La estadística judicial genera alarma en la sociedad y constituye un alerta para las autoridades a los fines de fortalecer las herramientas de prevención y sancionar una ley que permita la internación no voluntaria de personas con adicciones.
Según la Policía de la Provincia, los hechos delictivos de los últimos tiempos son más violentos y esa violencia es adjudicada al consumo de estupefacientes.
El dato oficial genera alerta en la provincia pero no es para quedarse con los brazos cruzados.
Al respecto, “resulta fundamental avanzar en una ley que permita la internación no voluntaria de personas con adicciones, porque estamos hablando de enfermos que requieren atención y no siempre buscan ayuda por sí solos”.
“De ahí que es esencial la prevención, trabajar para que no lleguen a ocurrir los hechos”, se afirmó.
En efecto, “el gran problema que presenta actualmente la provincia son las adicciones, hay muchas personas adictas que no son capaces de tomar decisiones por sí mismas sobre su situación personal y mental, de ahí que se propone que la internación no sea voluntaria y que estas personas sean cubiertas por el Estado”.
La problemática plantea diferentes preguntas.
¿Cuáles son los nexos necesarios y suficientes entre la situación de consumo y la comisión del delito? ¿Cómo se produce el recorrido personal entre consumo y delito o a la inversa? ¿Cuál es el “lugar” que ocupa el consumo en el entorno social, familiar y personal? ¿Cuáles son los valores y representaciones asociados a la práctica del consumo? ¿Y cómo se advierte la relación entre estos valores y los motivos por los cuales el sujeto ingresa en la comisión de delitos?
La cifra judicial ha despertado inquietud en la sociedad.