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Prevén recuperar Notre Dame en 5 años

“El incendio nos recuerda que siempre tendremos pruebas que superar”, afirmó el Presidente en un mensaje al país. Advierten vulnerabilidades en la estructura de la catedral. La principal hipótesis es que fue un accidente

Tras el pavoroso incendio que arrasó parte de la Catedral de Notre Dame de París, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó ayer que desea que este símbolo religioso mundial sea reconstruido en cinco años.

"Reconstruiremos la catedral aún más bella y quiero que esté acabada en cinco años", dijo el jefe de Estado desde el Palacio del Elíseo, en un mensaje a la nación.

El incendio en la tarde del lunes de la catedral parisina, un ícono del cristianismo, fue seguido en directo por millones de personas en todo el mundo. El tejado del edificio, de 850 años de antigüedad, empezó a arder por razones aún desconocidas, y las llamas estuvieron a punto de engullir todo el edificio.

El siniestro se prolongó durante más de 12 horas, pero los cimientos del edificio resistieron. Su suerte se jugó en "un cuarto de hora, o apenas media hora", hasta que los centenares de bomberos movilizados consiguieron dominar las llamas, según el secretario de Estado de Interior, Laurent Nuñez.

"El incendio de Notre Dame nos recuerda que nuestra historia no se detiene nunca y que siempre tendremos pruebas que superar", dijo Macron.

El incendio no acabó con los tesoros de la catedral, entre ellos la Santa Corona de espinas -que la tradición considera que llevaba Jesucristo durante su crucifixión-, pero las llamas destruyeron dos terceras partes del entramado del tejado, una maravilla de la arquitectura de madera europea, y su emblemática aguja.

Anoche, el Ministerio de Cultura francés informó que el gallo de cobre que estaba situado en lo más alto de la aguja fue hallado entre los escombros.

Pese a que sigue en pie, las autoridades informaron que se han identificado "vulnerabilidades" en la estructura del edificio, en particular en la bóveda y en una parte del transepto norte, lo que obligó a evacuar cinco edificios vecinos.

A rezar y mirar

Los parisinos y extranjeros desfilaron durante la jornada ante la explanada del monumento, para depositar flores, rezar o simplemente contemplar el desastre.

Aunque por el momento se desconocen sus causas, las autoridades privilegian la pista accidental, potencialmente ligada a las obras de restauración que se estaban realizando en el tejado del templo. 

Unos quince obreros que trabajaban en la obra están siendo interrogados.

El papa Francisco, que tenía que hablar ayer con Macron, pidió la "movilización de todos" para que Notre Dame pueda volver a ser "el patrimonio arquitectónico y espiritual de París, de Francia y de la humanidad".

El presidente Donald Trump mandó un mensaje de "condolencias". 

Gobiernos del mundo entero ofrecieron su ayuda, la colaboración de sus mejores artesanos.

En contraste con el optimismo de Macron, los expertos consultados por la AFP coincidieron en que se necesitarán "entre 10 a 20 años como mínimo" para recuperar Notre Dame con las mismas técnicas del siglo XII, cuando empezó a ser construida.

Tregua política

El incendio de Notre Dame trastornó la agenda política en Francia. Macron no hizo alusión en su discurso a las esperadas medidas que tenía previsto anunciar para sofocar la crisis de los "chalecos amarillos", que estalló hace cinco meses.

Notre Dame acompañó la historia de París desde la Edad Media. 

Bajo sus bóvedas fue coronado emperador Napoleón en 1804. Sus campanas anunciaron el 24 de agosto de 1944 la liberación del yugo de los nazis y en ella se celebraron los funerales de jefes de Estado como Charles de Gaulle o François Mitterrand.

Las campanas de todas las iglesias de Inglaterra repicaron al unísono ayer a las 18.50, cuando se inició el incendio. 

Graves daños y algunos tesoros a salvo

El fuego quemó la armadura de madera del tejado de más de 100 metros de longitud de Notre Dame, conocido como "el bosque" por el gran número de vigas que hubo que utilizar para instalarlo, así como la aguja a 93 metros de altura, uno de los símbolos de París.

Las dos torres emblemáticas de la fachada se mantuvieron en pie, así como el gran rosetón del lado sur, pero las primeras imágenes del interior del templo dejan entrever un montón de escombros y vigas ennegrecidas, así como dos grandes agujeros en las bóvedas.

Decenas de bomberos, expertos y voluntarios hicieron una cadena humana, que implicaba un gran riesgo para sus vidas, con el fin de sacar los tesoros más importantes. Además de la Santa Corona, la túnica de San Luis, y otros objetos.

La aguja de la catedral, símbolo emblemático del monumento a 93 metros de altura, agregado por el arquitecto Eugène Viollet-Leduc en 1859-1860, se derrumbó el lunes poco antes de las 20.

Reliquias

En su interior tenía, según la Iglesia, las reliquias de Santa Genoveva y San Denis, así como un fragmento de la corona de espinas de Cristo, que supuestamente protegía a los parisinos.

Gran parte de la armadura del tejado quedó destruida y el techo interior dañado.

Una parte de la bóveda se desplomó.

El gran órgano del siglo XV -con cinco teclados, 109 teclas y casi 8.000 tubos- está a salvo, aun cuando su estructura sufrió al quedar cubierta de escombros, polvo y agua. El órgano pequeño, que se encontraba bajo la aguja, resultó fuertemente dañado por el fuego, según uno de los tres organistas titulares de la catedral, Philippe Lefèvre, que toca desde hace 35 años. 

Los dos torres se mantuvieron en pie, las cuales albergan las cuatro campanas de la catedral, que evitaron la caída irremediable de toneladas de bronce, incluida la famosa campana mayor, que por sí sola pesa 13 toneladas. 

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