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Bajaron los números de femicidios en el país, pero Córdoba sigue en rojo

A nivel nacional, en el primer semestre de 2020, hubo un hecho cada 29 horas y en este año fue uno cada 40. En tanto, la tasa de asesinatos por cantidad de habitantes en nuestra provincia se mantuvo en 0,4% y está entre las 5 más complicadas de Argentina

A partir del trabajo del Observatorio Nacional Mumalá y su Registro Nacional de Femicidios, Femicidios Vinculados, Trans/Travesticidios, Lesbicidios y otras muertes violentas, se informó que en lo que va del año se registraron en Argentina 164 muertes violentas y, de estas, 107 fueron femicidios.

En el comparativo con el 2020, este inicio del año presentó una disminución en el número de casos, pasando de un hecho cada 29 horas a uno cada 40. Sin embargo, en Córdoba se registró la misma cantidad de casos en ambos años y se mantuvo la tasa de femicidios por cantidad de habitantes (de hecho subió levemente, de 0.4% a 0,41%).

El informe publicado una vez transcurrido el primer semestre del año releva los hechos ocurridos en todo el territorio nacional y fue producido a partir del análisis y monitoreo de medios digitales y gráficos de todo el país, buscadores, sistema de alertas, seguimiento de organizaciones, portales especializados en género, feminismo, DD.HH. y policiales/forense.

107 de los hechos fueron femicidios, lo que significa un femicidio cada 40 horas. Además, hubo 25 muertes violentas asociadas al género, vinculadas a economías delictivas o colaterales (narcotráfico, venganzas, deudas, etcétera) y robosy 25 muertes violentas de mujeres están en proceso de investigación (esperando autopsia y peritajes).

El documento de Mumalá (una de las pocas organizaciones que brinda un relevamiento de este tipo de hechos y que brinda un número aproximado de la problemática, considerando que Argentina no cuenta con cifras oficiales) está elaborado en apartados, con el primero relacionado con los totales de las muertes violentas de mujeres, travestis, trans y lesbianas.

Se enumeran Femicidios, Femicidios Vinculados, Trans-Travesticidios, lesbicidios, así como las muertes violentas de mujeres que están en proceso de investigación y las muertes violentas asociadas al género, en las que no se constata relación violenta previa o violencia sexual u odio de género, pero que “desde un análisis feminista” infieren “que es producto de su condición de mujer/lesbiana/travesti/trans en esta sociedad patriarcal”, comentaron desde la organización.

En este sentido, señalaron que hubo 164 muertes violentas de mujeres, travestis y trans, es decir, una muerte violenta de mujeres, lesbianas, travestis y trans en la Argentina cada 26 horas.

De este número, 107 fueron femicidios, femicidios vinculados y trans-travesticidios, lo que significa un femicidio cada 40 horas. Además, hubo 25 muertes violentas asociadas al género, vinculadas a economías delictivas o colaterales (narcotráfico, venganzas, deudas, etc.) y robos;25 muertes violentas de mujeres están en proceso de investigación (esperando autopsia y peritajes) y 7 suicidios femicidas.

151 intentos de femicidio

En el segundo apartado del informe, se analizaron los casos de femicidios, femicidios vinculados, trans-travesticidios y lesbicidios relevados del 1 de enero al 30 de junio del 2021 y los femicidios en grado de tentativa.

De los 107 femicidios, 85 fueron directos, 3 vinculados de niñas/mujeres, 1 vinculado de niñas/mujeres por interposición en el hecho violento, 7 vinculados de niños/varones, 6 vinculados de niños/varones por interposición en el hecho violento y 5 trans/travesticidios

Además, hubo 151 intentos de femicidio y 107 niños y adolescentes se quedaron sin madre.

En cuanto a la división por provincias, Buenos Aires cuenta con la gran mayoría de los casos, con 40 femicidios en estos 6 meses, aunque su tasa por cantidad de habitantes no llega a la media nacional, pues es de 0,36% y la del país es de 0,4%. Las siguientes provincias con más femicidios son Santiago del Estero y Tucumán, con 10 casos y tasas de 2% y 0,92%. Córdoba, en tanto, sumó 9 hechos en este año, lo que significó un 0,41%.

