El evento era difundido a través de redes sociales, se cobraba entrada a los asistentes y se ofrecía servicio de barra, sin contar con ningún tipo de habilitación correspondiente.
Además, según indicaron las fuentes, el lugar presentaba conexiones eléctricas precarias y de alto riesgo, sin cumplir con las mínimas normas de seguridad exigidas para este tipo de actividades.
Durante el procedimiento se desalojó a las personas presentes y se puso a resguardo equipos de sonido, bebidas alcohólicas y artefactos de iluminación. Un teléfono celular, utilizado presumiblemente para la organización del evento, fue secuestrado y puesto a disposición para la investigación.
En el operativo participó personal de la Dirección de Espectáculos Públicos, agentes de la Guardia Local de Prevención y de la Policía de la Provincia de Córdoba.
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