Con mayor precisión, el Indec elaboró un novedoso informe en base a la encuesta permanente de hogares donde detalla que, en la primera mitad del año pasado, quienes debieron echar mano a esos recursos alcanzaron el 40% de los argentinos. Si bien después bajó levemente, nunca volvió a los niveles previos: en el segundo semestre de 2025 descendió a 38,9% y entre enero y junio de este año se ubicó en 37,4%.
El relevamiento se hizo en los 31 conglomerados en los que habitualmente monitorea el Indec, entre los que están Córdoba y Río Cuarto como representantes de la provincia.
“El porcentaje de hogares que utilizó ahorros tuvo un incremento entre 2018 y 2020, cuando alcanzó un valor cercano al 35%. A partir de entonces se mantuvo relativamente estable, hasta el primer semestre de 2024, cuando volvió a registrar una suba y llegó al valor máximo de la serie (40,1%)”, detalló el informe.
El uso de ahorros no presenta grandes diferencias entre estratos de ingreso, salvo entre 2020 y 2021, cuando disminuyó el porcentaje de hogares de mayores ingresos que declaró hacer uso de ahorros.
Ahora bien, la serie comienza a tener datos en 2016. Durante aquel año, la cantidad de hogares que utilizaron ahorros había sido del 26% y bajó un punto porcentual en 2017. A partir de 2018 comenzó un alza que se extendió hasta 2021, cuando la pandemia todavía estaba presente. El 2022 fue un año de estabilización en torno al 33% y luego inició un nuevo ascenso que dió un salto a comienzos de 2024.
En esa misma línea, y como expresión de las dificultades en las administraciones familiares, el porcentaje de hogares con uso de préstamos bancarios y del sistema financiero en general, se redujo y se estancó desde 2020 hasta 2023.
El pico de la serie se registró en el segundo semestre de 2019, y cayó durante la pandemia de Covid-19. Pero a partir de 2024, se observa un nuevo crecimiento de esta estrategia, con niveles similares a los máximos de 2019.
El informe del Indec demuestra que no todos los hogares utilizan los mismos recursos o estrategias a lo largo del tiempo.
Por eso, en los últimos años, los hogares experimentaron contextos disímiles, como durante la pandemia por Covid-19. Estas circunstancias pueden haber influido en la adopción de las estrategias de manutención.
En los últimos 9 años se observa cierta estabilidad de los hogares que compraron en cuotas o fiado, en torno al 50%, con una leve caída en el segundo semestre de 2020, período afectado por la pandemia de COVID-19, y con el porcentaje más alto en el segundo semestre de 2024.
El uso de financiamiento para los gastos familiares muestra una mayor incidencia en los hogares con ingresos elevados.