El esperado encuentro entre los cuatro dirigentes del agro que conforman la mesa de enlace nacional y el ministro de Economía, Luis Caputo, terminó ayer sin anuncios o medidas concretas. Los representantes de los productores dejaron el edificio de gobierno sin lo que fueron a buscar: que la baja de retenciones que Caputo anunció como temporal hasta el 30 de junio queden definitivamente y se construya además un sendero de baja hasta ser eliminadas totalmente. El ministro insistió en que la fecha tiene que ver con las posibilidades que tiene el Gobierno de sostener la medida sin dañar el equilibrio fiscal. La noche anterior, el funcionario había expresado en una entrevista televisiva que “habían invertido 1.000 millones de dólares” en tomar esa decisión. Es todo lo que podían ofrecer por ahora.
El campo elogió la medida pero sugiere continuarla para tener un horizonte de mayor confianza y previsibilidad. Pero Caputo explicó que por ahora eso no será posible para no afectar el equilibrio fiscal.
Sí, el Gobierno prometió que el próximo gravamen que eliminará será el Impuesto al Cheque. Alrededor de la mesa estuvieron los presidentes de Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino; de CRA, Carlos Castagnani; de Federación Agraria, AndreaSarnari; y de Coninagro, Lucas Magnano. Del otro lado, Caputo junto al titular del Arca, Juan Pazo y el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta.
Tras la reunión, los dirigentes revelaron que desde el Gobierno se comprometieron a que el próximo impuesto que se tocaría es el de los débitos y créditos, conocido como el impuesto al cheque.
Este compromiso se da en un escenario en el que el sector todavía espera definiciones sobre la campaña gruesa, golpeada por la falta de humedad en los suelos.
Sobre retenciones, los dirigentes plantearon la necesidad de que siga la tendencia a la baja de las alícuotas y que en la medida de lo posible, se vuelva permanente. Además, pidieron que el Gobierno se involucre en explicarle a los productores la conveniencia de vender con la baja de las alícuotas; algo que por ahora parece importarle más al Gobierno que a los productores.
Esto responde a que si bien la venta de granos ha tenido un mayor dinamismo al que mostró los días anteriores, hay dudas sobre si el beneficio llegará al bolsillo de los agricultores.
Andrea Sarnari, de Federación Agraria, explicó luego del encuentro que dejaron “sobre la mesa la preocupación por la situación crítica que están pasando los productores, le planteamos también la necesidad de que el camino de baja de retenciones iniciado continúe y no termine el 30 de junio como se anunció y que haya previsibilidad, especialmente porque a fines de junio vamos a estar implantando trigo. En ese marco hablamos del alivio fiscal en general que necesita el productor, porque no todo es soja, trigo y maíz en Argentina”, recordó la titular de la entidad que representa a los pequeños productores, especialmente de muchas economías regionales.
“La falta de infraestructura es otro punto importante que le expresamos al ministro; en particular sobre la necesidad de mejorar y reformar rutas y accesos a puertos. La respuesta fue que están trabajando con los gobiernos provinciales para avanzar en esos temas. Se hizo hincapié en la obra de la cuenca del Salado que incluye a varias provincias. Y trabajamos sobre la posibilidad de tener una mesa de diálogo frecuente con las autoridades”, dijo la dirigente.
Otro punto que inquieta a las entidades está vinculado al futuro del Inta y el Senasa y que algunos anticipan que podrían ser parte del nuevo mega DNU que prepara el Gobierno. “Respecto a la preocupación por los rumores sobre el Inta fueron también planteados en la reunión y la respuesta fue que están pensando en una reestructuración para hacerlo más eficiente, pero no fueron puestos en duda ni el Inta ni el Senasa”, afirmó Sarnari.
Magnano, de Coninagro, completó la idea: “Nos dijeron que están trabajando pero que no va a ocurrir nada raro con esos organismos. Le hemos pedido porque nosotros somos parte de muchas de esas instituciones. Puede ser que a lo mejor haya algún tipo de retoque, pero eso no lo sabemos”.
Por su parte, Nicolás Pino, de Sociedad Rural, remarcó que “estamos dispuestos a seguir adelante siempre pidiendo que los derechos de exportación, que nos parece el impuesto más injusto que le puede caber a una producción, tiene que desaparecer. Del lado del gobierno entienden eso, lo que nos piden es ver que las condiciones sean lo suficientemente sólidas en lo que es la macroeconomía para poder seguir tomando medidas de ese tenor”, indicó, todavía en las escalinatas del edificio de Economía.