances de desarrollar una forma grave de la enfermedad. Por eso, conocer el estado de una población en relación con la infección por dengue (pasada o actual) es importante para prevenir hospitalizaciones y muertes”, revela la publicación de la Agencia CyTA-Leloir.
“Con ese objetivo en mente se creó la flamante Red Federal para el Diagnóstico Rápido de Enfermedades Infecciosas en Argentina (ReFeDeAr), que el año pasado ganó una convocatoria del entonces Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCyT). Entre otras cosas, la red busca desarrollar herramientas de diagnóstico rápido para patologías parasitarias y transmitidas por vectores como mosquitos o garrapatas, y establecer un sistema de vigilancia en Posadas y en el Parque Nacional Iguazú, Misiones. La idea es analizar muestras de personas, mosquitos y animales silvestres para ver si hay otros virus circulando, lo que permitirá tener información temprana sobre posibles nuevas amenazas para la salud”, destaca.
“Después de la experiencia con el desarrollo de los test serológicos COVIDAR para la determinación de los anticuerpos contra el virus que causó la pandemia, nos propusimos avanzar con métodos para poder establecer cuánta gente ya tuvo dengue y conocer la situación de la población argentina respecto a la enfermedad que el año pasado batió todos los récords en cuanto a casos y muertes”, señaló a la Agencia CyTA-Leloir Andrea Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y una de las coordinadoras de la ReFeDeAr.
“Estamos avanzando hacia la obtención de un kit que detecta anticuerpos en sangre para saber si una persona tuvo o no dengue. Y a la vez estamos generando las herramientas de un test rápido, tanto para determinar los anticuerpos como para detectar si hay o no una infección actual”, agregó.
Reconocida a nivel internacional por sus estudios sobre los mecanismos de replicación del virus del dengue, Gamarnik explicó que este proyecto es el puntapié inicial para un desafío más ambicioso. “Hay otros virus que se conocen mucho menos y que también causan muertes, pero como no hay un gran mercado no se desarrollaron test para diagnosticarlos. Son virus parecidos al dengue, que están biológicamente relacionados porque pertenecen al mismo grupo. Entonces, una vez que obtengamos el test para dengue luego podremos usar la misma plataforma para determinar Zika, fiebre amarilla y otros virus que causan distintas encefalitis”.
Falta de atención
El dengue es en la actualidad el virus transmitido por insectos más importante a nivel global y figura en la lista de las 20 enfermedades tropicales desatendidas elaborada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas 20 patologías son causadas por virus, parásitos o bacterias y afectan a más de mil millones de personas en todo el mundo. Con frecuencia están asociadas a la pobreza. Y aunque la mayoría son prevenibles y tratables, suelen ser ignoradas por las agencias de financiación.
Con 4,4 millones de casos, 2023 marcó un récord de dengue en la región de las Américas. En la Argentina, hasta mediados de diciembre se habían registrado 135.676 casos y 68 muertes, según datos del Ministerio de Salud de la Nación. “Si bien ahora existe una vacuna que es segura, lo cierto es que con eso solo no alcanza. Se necesita de un esfuerzo conjunto y más campañas de prevención”, enfatizó Gamarnik, quien concluyó: “Para nuestro país es fundamental contar con reactivos propios y desarrollar métodos de diagnóstico para enfermedades locales, porque si no muchas veces no hay forma de conocer qué está pasando o se depende de la importación de insumos, corriendo el riesgo de que empiezan a escasear cuando se producen brotes importantes, como bien pudimos comprobar durante la pandemia y en los últimos brotes de dengue”.
Agencia CyTA-Leloir