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Cultiva Huidobro: el desafío de dos amigos con la hidroponía

Dos amigos, Rodolfo Calise y Miguel Amín, con espíritu emprendedor, conocimientos, ganas y un terreno. Hoy, socios del primer invernadero local hidropónico, un boom como alternativa eficiente de cultivos

Hacer algo distinto, buscar nuevos rumbos, nuevas alternativas, un hobby.

“Un desafío, hacer algo desconocido”, dicen Rodolfo Calise y Miguel Amín, dos huidobrenses que iniciaron un proyecto de producción con hidroponía, un sistema que solo abastece de agua a las plantas sin tierra.

Son amigos hace pila de años; Miguel trabaja como transportista y Rodolfo, en la siembra y cosecha de soja.

“Desde hace cuatro años vengo investigando sobre lo hidropónico, leyendo mucha información en las redes y YouTube”, dice Miguel, curioso ante este procedimiento.

Al tener un terreno sin uso, le consultó a su querido amigo qué destino se le podía dar y ahí comenzaron a buscar alternativas distintas e innovadoras; ”algo que tenga que ver con huertas e invernadero porque nos gusta”, expresan hoy los socios del Invernadero Hidropónico “Mil Hojas”, de Villa Huidobro.

Y así fue que comenzaron a incursionar en algo nuevo, un desafío para ellos. Dos personas muy laburadoras de 52 y 45 años que apostaron y se animaron a “hacer algo distinto con la base mínima, pero siempre estudiando y avanzando para mejor”, asienten los amigos y socios, quienes se entusiasmaron en este nuevo proyecto.

El Invernadero “Mil Hojas” está ubicado en la calle Dr. Pérez al este del radio urbano local. Cuenta con más de 300 metros cuadrados, donde a través del sistema productivo en hidroponía cosechan lechuga crespa o mantecosa y rúcula.

Más de mil plantas se abastecen de agua en estructuras de caños, un trabajo manual de los huidobrenses y ayuda de amigos y familiares.

El invernadero cuenta con luminosidad para favorecer el desarrollo de los vegetales.

“Hacer algo distinto e innovador en la zona”: hoy cuentan con un invernadero en Huidobro de 300m2 y cultivan lechuga y rúcula de manera hidropónica.

“Es un emprendimiento, 70% hobby, 30% comercial. Nos gusta, tenemos otra actividad que nos lleva tiempo, pero esto lo tomamos como un desafío”, dice Miguel y agrega su socio: “Fuimos a otros invernaderos, investigamos con personas que realizan este tipo de procesos; yo, por ejemplo, nunca había comido lechuga hidropónica”.

Más, el camino de estos dos amigos y su emprendimiento innovador poco a poco los llevó a conocer un nuevo mundo, desconocido, pero con las ganas de seguir asesorándose para una mejor calidad.

Así fue que asistieron al Congreso Hidropónico en Córdoba, en el cual recibieron muchísima información, que Miguel y Rodolfo apuntan: “Nos nutrimos muchísimo, por ahí nos mirábamos y decíamos en qué nos metimos, porque era muy técnico. Pero nos han ayudado muchas personas que saben y leemos siempre”.

Explicando el día a día en el invernadero, comentan que trabajan con agua del aljibe, corrigen el ph y le agregan los productos para los nutrientes para que esa agua sea utilizable.

“Es muy poco el consumo de agua; para darte una idea, entre siembra y cosecha de una planta solo se necesitan entre tres y cuatro litros de agua para ese ciclo”, expresa Rodolfo en una entrevista en un medio local “Radio FM.96.5 Power Station”.

Ya hoy han realizado su primera siembra con sus respectivas ventas de lechuga y rúcula.

En su circuito, cuentan con mil posiciones, es decir, un espacio para mil plantas.

“Cada diez o quince días, intentamos tener disponibles a la venta unas cuatrocientas plantas. Queremos que la gente venga y que elija sus productos”, expresan los propietarios de “Mil Hojas”.

Además, mencionaron que este tipo de procedimiento para los vegetales tiene cero contaminación de tierra, por lo que no se utilizan agroquímicos, pesticidas ni insecticidas y cada una de las plantas está en un ambiente controlado y trabajado manualmente por ellos.

Ante esta innovación y el gran recibimiento de la comunidad huidobrense y de la zona, Miguel y Rodolfo agradecen a quienes han visitado su invernadero, les han dado consejos e incluso felicitarlos por animarse, por hacer y por innovar en algo desconocido que ayuda al cuidado del medioambiente. Por lo tanto, hoy, el invernadero hidropónico "Mil hojas" no sólo se convirtió en un emprendimiento exitoso de dos amigos, sino que es un nuevo espacio para colegios e instituciones que hoy quieren aprender del sistema hidropónico, una producción sustentable y con gran rendimiento.