Un lomito que resistió medio siglo… y una pandemia
Miguel Turello heredó mucho más que un local: recibió una historia que comenzó en 1974 y que ha alimentado a generaciones enteras en Córdoba. Hoy, Lomitos 348 no solo es un clásico, sino también un símbolo de resistencia.
“El mayor desafío fue la pandemia. Como Lomitos 348 tiene más de 50 años, atravesó muchas crisis económicas, cada cambio de gobierno llegaba con nuevas medidas que hacían tambalear al rubro, pero siempre pudimos superar las adversidades. Sin embargo, la pandemia fue algo que afectó a todos, al negocio, a los empleados, a los clientes, a los proveedores. Fue difícil porque de un día al otro tuvimos que cerrar nuestras puertas. A los pocos días pudimos abrir con modalidad take away o delivery, pero pasaron unos meses hasta que nos permitieron abrir el salón de nuevo”.
Turello no duda cuando se le pregunta qué consejo daría a quien empieza: “Que le guste lo que hace. Que lo haga con amor, con cariño y total entereza. Rodearse de buenos empleados, buenos proveedores y fundamentalmente tener presencia en el local, no dejar a cargo de encargados o gerentes. Es muy importante que el dueño esté presente”.
¿Y la jugada ganadora de los últimos años? Apostar por las redes sociales. “Nuestro público principal era gente grande. Pero había un público al que no estábamos llegando, que es el público joven. Con presencia en redes sociales, con promociones y sorteos, más algunos productos nuevos que vamos a lanzar y la renovación de nuestro local, consideramos que pudimos llegar a los jóvenes. Esto nos permitió ser elegidos como la Mejor Lomitería de Córdoba durante 3 años consecutivos”.
Color, ciencia y propósito: la industria textil también se revoluciona
Del humo de la cocina pasamos a los laboratorios y la innovación. Gustavo Freytes es el fundador de Tintte, una empresa que reemplaza los tintes petroquímicos por colorantes y biocompuestos, buscando reducir al máximo la contaminación del agua en la industria textil.
Pero antes de cambiar el mundo, tuvo que enfrentarse a sí mismo: “El mayor desafío fue animarme a mirarme hacia adentro. Emprender no es solo sobre construir una empresa, sino sobre construirte a vos mismo. Aprender a convivir con la incertidumbre, a fallar rápido y a reinventarte es un viaje constante”.
Para él, todo empieza con una chispa: “Puede sonar cliché, pero todo arranca con la pasión. A partir de ahí, lo que hace la diferencia es la constancia, la capacidad de aprender y la humildad para adaptarse”.
¿El hábito que cambió el juego? No querer ser el más brillante de la sala. “Sin dudas, rodearme de personas mejores que yo. Gente que comparte el propósito, pero que también me desafía, me enseña y me impulsa. Siempre trato de ser el menos inteligente de la mesa”.
Tecnología, cambios de rumbo y la escucha como mantra
Desde el mundo tech, José Romero, cofundador de BircleAI, dejó en claro que no hay emprendimiento sin vértigo. Su empresa se dedica a optimizar procesos de cobranza, ventas y atención mediante inteligencia artificial, pero antes de eso, atravesó un cambio de rumbo radical.
“Emprender es una montaña rusa. En un momento hicimos un pivot, que es básicamente un cambio de idea. Y lo que primero habíamos pensado que era BircleAI, no terminó siendo lo que es hoy en día BircleAI. Hoy en día BircleAI es lo que es gracias a ese momento duro en el que nos tuvimos que sentar y decir: ¿cómo vamos a hacer para tener un mejor producto y mejorarle la vida a las empresas?”.
Su consejo es claro y práctico: “Tiene que obsesionarse por solucionar un problema que tenga la gente. Y también tiene que escuchar al cliente, sobre todo escuchar al cliente”.
El motor que lo empuja cada día no es otro que la curiosidad: “Emprender es difícil. Uno tiene que estudiar constantemente el mercado, las nuevas tendencias, ser curioso. Por más grande que sea la empresa, uno siempre tiene que tener un diálogo y una relación muy fuerte con los clientes”, concluyó.
Tres voces, tres estilos, pero una misma pasión: la de crear, mejorar y sostener con esfuerzo lo que algún día solo fue una idea. Porque emprender es eso: animarse a empezar y elegir todos los días no dejarlo.