Luego de un año que quedará en la historia por las complicaciones generadas con la pandemia del Covid-19, referentes de organizaciones sociales que realizan una incansable labor desde diferentes aristas analizan el impacto que tuvo este 2020 en sus proyectos colectivos.
Muchos coinciden en que ha sido una realidad que dejó al descubierto desigualdades preocupantes, que es necesario no descuidar hacia el futuro.
Desde la salud, el deporte y el trabajo social, entre otros espacios, los referentes evalúan lo vivido en el año, los pros y los contras de este 2020, en el que todo el mundo se detuvo.
Salud - Nydia Farhat (NADia)
Nuestro trabajo siempre estuvo enfocado en apoyar al Estado, en cuanto a la resolución de problemas de salud (diabetes en nuestro caso) y eso nos constituyó, como ONG, en un ámbito de intervención, preventivo y asistencial muy extenso.
A partir de la pandemia, debimos salir a responder por cuenta de un Estado que se vio desbordado. De ser apoyo pasamos a ser esencia. Debimos reinventarnos para lograr responder a la demanda de los pacientes, quienes se vieron afectados en la provisión de insumos y medicamentos (indistintamente si tuvieron o no obra social).
Nuestro banco de insumos y medicamentos (que era el más grande de las ONG del país) quedó vacío. También sostuvimos en otros aspectos: personas que se quedaron sin trabajo, y debimos buscar que se les garantizara a el acceso a recursos y el apoyo para cubrir sus necesidades, principalmente, de aquellos que se encontraron en situación de mayor vulnerabilidad o en un entorno específico de desventaja social.
Tuvimos que interactuar con otras ONG (más de lo habitual que nos caracteriza) y mediar con diferentes estamentos para acercar a la gente, además de la medicación, alimentos y el acceso a los planes de emergencia.
Deportes - Carlos Gariboglio (Rosario Fútbol Club)
A nivel club y social, creo que ha sido demasiado preocupante por muchas cosas. Primero, con los chicos, porque con el seguimiento que se les hace desde el equipo, observamos la problemática de haber perdido a muchos. Con la posibilidad de abrir los entrenamientos, recuperamos a varios chicos, aunque con algunos casos de obesidad, lo que influye notablemente en su psicología. Ahora, debemos trabajar más para recuperar a los adolescentes, que son los que más nos preocupan.
Para nosotros fue muy difícil en todos los aspectos, pero esperamos que pronto se pueda estabilizar todo, más en la cantidad de chicos y la calidad con la que trabajamos.
Acción Social - Lorena Toledo (Comedor “Ilusiones”)
Desde el comedor, podemos decir que el Covid ha dejado a la luz toda la desigualdad social que se vive en Río Cuarto, sobre todo con la precarización laboral. Mucha gente vive del día a día y, al no poder trabajar, no puede llevar el sustento a su casa.
En lo positivo, vimos una sociedad unida. Al comedor nos apoyaron todo el tiempo, tratando de ver cómo estar presentes: con apoyo escolar o con la entrega de insumos. A pesar de las desigualdades, todavía hay gente que quiere estar ayudando.
Trabajo territorial - Patricia García (Los Orillas)
El Covid nos modificó toda la metodología de trabajo, exponiendo casos de adultos mayores en situación de abandono, sin redes de contención, los geriátricos no hacían ingresos y debimos arreglarnos para la hogarización de estas personas. Del mismo modo, se profundizaron problemáticas como adicciones, la Provincia se hizo cargo de algunas internaciones, pero no pudimos ir a los centros de otras ciudades.
El acceso a la Justicia, en materia de violencia de género y niñez, si bien era prioridad, se complejizó, porque las denuncias eran telefónicas, muchos niñas, niños y adolescentes tuvieron que convivir con la persona que los abusaba.
A quienes trabajamos en los barrios se nos complejizó todo lo relacionado con la alimentación y educación, que fue lo más vulnerado este año. Lo mismo sucedió con la discapacidad, considerando que Anses no estuvo atendiendo, no había dónde reclamar, los espacios virtuales eran inaccesibles. Así, todas las problemáticas se complicaron aún más.
Pueblos Originarios - Rosana Cardoso (Fundación Deuda Interna)
El impacto ha sido muy grande para nuestra organización, que le lleva alimentos a las comunidades de pueblos originarios del norte. Nos limitó llevar la asistencia que estábamos llevando normalmente. Lo único que pudimos hacer fue enviar fondos para sostener a los merenderos, que en muchas comunidades wichis eran el único sustento que tenían los niños, considerando que las escuelas quedaron suspendidas, donde se les garantizaba merienda y almuerzo.
Pudimos colaborar de ahí, aunque fue un año muy difícil y resultó mucho peor para quienes están más vulnerables.
Culto y sociedad - Soledad Núñez (Amigos de la Vida)
En nuestro caso, el tema Covid nos limitó el estar en contacto personal con la gente. Nos llevó a tener contacto virtual y tener que acostumbrarnos a eso. Dejar de lado las actividades deportivas, cerrar el jardín, no poder recorrer el barrio y visitar la gente.
Luego, en el mes de junio, más o menos, vimos que había una mayor demanda de insumos, ya que muchas de las familias no podían trabajar y otras habían quedado sin trabajo. Entonces comenzamos a entregar insumos a domicilio, cada vez que lo pidieran, junto con las maestras. También nos veíamos limitados por no disponer de recursos para todos.
Lo favorable de este año es que con la habilitación de algunas actividades pudimos realizar una caravana por el barrio el día miércoles 23 de diciembre, entregamos 500 hamburguesas con papas fritas y gaseosas tipo cajita feliz.
Lo mejor fue que, en vez de hacerlo para 150 chicos, lo hicimos para 500.
Si me preguntan qué es lo que más nos dolió en este año con Covid fue el poco contacto con la gente, el no poder estar ahí.
Derechos Humanos - Walter Torres (Mesa de la Diversidad)
El gran impacto de la pandemia fue que demostró y profundizó la cruel desigualdad social, dejando en evidencia el desinterés de los organismos públicos para contener y sostener a los grupos vulnerados.
Este año impactó mucho, y el trabajo que venimos haciendo fue gracias a la colaboración de la gente y de la Cruz Roja Argentina, que hicieron posible que ese golpe no fuera tan grave.