Tras la presentación de dos proyectos de ordenanza, la Comisión de Gobierno del Concejo Deliberante avanzó en la redacción de una propuesta unificada tendiente a penalizar el desarrollo de las fiestas clandestinas en el marco de la pandemia de coronavirus que se vive desde marzo del año pasado. El expediente en cuestión podría ser votado en la sesión de mañana y, además de fuertes multas, prevé el desarrollo de trabajo comunitario tanto para los organizadores como para los asistentes a los eventos que, debido a las restricciones vigentes por la crisis sanitaria, están totalmente prohibidos.
Multarán con trabajo comunitario a los organizadores de fiestas clandestinas
También se penalizará con este tipo de acciones a los asistentes a los eventos ilegales. El Concejo definió el proyecto y sería tratado mañana. Oficialismo y oposición coincidieron en la necesidad de generar conciencia
En el caso de la penalidad económica, a valores de hoy, tanto los propietarios de los establecimientos utilizados para concretar encuentros como los organizadores y promotores de dichas reuniones podrán ser sancionados con entre 50 y 400 unidades de multa, es decir, entre $ 147.500 y $ 1.180.000, dependiendo de las dimensiones del predio, la cantidad de asistentes, la presencia de menores, las molestas ocasionadas, el cobro de un precio en concepto de entrada, el expendio de bebidas alcohólicas, entre otras circunstancias. Pero, además, el Tribunal Administrativo Municipal también les podrá asignar otra sanción vinculada al trabajo comunitario. En ese sentido, el máximo previsto es de 40 horas de actividad.
Todos los fines de semana se desarticulan fiestas clandestinas de diversa envergadura. Además de la sanción municipal, se abre una causa penal por violar las restricciones.
Por otro lado, si el evento es desarticulado antes de su realización efectiva, la pena irá entre 25 y 200 unidades de multa, es decir, entre $ 73.750 y $ 590.000.
Asimismo, se prevé el decomiso de mercaderías y el secuestro de los objetos destinados a la concreción del festejo.
Asistentes
Con respecto a los asistentes a este tipo de encuentros ilegales, el proyecto impulsa, para los mayores de 16 años, una pena de entre 12 y 40 horas de trabajo comunitario. A la vez, en caso de incumplimiento sin causa, se les computará una multa de entre 15 y 30 unidades de multa, es decir, de entre $ 44.250 y $ 88.500.
Paralelamente, cuando los infractores sean jóvenes de entre 16 y 18 años, deberán ser autorizados por sus padres o tutores para el cumplimiento de la sanción.
En otro orden, se autoriza a los inspectores a utilizar medios electrónicos para probar que el inmueble está siendo utilizado para el desarrollo de una fiesta clandestina.
Consideraciones
Luciana Bo, concejala de Hacemos por Córdoba, quien presentó uno de los proyectos que fueron unificados, dijo a Puntal que la principal novedad pasa por la incorporación del trabajo comunitario y recordó la importancia de generar conciencia para que este tipo de reuniones no se realicen, a los fines de evitar la propagación del virus.
“Estamos discutiendo algunas modificaciones antes de la aprobación para que la multa con trabajo comunitario sea transitoria, mientras dure la pandemia. Nos parece importante la concientización que se genera con todo esto”, indicó Bo.
Por su parte, Mariana Giorgetti, concejala de Juntos por Río Cuarto, otra de las legisladoras que trabajaron sobre la temática, sostuvo que la iniciativa apunta a desalentar los eventos ilegales.
“La idea es que el proyecto se aplique únicamente en el marco de la emergencia sanitaria. Lo más importante es que apunta a prevenir la realización de las fiestas clandestinas, tomando la experiencia de Río Tercero. En nuestra ciudad, se realizan eventos a los que concurren de 80 a 400 personas o más. Por eso, entendemos que, además de imponerles sanciones a los organizadores, hay que desalentar la participación de jóvenes y adultos. En ese sentido, se prevé una multa con trabajo comunitario, de acuerdo con las posibilidades del infractor”, manifestó Giorgetti.
Finalmente, la concejala opositora dijo que los chicos de la Juventud Radical están pidiendo una mesa de diálogo con otras juventudes para debatir la incorporación de alternativas de esparcimiento para jóvenes, ya que actualmente no hay demasiadas opciones.
“La idea es que se definan protocolos y que se habiliten espacios para que los jóvenes no vayan a las fiestas clandestinas”, concluyó Giorgetti.