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Toma de terrenos en Holmberg: control estricto y custodia de Gendarmería

La fuerza nacional desalojó de manera pacífica a los ocupantes. El perímetro está cerrado para el tránsito particular y hay vigilancia permanente. Vecinos de la zona, a favor pero temen por lo que ocurrirá cuando se retire la seguridad del lugar

La toma de terrenos fiscales en el predio que pertenece al ferrocarril en Holmberg tomó fuertes repercusiones esta semana, tras el allanamiento que realizó el pasado lunes la Justicia Federal en la Municipalidad. Según relevó Puntal, el sector en cuestión -que se ubica pasando el límite del ejido urbano- está completamente cerrado. Allí está enclavado ahora un puesto fijo con personal de Gendarmería que realiza custodia permanente del lugar. Dos efectivos se encuentran apostados allí en una casilla e impiden el tránsito de vehículos particulares, hay un vallado con conos y una cinta a modo de cerco. Los uniformados realizan un control minucioso para evitar que se repitan usurpaciones.

Hace unos siete días la fuerza nacional llegó al lugar y desalojó de manera pacífica a quienes habían loteado clandestinamente el lugar. Actualmente los terrenos están vacíos, solo quedan algunos alambres y los restos de las divisiones precarias con palos y maderas que habían realizado los ocupantes. En el espacio se encontraban más de 100 lotes de distintos tamaños que habían sido marcados ilegalmente por personas de la localidad pero también se detectó la presencia de ciudadanos de Río Cuarto.

Los vecinos de la zona, en diálogo con este medio, se mostraron aliviados con el despliegue de los uniformados nacionales e indicaron que se sienten más seguros. No obstante, advirtieron que ven con preocupación la posibilidad de que la vigilancia se retire y vuelvan a tomar el espacio.

“Agradecemos que esté Gendarmería pero el problema viene si ellos se van, qué va a pasar”.

“Realmente nos da mucho miedo, hace más de 20 años que vivimos acá y siempre fue una zona tranquila. Y de repente de una día a otro vemos que empiezan a llegar y ocupar terrenos, vimos camionetas de gente que no sabemos ni quiénes son. Es una situación que nos genera mucha inseguridad”, relató una mujer residente aledaña al predio del ferrocarril.

Otro vecino manifestó que lo que más les causó malestar fue la rapidez con la que se llevó adelante la ocupación, “como si todo estuviera armado”. “Nos llamó mucho la atención todo esto porque hace años que vivimos acá. Primero en diciembre vino un chico e hizo una platea, él solo empezó a construir y me dijo que lo hacía porque necesitaba un terreno. Pero después, hace dos semanas, en un día empezó a venir gente. Yo viví en Buenos Aires y justo me vine de allá porque pasó lo mismo, empezaron a ocupar frente a mi casa y se formó una villa. Me robaban todos los días, por eso decidí irme. Y ahora estoy acá, que siempre fue tranquilo, y me encuentro con esto, es una pesadilla. Agradecemos que esté Gendarmería pero el problema viene si ellos se van, qué va a pasar”, relató el hombre.

Tras el procedimiento judicial

La Municipalidad de Holmberg retomó ayer su ritmo habitual y el intendente Miguel Negro comenzó a atender desde temprano a los vecinos en su despacho, que el lunes fue el escenario de un allanamiento, que según estimó él se debió a la denuncia por la toma de terrenos fiscales pertenecientes al ferrocarril. El mandatario admitió que nunca desde que asumió el cargo frente al Ejecutivo -que se remonta a la vuelta a la democracia en 1983- tuvo que afrontar un procedimiento por parte de la Justicia Federal.

Asimismo, dijo que no recibió respuestas oficiales del organismo judicial acerca de los motivos de la investigación que derivaron en el operativo llevado a cabo el último lunes por efectivos de Gendarmería. “Hasta ahora nadie me ha llamado, el juez (Carlos) Ochoa no se ha comunicado conmigo”, dijo.

El jefe municipal recalcó que se reunió con los vecinos que encabezaron la usurpación y les explicó que el Municipio no tenía ninguna injerencia en esas propiedades y negó rotundamente que él hubiera propiciado esta situación ilegal.

Al mismo tiempo, Negro volvió a asegurar que hubo una “intencionalidad política” detrás de la problemática teniendo en cuenta la cercanía de las elecciones y apuntó al concejal opositor Maximiliano Rosetto. “Fue muy raro que estos días previos al allanamiento estuviera por acá. Me pidió informes por la toma (de terrenos fiscales) cuando yo nunca tuve nada que ver. Incluso tengo acá la nota en la que le negué el pedido de luz a un vecino que había usurpado un terreno”, manifestó.