La fractura en el radicalismo se hizo evidente tras el voto de los legisladores Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat, Pablo Cervi y José Federico Tournier, quienes rompieron con la unidad partidaria al apoyar el veto presidencial que anulaba un incremento para jubilados. La Convención, liderada por Gastón Manes, sancionó a cuatro de ellos, mientras que Tournier quedó exento por no ser afiliado formal al partido.
Cornejo lamentó la decisión, afirmando que el partido está dividido en dos visiones: aquellos que apoyan las políticas de ajuste económico del gobierno, y el sector liderado por Lousteau y Manes, que sostiene una postura opositora más radical. En este contexto, el gobernador calificó las sanciones como una "decisión arbitraria" que perjudica al radicalismo y debilita su influencia en la política nacional.
“Es irracional para lo que está viviendo el país, para el lugar que debería tener el radicalismo en este nuevo momento. Hay dos posiciones bastante nítidas y explícitas”, explicó en diálogo con Radio Mitre y detalló: “Por un lado hay un conjunto de dirigentes que creemos que hay que apoyar al Gobierno en el saneamiento de la economía y hay que aceptar la voluntad popular de cambio; y por otro hay un sector que en tiene la conducción partidaria de Lousteau y Manes, y que tiene una posición pública totalmente distinta en la que creen que todo está mal hecho y que Milei está colapsando la economía”.
La UCR respaldó la sanción impuesta a los diputados y cuestionó al jefe del bloque: "Sospecho que estaba al tanto y casi de acuerdo, de lo contrario, no se entiende"
"Fue la medida correcta", aseguró Gastón Manes sobre la suspensión de los radicales que votaron a favor del veto de Milei a jubilaciones.
"No se trata de diferentes miradas, el bloque vota dividido desde el principio del gobierno de Milei. El tema es el cambio (de voto) de un proyecto que había presentado el radicalismo. Sospecho que De Loredo estaba al tanto de la situación y casi de acuerdo, sino no se comprende", remarcó.
