En un cuarto intermedio, Sandra Guirado, madre de la víctima, tomó contacto con la prensa y apuntó contra Alejo Arias, quien para ella se debería sumar como imputado. Éste, si bien no participó de la golpiza, no detuvo a los agresores, según relató la mujer.
"Estamos con una incertidumbre terrible, yo estoy impaciente, nerviosa, esperando que todo llegue a un final feliz", declaró.
Consultada sobre qué significaría un final feliz en este proceso, respondió: "Justicia; que vayan presos los que tienen que ir presos".
Si bien recalcó que "por más que se haga justicia, Jesús no va a volver, pero se debe hacer justicia; esto no puede quedar así".
A su vez, reconoció que al ver a los imputados frente a frente le faltaba el aire y que durante este tiempo bajó diez kilos, además de perder a otra hija por otros motivos, la cual se terminó suicidando.
El debate se inició pasadas las 9.30 en la Cámara en lo Criminal y Correccional de Río Cuarto donde se aguarda que cuatro testigos declaren en la primera audiencia.
Se espera que el juicio se extienda para los días 14, 24, 25 y 28 de octubre y habrá un estimativo de entre 15 y 20 testigos que prestarán declaración.
La fiscalía insiste que Mellano y Cabrillana actuaron con intencionalidad y sin que existiera legítima defensa, por lo que podrían recibir una pena de prisión efectiva.