Según la medición que ayer dio a conocer el Indec, el 5,8 por ciento de los riocuartenses están desempleados mientras que el 5,7 por ciento está subocupado, es decir, que trabaja menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y está dispuesto a dedicar más tiempo al empleo. Un año antes, esa cifra estaba en el 8,9 por ciento, lo que señala una mejora en el indicador.
Por otra parte, un dato importante es la cantidad de ocupados que demandan empleo, ya sea para cambiar el que tienen o para sumar más horas y, por lo tanto, ingresos. En ese punto, el año pasado había un 11,2 de los ocupados que demandaban otro puesto laboral, mientras que en la actual medición el porcentaje bajó al 5,7 por ciento.
A nivel país, el desempleo alcanzó al 7,6 por ciento de la población durante el segundo trimestre e igualó el indicador del mismo período del año previo, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Extrapolado al total de la población, implica que 1,7 millones de argentinos se encuentran sin trabajo.
"El mercado laboral ajusta por calidad, no por cantidad", manifestó Luis Campos, Investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA - Autónoma, consultado por el portal Ámbito Financiero.
La precarización laboral es moneda corriente y avanza en el empleo, dentro de la población económicamente ocupada (44,5 por ciento), la tasa de informalidad alcanzó el 43,2 por ciento, con un crecimiento de 1,6 puntos porcentuales frente al mismo período del año pasado.
De esta manera, marcó una tasa más alta del último año comparando con los diferentes trimestres de 2024 y 2025.
“La tasa de informalidad pasó del 41,6 por ciento el segundo trimestre de 2024 al 43,2 por ciento en el mismo período de 2025. Es un aumento de aproximadamente 226.000 trabajadores informales en un año, sólo en los aglomerados urbanos que releva la EPH", precisó Campos.
Del total de la población económicamente activa, el 72,4 por ciento de los ocupados son asalariados; de ellos el 37,7 por ciento no cuenta con descuento jubilatorio, es decir, son informales. Dentro de los asalariados informales, el 15,7 por ciento realiza aportes propios.
Además, la tasa de empleo por cuenta propia también avanzó del 23 por ciento durante el segundo semestre de 2024 al 23,7 por ciento en el mismo período de este año; mientras que la cantidad de patrones creció del 3 por ciento al 3,5 por ciento y el de trabajadores familiares sin remuneración pasó del 0,3% al 0,4%.
Al observar la presión sobre el mercado laboral, que creció de 29,7% a 30,5%, se destaca un aumento de los ocupados demandantes de 1,1 puntos porcentuales (pasó de 16% a 17,1%), dentro de los cuales hay una disminución de los subocupados demandantes de 0,2 puntos porcentuales (de 8,1% a 7,9%) y un aumento de 1,4 puntos porcentuales de otros ocupados demandantes (de 7,9 por ciento a 9,3 por ciento).
“La categoría laboral que mostró un mayor dinamismo, al igual que en el primer trimestre, fue el cuentapropismo informal (los que ni siquiera tienen para pagar el monotributo). En un año pasaron de representar el 13,8 por ciento del total de ocupados al 14,7 por ciento", enfatizó el especialista.
El crecimiento de la informalidad se da en un marco de deterioro del empleo en el país. Consultado por Ámbito Financiero, el sociólogo Daniel Schteingart, el motor del empleo asalariado hasta 2011 fue el sector privado, aunque entre 2011 y 2015 fue más que nada público, en medio un estancamiento del privado. Ese último año fue el pico del empleo en Argentina y de mejoras salariales.
“Si se suman desocupados (7,6 por ciento) y ocupados demandantes (17,1 por ciento), en algunos casos los datos son muy llamativos. En tres aglomerados más del 30 por ciento de los trabajadores está buscando activamente trabajo: Córdoba (38,2 por ciento), Tucumán (33,3 por ciento) y Santa Rosa (30,4 por ciento)", resaltó Campos.