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"Es un error pensar que a niños y jóvenes no les interesa el folklore"

La cantora, una de las impulsoras de la ley aprobada el año pasado para enseñar tradiciones y disciplinas folklóricas en las escuelas argentinas, analizó la influencia de las nuevas tecnologías y la necesidad de transmitir estos conocimientos de manera divertida.

En el marco del Día Mundial del Folklore, que se conmemora en esta jornada, la cantora Yamila Cafrune, una de las impulsoras de la ley que se aprobó el año pasado por la que se enseñará folklore en todas las escuelas del país, analizó la vigencia de tradiciones y disciplinas artísticas nacionales, mientras que destacó la gran presencia que tiene en la juventud y la necesidad de mantenerse actualizada con los avances en las tecnologías.

Cafrune realizó la semana pasada su primer espectáculo en vivo a través de sus redes sociales, desde su casa en Cañuelas (Buenos Aires) y en la jornada de hoy avanza en la inclusión de gran parte de su discografía en las plataformas digitales. Al mismo tiempo, avanza en un libro sobre su vida y la obra de su padre, Jorge Cafrune, mientras prepara un nuevo disco: “Del jazmín a la revolución”.

- Se celebra el Día del Folklore, ¿cómo lo conmemora desde su música?

- Junto a un grupo de mujeres, para este Día Mundial del Folklore interpretaremos “Esa Musiquita”, de Teresa Parodi, mientras que largaremos de manera online una serie de presentaciones en vivo de las que hay muy buen registro, con canciones interpretadas en muy buena calidad. Así mostraremos todo el trabajo que hemos mantenido durante tantos años y que quizás no tuvo una gran difusión por no estar en un ámbito de grandes discográficas internacionales.

- A fines de 2019 se aprobó la ley nacional de Folklore, normativa que se esperaba reglamentar en 2020 y no pudo llevarse a la práctica, pero se trata de una iniciativa por la que vienen trabajando desde hace muchos años.

- Durante muchos años participé de un proyecto llamado “El Folklore va a la Escuela”, y el proyecto de la ley es de la Academia Nacional de Folklore, que acompañaron muchos diputados y senadores. Lo que pasa es que toda ley debe tener su reglamentación y forma de aplicar, para luego ser incorporada en cada provincia. El Consejo Nacional de Educación es el que tiene que definir el folklore en las escuelas, para que no sea solamente enseñarles a los chicos a cantar una chacarera, sino el sentido más amplio de folklore. Este año hubiera sido maravilloso para trabajarlo, pero tampoco se hubiera aplicado, en todo caso en la formación de docentes para luego llevarlas a las aulas. Los chicos que se forman para maestros no tienen una capacitación en folklore porque no está la materia, sin embargo, está la Universidad Nacional de las Artes, que ahí sí se reciben profesores que serían la mejor inversión a realizar desde la educación para empezar a dictarlo en las escuelas.

Cafrune explicó que en este marco se contemplan todas las aristas de lo que se considera como folklórico, “desde el vestuario hasta las costumbres”, y que luego de esta primera etapa con los profesores, se puede continuar con el trabajo de las mismas maestras de grado que enseñen folklore.

- ¿Qué realidad se observa en los jóvenes en relación al folklore?

- Creo que hablamos de más cuando decimos que a los chicos no les interesa el folklore, porque sinceramente todas las veces que hemos hecho presentaciones en las escuelas todos bailaban y cantaban cada una de las canciones. Les preguntábamos quiénes sabían bailar y salían todos, con los docentes y alumnos mezclados, experiencias re-lindas, en las que incluso se subían al escenario los nenes y demostraban lo que sabían de malambo, por ejemplo. Esto quiere decir que según cómo se enseñe el folklore, sin que sea algo que estudien de memoria, sino que algo en lo que se diviertan, sabiendo las historias de nuestros próceres, así a chicas y chicos les encanta. El resultado es excelente, en todos lados, no sólo tuvimos esa experiencia en Buenos Aires, sino también en la Patagonia o lugares como Córdoba.

- ¿Se evidenciaba una realidad diferente en espacios educativos públicos que los privados?

- Creo que sí, aunque no lo puedo asegurar en un 100%. Nuestro trabajo estaba dedicado a las escuelas públicas y rurales, mientras que no sabemos cómo reaccionarían los chicos en las privadas. En la localidad que vivo, Cañuelas (Buenos Aires), las escuelas privadas realizan muchas actividades para fechas patrias, pero no es lo normal. En general es en las públicas y rurales donde más respuesta hay a este tipo de contenidos.

- ¿Qué tipo de contenidos se contemplaba enseñar en el marco de esta legislación?

- Hay muchos temas, como pueden ser también las leyendas, o costumbres como la de tomar mate. Todo eso es folklore, no son costumbres traídas de Europa, y hay que hacerles dar cuenta a los chicos de que muchas de las cosas que hacen en el día son folklóricas, por más que no se den cuenta de ello. Cuando defenestran el folklore lo hacen de un modo muy grosero, en especial los más grandes, que cuestionan el interés de los chicos de estas costumbres. Hay leyendas de la yerba mate, del ceibo como flor nacional, y con sus historias se puede trabajar desde muchas asignaturas en la escuela: lengua, biología, música, arte, historia. Hay muchas cosas que hemos visto en las que los chicos se enganchan.

- En esta defensa de lo folklórico nacional, se evidencia una eterna división que viene desde la idea de “civilización y barbarie”, en la que se rechaza lo propio y valora positivamente lo europeo o norteamericano. En este marco, resulta clave que los chicos conozcan de sus tradiciones.

- Ese es el objetivo, tener un poco de identidad nacional, saber qué es lo que nos pertenece. En nuestra cultura hay muchas cosas buenas, las culturas no pueden ser comparadas y decir que la europea es superior a la mía. Son propias de cada país. Se puede decir que un estilo musical es más elaborado que otro, pero no hay cánones en los valores. Sí, a todos los argentinos y argentinas, nacidos en determinada época, nos parieron mirando a Europa, y es muy fácil decir que lo que viene de allá es mejor que lo creado en nuestro país y hace que no se tenga en cuenta lo propio.

- ¿Cómo muta la idea de folklore, dejando de lado esa idea de que el folklore es “lo viejo”, e incorporando otras herramientas, como lo ha sido la virtualidad durante la pandemia?

Si uno dijera que sólo el folklore que sirve es el antiguo y toda la tecnología moderna está mal, o no nos pertenece, no podríamos hacer los shows virtuales. No podríamos pensar en el uso de todos los nuevos equipos que nos permiten difundir nuestro trabajo. No se puede ser obtuso y decir que lo de antes era mejor, que era preferible salir a cantar a capella y con una sola guitarra. Pasa que si, por ejemplo, te vas a Cosquín pensando en tocar así no te escucha ni el de la primera fila.