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Por primera vez en la provincia, se hizo una donación en asistolia controlada

El procedimiento duró 18 horas. Es una práctica que requiere precisión y rapidez extremas

En el Hospital Municipal de Urgencias de la capital provincial, y por primera vez en la provincia de Córdoba, se llevó a cabo la primera ablación renal realizada a través de una donación en asistolia controlada. El procedimiento duró 18 horas.

Existen dos tipos de procedimientos para procuración de órganos: la donación de órganos en muerte encefálica o cerebral y la donación en asistolia controlada, que es la que se realizó en este caso. Esta última ocurre una vez que ya se ha parado el corazón del paciente, o sea que los órganos de la persona han empezado a sufrir los efectos de no recibir la sangre oxigenada del corazón.

Como el tiempo apremia, se debe llevar a cabo una práctica quirúrgica que necesita de mucha rapidez y experiencia por parte del equipo. Este tipo de donación es una técnica nueva para el “Urgencias”, pero que ya se desarrolla hace muchos años en el primer mundo. En Argentina, la primera se llevó a cabo en Jujuy en el año 2018 y a la fecha aún no se ha llegado a los 100 donantes en todo el país. En la mayoría de los casos, este tipo de donación se aplica en un tipo diferente de paciente. Generalmente, se trata de un caso de daño neurológico irreversible, pero que no evoluciona hacia la muerte cerebral, cuyas chances de curación son nulas y no posee posibilidad alguna de recuperación.

El procedimiento de donación se realiza a través de una parada cardíaca programada y para la cual se deben cumplir ciertos protocolos.

Es importante destacar que, en sus inicios, la obtención de órganos para trasplante se realizaba a partir de donantes fallecidos en unidades de terapia intensiva (UTI) como consecuencia de lesiones encefálicas graves, y que se mantenían viables estos órganos hasta la ablación a través de un sostén artificial de las funciones cardiorrespiratorias, es decir, en muerte encefálica. Sin embargo, el avance tecnológico y de las habilidades quirúrgicas de los equipos de ablación posibilitó la obtención de órganos para trasplante de donantes cuyo fallecimiento se haya producido por el cese definitivo de las funciones circulatorias, lo que se conoce como donación en asistolia. En nuestro país, la Ley N° 27.447 de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células ha incluido en el año 2018 el artículo 36 la certificación de muerte mediante la determinación del cese irreversible de las funciones circulatorias o del cese irreversible de las funciones encefálicas, según sea el caso.

En todo el proceso de donación en asistolia controlada llevado a cabo en el Hospital Municipal de Urgencias intervinieron diferentes actores, cada uno de ellos con roles específicos. Fueron parte la jefa de la Unidad Hospitalaria de Procuración de Órganos y Tejidos, Romina Quiroga, quien estuvo a cargo de la coordinación del proceso, el equipo tratante del paciente durante la internación, compuesto por médicos, enfermeros y kinesiólogos, y el servicio de procuración y trasplante que llevaron a cabo todo el procedimiento.

Además, el equipo de ablación está compuesto por tres cirujanos ablacionistas del Hospital de Urgencias y dos instrumentadoras quirúrgicas. Se trata de una decisión que involucra a todo el equipo de salud tratante, que por las pruebas diagnósticas y por la evolución del paciente se define que ha llegado una instancia en la que la medicina ya no puede aportarle un sostén de vida.

En este caso, para llevar a cabo el procedimiento, el equipo tratante dialogó primeramente con la familia, explicándole la evolución y situación del paciente. En consenso con los familiares, se firmó un consentimiento de adecuación del esfuerzo terapéutico.

“La adecuación de medidas terapéuticas forma parte de la buena práctica clínica y es una obligación moral y normativa de los profesionales. Consiste en la retirada, ajuste o no instauración de uno o varios tratamientos cuando la situación clínica y el pronóstico de vida limitada de un paciente así lo aconseje y se haya llegado a ese acuerdo con los representantes del paciente. Pretende la adaptación de los tratamientos a la situación clínica del paciente considerando sus objetivos frente a su futilidad”, remarcó Romina Quiroga, médica a cargo de la UHPROT, quien estuvo a cargo de la coordinación de dicho proceso.

Posterior a la firma del consentimiento, se le dio intervención al equipo de procuración y trasplante, que le explicó a la familia que, dadas las condiciones previas, existía la posibilidad de que su familiar fuera donante. Se puso así en marcha el proceso de procuración y trasplante según normativas del Incucai, abriendo lista de espera, contactando equipos de trasplante renal de la provincia de Córdoba, para posterior implante en el menor tiempo de isquemia.