El presidente de Apadim Río Cuarto, Pablo Burgueño, comentó que apuestan a estos talleres de formación laboral como “una herramienta y que puedan cumplir su sueño, que es el de toda persona, de llevar a cabo su vida a través del trabajo, una de las cosas más honradas que hay”.
“Uno de los talleres de formación laboral, específicamente, que es todo lo que tiene que ver con cómo desenvolverse en el mundo laboral, tanto con los compañeros, hasta cómo ir al trabajo. Es algo que creemos que es fácil, pero a lo mejor a una persona con discapacidad le cuesta un poquito más”, explicó.
La segunda oferta es de informática básica y “herramientas digitales”, en la que se capacita sobre computación y el uso de las redes sociales para uso comercial. “Es para vender y trabajar con las redes, que son una herramienta de las más importantes hoy en día para trabajar”.
Otro de los cursos es el de atención al público, en el que se buscará desarrollar y potenciar las aptitudes relacionales y de ventas.
Finalmente, la cuarta opción educativa el trayecto de: Arte textil, que apunta al emprendedurismo a través del tejido, confección y trabajo con tela.
“Es para desarrollar una alternativa que se puede hacer desde casa, sin necesidad de ir a trabajar a otro lugar. Apunta a un oficio que tiene que ver con la tela y puedo tomarlo como una salida laboral”, detalló Burgueño.
En cuanto a los objetivos generales de esta iniciativa de capacitación, el dirigente de la ONG señaló que buscan intervenir en una problemática de fondo, como lo es la falta de oportunidades de empleo entre las personas con discapacidad.
“La idea es aportar una herramienta más y que se pueden abrir más puertas a la inserción laboral formal, que es lo que nosotros pretendemos y soñamos”, señaló Burgueño.
Desde Apadim destacan que la inclusión mejora el clima laboral.
Casi nueve de cada diez personas con discapacidad no consigen empleo.
En la Argentina, existen 1.594.888 personas con CUD y el 87,4% de ellas no cuenta con un empleo, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas con Discapacidad.
Interés en la capacitación
Por otro lado, según un relevamiento difundido recientemente por Apadim Río Cuarto, hay un fuerte interés en este colectivo por seguir capacitándose, aunque también reconocen que hay obstáculos que les impiden hacerlo.
De las personas con discapacidad que tienen entre 18 y 24 años de edad, el 20,3 por ciento abandona la educación formal antes de tiempo.
Pero el 89.9 por ciento de los entrevistados tienen interés en seguir capacitándose.
Por otro lado, consultados sobre las dificultades para conseguir trabajo, el 48 por ciento de los entrevistados considera que la principal barrera es la misma discapacidad, luego la falta de experiencia y le siguen más atrás la edad, el nivel de inglés y la falta de estudios.
Finalmente, y en otro orden, Pablo Burgueño indicó que están actualmente renovando la sede de Apadim de calle Rioja: “Nos da mucha satisfacción, porque el edificio estaba igual desde hace 20 años o más, y ahora le estamos dando color. Estamos muy contentos”, señaló.
Desconocimiento, la mayor barrera a la inclusión
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la mayor barrera que enfrentan las personas con discapacidad en el ámbito laboral es el desconocimiento.
En general, el principal preconcepto de parte de los empleadores es creer que, por tener una discapacidad, esa persona tendrá inconvenientes o imposibilidades para desarrollarse de manera idónea en un puesto de trabajo o una tarea determinada.
Un reciente informe de la consultora Adecco Argentina detectó que sólo cuatro de cada 10 empresas de nuestro país tienen vigentes programas de inclusión para personas en situación de discapacidad.
“Aumenta la productividad”
En contra de estos prejuicios, desde el servicio de empleo Amia señalan: “Al incorporar a una persona con discapacidad, los beneficios van más allá de la cuestión impositiva, ya que al contratar a un empleado con Certificado Único de Discapacidad en la Argentina y, al aplicar todos los beneficios impositivos vigentes, el costo laboral para la empresa es cero”.
Por otro lado, desde el servicio de empleo de Amia resaltan: “La experiencia indica que son trabajadores leales y estables, con baja tasa de rotación, ausentismo y accidentalidad. Además, promueve sentimientos de orgullo en el equipo, mejora el clima organizacional e incluso aumenta la productividad general. La actitud de las personas con discapacidad fomenta el esfuerzo, la solidaridad, el trabajo en equipo y ayuda a derribar estereotipos”.