Respecto del vínculo entre víctima y victimario, el 60% de los femicidios fue cometido por parejas o exparejas; el 17%, por hombres conocidos por la víctima; y el 8%, por hombres familiares directos de la víctima.

Además, el 5% fue cometido por hombres familiares indirectos y el 5%, por hombres desconocidos.

En tanto, sobre la modalidad del asesinato, desde Mumalá indicaron que el 35% de las mujeres fueron asesinadas con arma blanca; el 26%, con armas de fuego; y el 19%, a golpes.

En el resto de los hechos, el 8% de las mujeres víctimas fueron quemadas y el 8% fueron asfixiadas.

Una de las grandes preocupaciones de estos relevamientos es que el 24% de las mujeres víctimas de femicidios había denunciado a su agresor previamente y el 15% tenía orden de restricción de contacto o perimetral y el 2%, botón antipánico.

Más datos de los hechos

Desde el observatorio comentaron que respecto al lugar físico del femicidio el hogar de la víctima sigue siendo el lugar más inseguro. “El 62% de los femicidios fueron cometidos en la vivienda de la víctima o en la vivienda compartida y el 13% en la vía pública”, dice el informe. Además, el 6% de los femicidios fueron en descampados; el 2%, en el lugar de trabajo de la víctima y el 4% de los femicidios fueron en la vivienda del victimario.

Por otra parte, brindaron datos complementarios, como que en el 16% de los casos el femicida asesinó a una tercera persona, ya sea porque quedó en el medio del hecho violento (femicidio vinculado por interposición) o para ocasionar un daño irreparable y culpa a estas mujeres (femicidio vinculado). Sumado a esto, 107 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madre y el 13% de los femicidios fue cometido por personas de las fuerzas de seguridad (policías, militares, servicio penitenciario, ya sean activos o retirados) y en el 32% de los femicidios cometidos por armas de fuego se utilizó un arma reglamentaria.

El 14% de los femicidas tenía antecedentes penales de violencia de género y en el 9% de los casos la víctima estuvo desaparecida.

El 13% de los femicidas se suicidó tras el hecho y el 8% lo intentó.

Finalmente, en el último apartado del informe se hace referencia a los suicidios feminicidas, es decir, “aquellos suicidios como posible efecto del abuso de poder crónico basado en motivos de odio o menosprecio a la condición de mujer e identidades feminizadas, o contexto de violencia de género”, indican de Mumalá y agregan:“Los suicidios por inducción o ayuda existen en muchas legislaciones, pero únicamente El Salvador (país con alta tasa de Femicidios) los tipificó e incorporó los motivos de género en su ley integral de protección a la mujer vigente desde 2012 (LEIV artículo 48) tal como suicidio feminicida”.

En esta línea, el observatorio de Mumalá ha identificado en múltiples oportunidades muertes violentas (en Argentina el suicidio se considera muerte violenta) “de niñas, adolescentes y mujeres que fueron abusadas sexualmente, que sufrieron violencia de género, que fueron obligadas a prostituirse o en situación de trata y que tal estado de vulnerabilidad tuvo como desenlace un suicidio, o aparentaban femicidios y que posteriormente peritajes y autopsias arrojan que fue una muerte autoinfligida”, explican desde la ONG.

“Entre el 1 de enero y el 30 de junio del 2021, sistematizamos a partir de medios gráficos y digitales y portales especializados: 7 suicidios femicidas. Se registraron antecedentes, denuncias y relatos de familiares/conocides/amigues, respecto de la violencia de género padecida por la víctima (3 casos) y violencia sexual (4 casos) mencionadas como inductoras del suicidio”, indicaron.

Ante todo esto, desde Mumalá exigen al gobierno nacional la declaración de Emergencia Nacional en Violencias de Género, “con el objetivo de incrementar y priorizar recursos humanos y económicos para la atención integral de mujeres e integrantes del colectivo LGTBIQ+ en situación de violencia de género”.