Referentes de Juntos por el Cambio apuntaron ayer contra el gobierno nacional por haber derogado el decreto del expresidente Mauricio Macri que impedía el ingreso a la Argentina de extranjeros con antecedentes penales y afirmaron que la nueva medida fomenta "la inseguridad" y "el crimen organizado".

"El Gobierno sigue retrocediendo. Con la derogación de este decreto que impulsamos desde el Ministerio del Interior y Migraciones en 2017, lo único que hace el Presidente es favorecer el ingreso irregular al país del crimen organizado, delincuentes y narcos", se quejó en Twitter el exministro del Interior Rogelio Frigerio.

Al respecto, dijo que el decreto "aceleraba los procesos de expulsión de extranjeros con antecedentes penales, reduciendo plazos y eliminando instancias, respetando todas las garantías reconocidas internacionalmente (doble instancia, revisión judicial efectiva y patrocinio letrado)".

"En consecuencia, aumentaron significativamente las cifras de expulsiones. Por medidas como esta, bajaron durante los cuatro años de nuestro gobierno todos los índices delictuales", remarcó.

Y finalizó: "La Argentina, por tradición, siempre fue un país abierto a la inmigración. En nuestra gestión radicamos casi 800 mil extranjeros. Lo único que genera el gobierno derogando este decreto es abrirle las puertas al crimen organizado".

“Importación de delincuentes”

El diputado Cristian Ritondo usó la misma red social para plantear que con la derogación del decreto que dispuso el Gobierno se "da vía libre a la importación de delincuentes", mientras los argentinos "sufren" por el accionar del "narcotráfico" y "la inseguridad".

"Derogar un decreto que beneficiaba a la seguridad nacional es atentar directamente contra los ciudadanos", lamentó.

Por su parte, la exministra de Seguridad y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich, sostuvo en Twitter que "el Presidente le manda un mensaje a los delincuentes y a los narcos", y consideró que al Gobierno "no le alcanzó con liberar presos propios" y "ahora pretende que personas con antecedentes puedan entrar libremente a delinquir en nuestro país".

En tanto, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, dijo que la decisión "es incomprensible" y planteó que "en vez de pensar en la gente, derogan el decreto" que establecía que "el que viene a hacer daño, matar o robar no puede quedarse en la Argentina".

El diputado radical Luis Petri se sumó al rechazo y advirtió que "abrirles las puertas a extranjeros con antecedentes penales no fomenta la Patria Grande sino la inseguridad".

"No hay país en el mundo que permita el ingreso a su territorio de extranjeros con antecedentes penales que intenten eludir a la Justicia de sus países de origen. Es gravísimo y demuestra que la política de seguridad de este Gobierno abandona a la sociedad y a las víctimas", indicó.