Con el dólar blue que ayer cerró a 317 pesos y superó su techo histórico y una inflación desbocada, el Gobierno observa con preocupación el "complejo" panorama económico que atraviesa la Argentina. Desde el kirchnerismo comienzan a pedir diálogo y acuerdo con la oposición para tranquilizar la turbulencia económica.
"Hay que bajar los decibeles de la confrontación; tenemos que sentarnos todos y discutir para ponernos de acuerdo en qué modelo de desarrollo productivo queremos", explicó a la agencia Noticias Argentinas un integrante del Gabinete nacional.
En esa línea, dirigentes del Frente de Todos comenzaron a participar de conversaciones informales con referentes de Juntos por el Cambio, pero consideran "sumamente importante" que desde las cúpulas del oficialismo y la oposición puedan "ponerse de acuerdo en temas centrales".
"Tenemos que tranquilizarnos para que baje el dólar y el clima de expectativas", reflexionaron fuentes con despacho en Balcarce 50, que además hicieron hincapié en los encuentros que la vicepresidenta Cristina Kirchner viene manteniendo con dirigentes de diversos espacios políticos.
La estrategia de tender puentes con la oposición fue blanqueada por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien durante un acto en el partido bonaerense de Florencio Varela pidió "ayuda" a los dirigentes de Juntos por el Cambio y reconoció que "hay muchísimas dificultades".
"Nosotros no somos del odio, ni de la agresión, ni de la violencia, pero creemos que la única verdad es la realidad. Vivimos cuatro años de esas desgracias y hoy necesitamos ayuda, también de nuestra oposición", puntualizó el mandatario provincial.
Sin tiempo que perder
Si bien el pedido de tregua con la oposición se viene gestando desde hace tiempo, el agravamiento de la crisis económica aceleró el proceso, además del complejo panorama que planteó la ministra de Economía, Silvina Batakis, durante una reunión de Gabinete en la Casa Rosada (ver aparte).
Mientras tanto, todos miran al presidente Alberto Fernández y a Batakis, aunque el tiempo pasa sin que se tomen medidas de fondo. A todo esto, el jefe del Estado continúa con su agenda y minimiza el impacto de los saltos del dólar, como intenta instalar a diario su vocera, Gabriela Cerruti.
“Sin un consenso mínimo y un gesto de arriba (por el Presidente y la vice) no se puede”, explicó un integrante del Gabinete nacional, quien recordó que la expresidenta hizo un pedido similar en su última presentación. Según confió uno de sus habituales interlocutores, la expresidenta mantiene diálogos con dirigentes de todos los partidos, preocupada por la aceleración que adquirió la crisis.
Fue desde El Calafate donde aseguró que no iba a “revolear” ministros. Allí Cristina Kirchner hizo un llamado que trascendió al Frente de Todos y pidió “una discusión en serio de los problemas que tenemos en un mundo donde todo tiende a agravarse”. Según dijo, ella no renunciará a sus ideas ni pedirá a “nadie que renuncie a las de ellos”, pero advirtió sobre la necesidad de “encontrar un punto de coincidencia común, si no, no va a haber Argentina para nadie”.
En este escenario de fragilidad y temor, Kicillof, que mantiene una comunicación directa con Batakis y está “muy preocupado” por la situación económica.
En esto también trabaja el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. En las conversaciones que mantuvo en las últimas semanas con Fernández y la expresidenta, Massa planteó una agenda de cinco temas a llevar adelante entre septiembre y marzo por fuera de la agenda electoral. El tigrense está hablando con actores de la oposición.
Otro de los que mantiene canales abiertos es el ministro del Interior, Wado de Pedro. Algunos funcionarios recordaron que hace solo dos semanas en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), el dirigente de La Cámpora convocó públicamente a Horacio Rodríguez Larreta a un acuerdo.
“Escuché el discurso del jefe de Gobierno donde convocaba a discutir metas con todos menos con el kirchnerismo. Pero igual quiero convocar a Rodríguez Larreta, también, a consensuar la estrategia productiva. Porque ese consenso tiene que ser una de las políticas que no se puedan cambiar”, sostuvo el ministro político.
Apenas un esbozo de diálogo
Fuentes oficiales reconocieron que la posibilidad de avanzar con una convocatoria aún es algo lejano e incluso marcaron límites. Por el nivel de enfrentamiento, en la Casa Rosada admitieron que no hay posibilidad de dialogar con el expresidente Mauricio Macri, sino que la apuesta está focalizada en los gobernadores, intendentes y jefes de los bloques parlamentarios.
Así, mientras cada vez más sectores del kirchnerismo y del massismo reclaman tender puentes con la oposición para tranquilizar al dólar y los mercados, lo cierto es que en la oposición miran con desconfianza cualquier acercamiento.
El diputado Mario Negri dijo ayer que “urge que el Gobierno ponga un torniquete a la crisis que creó, por que el país “se desangra”.
Y le pidió al oficialismo que “deje empujarse y de lanzar globos de ensayo”.
“Discutiremos todas las leyes en el Congreso, pero primero tienen que tener un plan de estabilización”, indicó, pero advirtió luego que “JxC no va a cogobernar”.