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Cabrera: hijas de excombatiente volvieron al sur para cumplir el sueño de su padre

José Luis Rivero falleció sin poder regresar a Chubut, al batallón donde estuvo antes de ir a la guerra de Malvinas. Pero su anhelo fue cumplido por Gisela y Jésica, que viajaron junto con familiares de un exsoldado de Justiniano Posse

Las hijas de dos excombatientes de Malvinas cumplieron el sueño de sus padres y viajaron a la provincia de Chubut para recorrer los lugares donde ellos estuvieron y rendirles un homenaje.

José Luis "Chango" Rivero era oriundo de General Cabrera, y Osvaldo Bruno, de Justiniano Posse. Ambos combatieron en aquella guerra y su anhelo era volver a recorrer el batallón y otros lugares donde habían estado. Pero la pandemia se los impidió.

Tras fallecer hace algunos meses, fueron sus hijas quienes tomaron la posta y cumplieron el sueño de sus papás.

En el Batallón de Ingenieros de Chubut, la familia de Rivero y de otro excombatiente fueron recibidos y se realizó un acto de responso en recordación a estos dos exsoldados.

El homenaje y la ceremonia religiosa se desarrolló durante un par de días en la provincia de Chubut. En el caso de Rivero, era oriundo de General Cabrera, y falleció hace poco más de 10 meses. Fueron sus hijas quienes hicieron el viaje para cumplir el deseo de su padre.

Rivero quería viajar con su familia al batallón del Ejército argentino Ingenieros 9 Mecanizado.

Las jóvenes cabrerenses habían escuchado numerosas anécdotas que el padre les fue contando a largo de su vida, acerca del Batallón de Río Mayo, un puesto del Ejército Argentino ubicado en la vera del río homónimo.

Una de las hijas, Gisela, comentó el desarrollo del periplo.

"Llegamos a Río Mayo, donde está el batallón de Ingenieros Mecanizado 9, que es la compañía a la que perteneció papá, cuando fue a Malvinas. Fuimos recibidos muy bien. Nos alojaron en el mismo batallón”.

Horas después de arribar, en el lugar se realizó un acto para rendir homenaje. En el caso de los familiares del excombatiente de Posse, quienes viajaron decidieron llevar las cenizas del hombre fallecido en noviembre del año pasado y depositarlas en aquel lugar.

En cuanto al exsoldado cabrerense -también fallecido en noviembre de 2020- sus hijas decidieron llevar una placa para dejarla en el museo junto con un cuadro con su foto.

Ya forma parte todo esto del museo del Batallón en Río Mayo.

"El acto tuvo un sentido muy especial, porque fue muy familiar, porque el grupo de excombatientes y todas sus familias somos todos una sola y gran familia. Somos todos hermanos. Se vivió de una forma especial, emotiva, sentimental”, señalaron las hijas de Rivero.

Asimismo, resaltaron la calidez de los integrantes del Ejército Argentino que hizo entrega de una medalla y un diploma a cada una de las familias.

“Expresamos unas palabras en agradecimiento. Palabras que salieron del alma, tanto para los veteranos como para el ejército actual”, dijeron.

En el Batallón de Ingenieros Mecanizado 9 se realizó el responso de los exsoldados clase 63 Veteranos de la Guerra de Malvinas José Luis Rivero y Osvaldo Rogelio Bruno.

Durante la emotiva ceremonia, sus familiares y Veteranos de la Guerra de Malvinas, junto con el personal de la Unidad, rezaron la Oración del Soldado.

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“Luego nos dirigimos al Río Mayo, el sacerdote dio las palabras de bendición y se arrojaron al cauce los restos de Osvaldo Bruno".

Tras los actos, miembros del Ejército guiaron una visita a los distintos lugares en los que seguramente estuvieron los efectivos homenajeados en esta oportunidad.

Pasaron por el museo del batallón y compartieron la experiencia de transportarse en vehículos anfibios y tanquetas de guerra.

Al día siguiente, los familiares cordobeses pasaron por Puerto Madryn y Sarmiento, lugares en los que Bruno y Rivero también estuvieron, hace casi 40 años, previamente a desembarcar en las Islas Malvinas, puesto que se trata de otras dependencias del Batallón Ingenieros 9

“Consideramos junto con mi hermana, que el viaje ha sido muy positivo, pudimos venir, que nos costó hacerlo, pero llegamos. Lo logramos, y sentimos un alivio en el cuerpo. Estamos más tranquilas, y ahora podemos volver en paz, porque era una promesa que nos había quedado pendiente”, compartió Gisela.

Y agregó: “Con el papi habíamos hablado mucho, habíamos conocido mucho de este lugar por las historias que nos contaba, por las experiencias que vivió. Un viaje que nos habíamos prometido el año pasado, pero que por la pandemia se fue posponiendo. Cuestiones de la vida hicieron que él no pudo llegar a compartirlo con nosotras. Pero bueno, acá estamos. Y seguro una parte de él vino con nosotros acá”.

“Volvemos en paz. Agradezco a la gente que nos alentó, que nos apoyó, al grupo de veteranos de la agrupación Luis Castagnari de General Cabrera, a la familia, que sin duda con su apoyo nos alentó a seguir, y a muchas personas que estuvieron detrás de todo esto. Un gracias infinito a todos", finalizó Gisela.