Los principales candidatos a presidente finalizaron sus campañas electorales con masivos actos y ahora la expectativa se concentra en la votación de hoy.
La competencia se enmarca en una fuerte disputa interna y la atenta mirada de la comunidad internacional, con las voces de distintos presidentes que en los últimos días exhortaron a Maduro a aceptar los resultados en caso de una eventual derrota.
Varias encuestas dieron ganador a González Urrutia, quien encabeza una alianza forjada junto a la líder opositora María Corina Machado, quien fue excluida de participar de la disputa electoral, inhabilitada por la Justicia local.
El presidente venezolano está en el poder desde 2013, tras la muerte de Hugo Chávez, y es blanco de cuestionamientos por violaciones a los derechos humanos, a la libertad de expresión y persecución a opositores.
"Hemos constituido una nueva mayoría política, social, cultural, que se va a expresar con una contundente mayoría electoral; no solo hemos unido al chavismo, estamos unidos todos y todas sin una sola fisura, un solo bloque de fuerza", sostuvo el presidente bolivariano en su cierre de campaña.
En un acto en Maracaibo, capital del estado petrolero Zulia, Maduro expresó: "Se decide el futuro de Venezuela para los próximos 50 años. Paz o guerra, guarimba o tranquilidad, derecha extrema o chavista, fascismo o democracia popular, capitalismo salvaje. Tenemos la batalla definitiva. Habrá patria o seremos colonia. Piensen bien por su familia, por su emprendimiento, por su empresa, por su trabajo".
Y enfatizó: "Ustedes son mi ejemplo y han sido mi inspiración y mi fuerza. Aquí no se rinde nadie. Hemos enfrentado la peor agresión de la historia, hoy el pueblo está de pie y listo para la gran victoria".
En su cierre de campaña, González Urrutia se mostró, al igual que durante el resto de los actos electorales, muy cerca de Machado.
El acto fue multitudinario y tuvo lugar en Las Mercedes, donde el tándem opositor de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) desfiló por las calles.
"La ventaja que tenemos es histórica. Vamos a ganar y vamos a cobrar, y confiamos en que nuestras Fuerzas Armadas hagan respetar la voluntad de su pueblo", subrayó el candidato opositor.
Este domingo habrá 28,3 millones de venezolanos habilitados para definir al próximo presidente por el período 2025-2031.
Además, competirán otros ocho candidatos, entre ellos el diputado y pastor evangélico Javier Bertucci, y el empresario y comediante Benjamín Rausseo.
Mientras tanto, el senador de La Libertad Avanza Francisco Paoltroni (Formosa) se sumó a la lista de veedores internacionales y periodistas deportados por el gobierno venezolano.
En su cuenta de X, Paoltroni relató la situación: "Migraciones nos deportó sin ningún motivo ni explicación. Nos volvieron a subir el mismo vuelo en el que habíamos llegado. Estamos bien. Esperemos que el domingo se termine este régimen".
El motivo por el que fue deportado, según la carta que mostró Paoltroni, es que "no cumple con el perfil para ingresar al territorio nacional en calidad de turismo".
En busca del tercer período de gobierno
Nicolás Maduro irá por una nueva reelección, luego de mantenerse en el cargo desde 2013, tras la muerte de Hugo Chávez.
El 14 de abril de ese año ganó las elecciones ante el opositor Henrique Capriles, inaugurando una segunda etapa del chavismo, ya sin Chávez.
Su administración recibió muchos más cuestionamientos a nivel internacional que la de su antecesor, con denuncias por violaciones a los derechos humanos, atentados a la libertad de expresión y persecución a opositores.
Maduro había sido uno de los hombres de confianza de Chávez, a quien conoció en 1992.
Fue integrante de la Asamblea Nacional Constituyente, de la Asamblea Nacional, portavoz de la Asamblea Nacional y ministro de Relaciones Exteriores entre 2006-2012.
En 2012 fue elegido por Chávez como su vicepresidente, cargo que tenía cuando este se sometió a su cuarta cirugía como consecuencia del cáncer que padecía.
Antes de morir, Chávez lo nombró como su sucesor y el 8 de marzo de 2013 juró como presidente interino, tres días después de la muerte de su líder político.
Al mes siguiente ganó la elección presidencial con una escasa diferencia de menos de dos puntos sobre Capriles.
En julio de 2017, durante las elecciones para la Asamblea Nacional, se produjeron fuertes incidentes que incluyeron muertes, en medio de denuncias de fraude, y Maduro declaró ganador al oficialismo.
Esta situación le valió sanciones de parte de Estados Unidos.
En 2018 compitió por la reelección y ganó en el marco de otros comicios denunciados por la oposición como fraudulentos.
Al año siguiente, el opositor Juan Guaidó se declaró presidente interino en medio de protestas generalizadas, despertando un nuevo conflicto interno y internacional, ya que varios países, entre ellos Estados Unidos, lo reconocieron como mandatario.
"Ustedes son mi ejemplo y han sido mi inspiración y mi fuerza. Aquí no se rinde nadie. Hemos enfrentado la peor agresión de la historia, hoy el pueblo está de pie y listo para la gran victoria", aseguró Maduro en su cierre de campaña.
Un candidato al que sondeos dan ganador
A los 74 años, Edmundo González Urrutia competirá por la Presidencia de Venezuela, a la cabeza de un amplio espacio opositor al que las encuestas muestran como favorito para quedarse con la victoria.
El exdiplomático y analista internacional está apoyado por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Un Nuevo Tiempo (UNT) y el Movimiento por Venezuela (MPV) en la carrera presidencial.
Detrás de su candidatura también aparece la dirigente opositora María Corina Machado, quien comenzó el armado de esa opción electoral tras ser vetada por la Justicia venezolana para competir contra el mandatario actual, Nicolás Maduro.
Después de haber ganado las elecciones internas de su partido con amplio margen meses atrás, Machado se encaminaba a ser la principal opción al chavismo.
Luego de que el Tribunal Supremo de Justicia la inhabilitara para postularse, Machado sentó las bases del acuerdo de una decena de partidos con el objetivo de enfrentar al oficialismo.
Tras descartar varios nombres, González Urrutia surgió como candidato y fue respaldado por los partidos opositores.
Al momento de ser elegido, ya era apoderado de la alianza y, por ende, no podía ser cuestionado por la Justicia Electoral para competir, algo que podría haber frustrado los planes opositores.
González Urrutia es diplomático de carrera: estuvo en las embajadas de Bélgica, Estados Unidos y El Salvador; fue director del Comité de Coordinación y Planificación Estratégica del Ministerio de Relaciones Exteriores entre 1990 y 1991; y embajador en Argelia entre 1991 y 1993.
El candidato opositor también ocupó cargos internacionales durante la gestión del fallecido presidente Hugo Chávez.
En la Argentina fue embajador entre 1998 y 2002, cuando el presidente era Rafael Caldera, pero continuó en el puesto durante los primeros años de mandato de Hugo Chávez.
Luego de dejar la carrera diplomática, González Urrutia fue analista internacional y académico, siempre crítico de la gestión del chavismo.