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Crimen del comerciante: descartan la participación de una tercera persona

El fiscal Moine trata de determinar la relación de los acusados con Luis Eduardo Díaz. En el departamento allanado en calle San Juan secuestraron más de un centenar de paquetes de cigarrillos y prendas con sangre

Tras la detención de una joven pareja como principal sospechosa del crimen de Luis Eduardo “Pancho” Díaz, en su domicilio de barrio San José de Calasanz, los investigadores descartan la participación de una tercera persona en el violento hecho ocurrido en la madrugada del miércoles.

El comerciante de 71 años fue atacado a golpes con una barra de hierro que fue encontrada en el techo de su casa de Río Grande al 617.

El elemento estaba ensangrentado, por lo que ahora se someterá a los estudios de rigor para determinar si esas manchas corresponden a Díaz y si hay huellas de los asesinos.

En el avance del proceso, los investigadores lograron varios testimonios que ubican a Darío Rubén Gigena, de 18 años, y Micaela Beatriz Espinosa, de 23 años, en la escena del crimen.

La joven hacía unos cuatro meses que estaba en Río Cuarto; habría ejercido la prostitución.

Por otra parte, el fiscal de Instrucción de Tercera Nominación, Fernando Moine, con los elementos recolectados y los testimonios que se sumarán a la investigación determinará la relación entre la joven mujer detenida y el comerciante.

Una fuente dijo que Díaz se defendió de los ataques y logró lastimar al joven, quien presentaría una herida a la altura del cuello.

La Fiscalía solicitó las imágenes de varias cámaras de seguridad ubicadas en la zona del crimen y el trayecto hacia un complejo habitacional de calle San Juan al 1000, donde se realizó un allanamiento en la noche del miércoles y se procedió al secuestro de dinero, bebidas alcohólicas, más de un centenar de cartones de cigarrillos, prendas de vestir (algunas con mancha de sangre), utensilios de cocina y recibos a nombre de Díaz, entre otros elementos.

Las tareas de pesquisas y allanamientos fueron realizadas por personal de la División Investigaciones de la Unidad Departamental Río Cuarto.

La carátula de la causa es homicidio en ocasión de robo, aunque podría variar con el avance del proceso.

Gigena, oriundo de Río Cuarto, fue detenido recientemente acusado de potación ilegal de arma de fuego, mientras que la mujer tiene domicilio en Laboulaye y desde hace unos cuatro meses está radicada en nuestra ciudad. En su prontuario figura desacato a la autoridad y haber incumplido las restricciones establecidas en la cuarentena.

Ambos no tenían un domicilio fijo en la ciudad, se alojaban en distintas pensiones e inclusive dormían en la zona de la Terminal o debajo del puente, confió uno de los investigadores.

La joven ejercía la prostitución y habría estado en un par de veces en el domicilio de la víctima, por los dichos de vecinos.

Los principales sospechosos tomaron a media tarde del miércoles un colectivo de la empresa Lep con destino a la ciudad de Córdoba y fueron apresados ni bien descendieron de la unidad en la Nueva Terminal de Ómnibus de la capital provincial.

El informe preliminar que recibió el fiscal por parte de la forense Virginia Ferreyra señala que Díaz murió por un traumatismo cráneo facial grave.

Fuentes judiciales indicaron que ayer se realizó un allanamiento en un domicilio de calle Mugnaini al 1100, ocupado por un masculino de 37 años, con el secuestro de un teléfono celular que podría pertenecer al comerciante ultimado en la madrugada del miércoles.

En medio del dolor de la familia y sus allegados, los restos de Díaz fueron sepultados ayer al mediodía en el Cementerio de la Concepción.