La hipótesis que adquiría mayor fuerza se orientaba a la posibilidad de que al momento de ingresar al domicilio, donde finalmente se denunció el robo, el sindicado pudo haber accedido a la tarjeta de crédito y tomar los datos necesarios para luego efectuar compras virtuales, que finalmente fueron desconocidas y denunciadas por la titular de la cuenta.
Por otra parte, se conocieron también algunos pormenores de la investigación vinculados a los elementos sustraídos del quincho de la vivienda siniestrada.
Según la nómina de elementos que finalmente fueron recuperados, del lugar se retiró un televisor de 55” pantalla curva, una cafetera eléctrica, un microondas, una pava eléctrica, un parlante, un cesto de mimbre, un canasto de baño, cubiertos varios, 1 batidor de leche, 5 botellas de whisky, una frapera de plástico, 5 toscanos y 1 habano, entre otros objetos retirados de la propiedad.
El suceso tomó estado público a principio de la semana pasada cuando una mujer de 58 años denunció un robo domiciliario en la Subcomisaría Abilene.
Un par de días después, se sumó a la primera acusación la denuncia de su hija, quien detectó compras virtuales en su tarjeta que ella desconoció haber efectuado.
La causa derivó en allanamientos, dentro y fuera del barrio privado. El procedimiento culminó con la identificación del hombre de 25 años que habría realizado las compras virtuales y con el recupero de la totalidad de los bienes sustraídos, que fueron abandonados dentro de un cañaveral, a pocos metros de la ruta provincial Nº 30, en el camino a La Aguada.
