El estilo farmhouse es una decoración inspirada en la vida de campo, que se asemeja a las granjas estadounidenses. Se inspira en las antiguas casas de campo de los agricultores americanos. En este caso al trasladar esta tendencia a los hogares lo que se busca replicar es no solo su toque rústico y un tanto desaliñado, sino muchísima tranquilidad y calidez.
Si bien es ideal para una casa de campo, en las viviendas urbanas también se cuela, desplegando su encanto natural y su sabor campestre.
El Farmhouse se caracteriza por crear ambientes muy hogareños con muebles recuperados y de líneas sencillas, mucha presencia de la madera y en su aspecto más natural, piezas tradicionales del campo, detalles vintage, elementos de la naturaleza y objetos reciclados.
Tips para llevar el estilo farmhouse a tu hogar
Aunque procede del campo, no es un estilo rústico, sino que incorpora delicadeza, sofisticación y mucha luz. Este tipo de diseño puede incorporarse en tu hogar, para ello deberás tener en cuenta los siguientes elementos para incorporarlo de manera exitosa.
- Colores claros: Los colores estrella del estilo farmhouse son los tonos neutros como el blanco, gris, crema y los beige, por eso las decoraciones son luminosas y muy sosegadas. Aunque la paleta cromática dominante es la de los blancos y beige, el estilo farmhouse se complementa con otros colores de contraste, como el turquesa, el lila o el amarillo pálido, que le darán un toque original y harán destacar cualquier decoración.
- Madera: Es el material por excelencia en este estilo, tiene una mayor presencia y un aspecto bien natural. Generalmente, está presente en los techos, en el revestimiento de las paredes y en los muebles. Otros materiales que podés usar son ladrillo o metal, ya que combinan muy bien con la madera. Este estilo decorativo le da mucho protagonismo a este material.
- Muebles rústicos: Los muebles deben ser grandes y robustos para dar esa sensación de durabilidad, y resultan mucho mejor si son piezas antiguas restauradas. Una sólida mesa de comedor de madera envejecida, una alacena, un banco o sillas de madera, en estado natural no pueden faltar en una decoración de este estilo. Las puertas de granero son otras de las intervenciones que podés sumar a tu hogar ya que le darás un toque auténtico y muy de campo a tu casa.
- Estampados: Los cuadros y las rayas son un must de este estilo decorativo. Ya sea que se sumen en almohadones, manteles, cortinas, ropa de cama, mantas para el sillón e incluso tapicerías, las rayas y los cuadros son un infaltable. Los estampados florales también buscan colarse en los rincones de una casa farmhouse, en pequeñas dosis, también puede ser un elemento que sume a la decoración final.
- Detalles decorativos: Una opción fácil es usar láminas con motivos rurales como: herramientas, letreros, animales o paisajes en cuadros. También podés sumar adornos como flores naturales y silvestres, regaderas, botellas de vidrio, jarrones, teléfonos retro, herraduras, cestas de metal. Los utensilios vinculados con los trabajos de campo o propios de una granja, como una pequeña balanza para pesar, también son un clásico de este estilo decorativo que complementará a la perfección toda la decoración.
- Textiles: Este estilo decorativo recurre mayormente a tejidos naturales, como lino o algodón, también están presentes piezas y complementos de rafia, ratán o cáñamo, que se replican en alfombras, lámparas o en cestas.
Como vimos hasta acá, el estilo farmhouse está caracterizado por crear ambientes que transmiten una sensación hogareña, utilizando muebles recuperados y de líneas sencillas, que podemos incluir en cualquier tipo de hogar y proporcionando versatilidad, funcionalidad y calidez al hogar.
POR:
Lic. Julieta Varroni