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El fiscal pidió perpetua para Gambero y la defensa, absolución: hoy se define

El veredicto saldría no antes de este mediodía. Después de los alegatos finales, ayer, se pasó a un cuarto intermedio y está previsto que la audiencia continúe esta mañana desde las 9, con las palabras finales y la deliberación del jurado popular

En la recta final del juicio por la muerte del “bebé sacudido”, el fiscal pidió prisión perpetua para Gonzalo Gambero, padre del niño, y la defensa, su absolución. Entre los dos extremos, hoy se definirá la suerte del único acusado en la causa. Tras una maratónica jornada, ayer se decidió un cuarto intermedio y, según lo previsto, el veredicto saldría no antes de este mediodía. Todo comenzará a las 9 de la mañana de hoy, cuando se escuche por última vez a las partes y se dé paso a la deliberación del jurado popular para resolver sobre el caso. Así lo confirmaron anoche altas fuentes judiciales, después de casi 12 horas de debate.

“Está prevista la última palabra que le corresponde a la señora Lucrecia Piñeiro, y luego dice el imputado su última palabra. Después viene un plazo de instrucciones a jurado, en el que se les dan algunas pautas de evaluación de la prueba. Y finalmente, viene la deliberación del jurado solo, la deliberación en conjunto y finalmente el veredicto”, detallaron fuentes judiciales.

Los legos que ejercen como jurados tendrán que tomar una decisión difícil entre las dos posiciones antagónicas planteadas por la acusación y la defensa.

El fiscal fue por todo

En el arranque de la maratónica jornada de ayer, el fiscal de cámara Julio Rivero cerró su extenso alegato final con el pedido de prisión perpetua para Gonzalo Gambero, quien a su criterio debía ser declarado "autor material y penalmente responsable de los delitos de lesiones graves calificadas por el vínculo reiteradas, en un número indeterminado de ocasiones, a título de delito continuado y de homicidio calificado por el vínculo en concurso real".

En el último tramo de su exposición, el magistrado hizo una apelación emocional, seguramente dirigida a conmover a los jurados populares antes de que deliberen sobre la suerte del acusado.

"Desde el 22 de agosto del 2017 a las 5 menos cuarto de la tarde, cuando ingresó muerto al Hospital, el niño descansa en paz. ¿Saben por qué? Porque, como dice el doctor Nievas, el niño se fue porque no aguanto más. Por supuesto que la la voz del niño es Lucrecia Piñeiro, pero yo me voy a permitir a la osadía de haberme convertido en este juicio en la voz del niño. Y como en este juicio fui la voz del niño, debo decirle señor Gambero que a pesar de que yo no me pude conectar con su hijo vía biodecodificación, quiero que sepa que, siete años después, su hijo lo vuelve perdonar", dijo.

Además, pidió que se analice "la posibilidad de que se reconozca a la señora Lucrecia Piñeiro como víctima de violencia de género" en este caso.

Sabena pidió la absolución

También extenso y pormenorizado, el alegato final de la defensa sostuvo la inocencia de Gonzalo Gambero y pidió al tibunal y a los jurados populares que sea absuelto por falta de pruebas en su contra.

Rosa Sabena cuestionó toda la prueba y pidió absolver a Gambero.

Su abogada, Rosa Sabena, manifestó estar totalmente convencida de la inocencia de su defendido. Y señaló: “No hay ninguna prueba en el expediente que acredite que Gonzalo Gambero cometió el horrible hecho del que se lo acusa. Tenemos cómo demostrarlo y creemos que la Justicia y los jurados van a hacer lo correcto".

En el mismo sentido, la abogada defensora aseguró que no son válidas como prueba las declaraciones en cámara Gesell de la hija de Gambero y Piñeiro, hermana del bebé fallecido. En tal sentido, dijo que las respuestas de la niña, lejos de ser espontáneas, fueron direccionadas por el psicólogo que la entrevistó y por influencia materna.

Por otro lado, Sabena también cuestionó los testimonios de los médicos que atendieron al bebé en el Hospital San Antonio de Padua, sobre todo en el énfasis que ponen en la proximidad temporal que existiría entre un episodio de zamarreo al bebé y su muerte. Ella sostiene que, por el contrario, entre una cosa y otra puede haber una diferencia de varias horas.

"Hablan de 10 minutos. Eso no existe en la ciencia médica. Lamentablemente, como dijo un gran neurólogo que vino acá, para que ocurra en 10 minutos, tiene que haberle pegado un tiro en la cabeza. Todo el mundo indica que como mínimo hay una diferencia de 20 horas. Hasta el propio tío del bebé dijo que pueden pasar 72 horas, y es neurólogo", sostuvo Sabena.

Al final, las partes dejaron ayer muy en claro que plantean posiciones fuertemente antagónicas. Incluso varios de los cruces entre el acusador y la defensora excedieron el marco de lo formal, y exigieron la intervención del tribunal.