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Neuroarquitectura, la herramienta para combatir el estrés y ser más creativos

La neuroarquitectura es una rama de la arquitectura que busca construir espacios que mejoren el bienestar de las personas, diseñando sus viviendas, espacios de trabajo o los de ocio, entre otros

Utilizar la ciencia para crear espacios más acordes a nuestras necesidades puede ayudar a optimizar nuestras viviendas y otros espacios. No es nada nuevo que nuestro entorno influye en cómo descansamos, producimos y nos sentimos. La neuroarquitectura ayuda a reducir el estrés en casa al tratarse de una disciplina y una tendencia de decoración, diseño y construcción en la que se tiene en cuenta la incidencia en las emociones.

Nutrida por las herramientas de la neurociencia, esta rama de la arquitectura se centra en cómo el entorno modifica la química cerebral. Es decir: cómo afecta las emociones, los pensamientos y las conductas.

Estar en colores pasteles es una apuesta segura - Imgen Pinterest.jpg
Estar en colores pasteles es una apuesta segura - Imgen Pinterest

Estar en colores pasteles es una apuesta segura - Imgen Pinterest

“La arquitectura no es solo un conjunto de cuatro paredes, un piso y un techo. La arquitectura es una experiencia. O al menos debería serlo. Somos seres emocionales que, cada vez que entramos a un espacio, reaccionamos", define Frederick Marks, expresidente y miembro fundador de la Academia de Neurociencia para la Arquitectura de Estados Unidos (Anfa).

Esta disciplina trata de entender cómo el espacio afecta a nuestro cerebro y, en consecuencia, a nuestro estado emocional y comportamiento.

Los neuroarquitectos buscan crear espacios agradables que sean capaces de mejorar el bienestar de quienes los habitan. Los neuroarquitectos buscan crear espacios agradables que sean capaces de mejorar el bienestar de quienes los habitan.

Así, incorpora en las decisiones para definir la estructura y la ambientación de un espacio la influencia psicoemocional de los lugares en las personas. Intenta generar sitios, tanto en las casas como en cualquier otro espacio, que incentiven el bienestar, la felicidad y la productividad.

La importancia de la colorimetría

Sabemos la influencia de los colores en nuestro estado de ánimo y comportamiento; conociendo este principio, tendremos una herramienta muy útil a la hora de diseñar espacios. Por ejemplo: un ambiente totalmente blanco genera ansiedad. Para generar un espacio que transmita calma, se sugiere usar colores pasteles.

Los tonos vibrantes impulsan al movimiento, la creatividad se estimula con los naranjas y amarillos. La concentración puede beneficiarse con los azules y los verdes, colores ideales para oficinas y estudios.

Diseño biofílico

Consiste en incorporar diferentes elementos de la naturaleza tanto en los interiores como en los exteriores de los espacios, con el objetivo de mejorar la salud y el bienestar de las personas. Está comprobado científicamente que observar vegetación a través de una ventana y la presencia de plantas en los interiores suelen rebajar los niveles de ansiedad y de estrés.

Si en épocas de Zoom o home office te toca trabajar en tu mismo dormitorio, comedor o living, incluir alguna planta mejorará la combinación de funciones del lugar.

La importancia de la iluminación

La luz natural puede aumentar la productividad y la comodidad de los ocupantes, proporcionar estimulación visual, aumentar el estado de ánimo y favorece la calma.

Un elemento importate es el ingreso de la luz natural y las visuales al exterior - Imagen Pinterest.jpg
Un elemento importate es el ingreso de la luz natural y las visuales al exterior - Imagen Pinterest

Un elemento importate es el ingreso de la luz natural y las visuales al exterior - Imagen Pinterest

Por el contrario, la luz artificial le genera un esfuerzo extra al cerebro y contrarresta la productividad. Además, tener alguna visual hacia el exterior mejora el estado de ánimo.

Espacios eficientes, superficies y mobiliarios

La neuroarquitectura también recomienda pensar con claridad cuáles van a ser las funciones de cada espacio y qué mobiliarios se les va a incorporar para eso.

Es preciso revisar el tipo de muebles y elementos, también pisos, que incorporamos en cada ambiente. Las superficies duras pueden generar estrés por algún eco de las ondas sonoras. Si hay formas redondeadas pueden hacer más cálido el lugar. Y donde hay puntas o ángulos rectos las emociones se nos ponen en alerta, propicia el estrés.

En cambio, las simetrías generan armonías. Mientras que los ambientes tienen mejor bienestar auditivo si tienen alfombras, cortinas y/o techos altos.

También la altura de los techos puede influir en tu tipo de productividad. Si son bajos, invitan a concentrarse y dan la sensación de seguridad para dormir. Si son altos facilitan la creatividad y la expresión artística.

La pandemia de Covid-19 dejó al descubierto que nos ocupamos poco del diseño de nuestro entorno más cercano. Es importante entender la importancia del diseño y de invertir en el hogar. Quedan demostrados los beneficios de conocer esta disciplina a la hora de diseñar, solo basta crear un plan para cada espacio, tener en cuenta qué emociones queremos que se activen en cada uno de ellos y luego utilizar los recursos necesarios para llevarlo a cabo.

POR: ARQ. ANTONELA VARRONI - Mat. 1-11936