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El 70% de las industrias cordobesas mira con optimismo el 2025

De todos modos advierten que tanto la demanda interna como la externa mantienen un comportamiento inestable, con niveles insuficientes para apuntalar una recuperación sostenida

Luego de transitar un año de dificultades múltiples y alta incertidumbre, los industriales de Córdoba esperan con optimismo la llegada de 2025. En el arbolito de Navidad depositarán la esperanza por un cambio rotundo en la tendencia. Y aseguran que hay ya indicios que alimentan esa expectativa.

De hecho, en el último sondeo que realizó la Unión Industrial de Córdoba, más del 70% de las empresas anticiparon un entorno macroeconómico favorable, con mejoras en inversión, producción y desempeño del sector industrial. Además, confían en el crecimiento de las exportaciones, destacando la esperanza de una mayor apertura y nuevas oportunidades en los mercados internacionales. A pesar de la continua reducción, se espera una mejora en la rentabilidad, lo que muestra un fuerte nivel de confianza en la evolución económica y una mayor disposición a realizar inversiones estratégicas en un contexto más prometedor.

Claro que frente a ese horizonte que proyectan hay un presente que para muchos resulta agotador. Las fábricas cordobesas aún cargan con las secuelas de la contracción inicial que golpeó con fuerza a la actividad industrial, dejando un panorama marcado por la incertidumbre y el desgaste. No obstante, en medio de estas dificultades, algunos sectores comienzan a evidenciar una recuperación gradual que, aunque frágil, refleja el espíritu resiliente que caracteriza a la industria. “El volumen de producción y el nivel de inversión muestran una desaceleración en la cantidad de empresas que reportan caídas, configurando un escenario fragmentado en casi tres partes iguales: mientras una parte logra aumentar su actividad, otra experimenta reducciones, y el resto permanece estable. Paralelamente, los stocks de materias primas y los tiempos de entrega de los proveedores empiezan a estabilizarse, ofreciendo un respiro necesario tras meses de incertidumbre”, destaca el trabajo de la central fabril provincial.

En el ámbito laboral, 7 de cada 10 empresas lograron mantener estable su nivel de empleo a lo largo del año, lo que apunta a la expectativa de que la contracción en la demanda sea transitoria. El porcentaje de empresas que reportaron reducciones en sus plantillas disminuyó del 30% en el primer trimestre al 12% en el trimestre actual, mientras que un 15% informó incrementos en el empleo en este último período. Este cambio refleja una moderación en los ajustes laborales y el inicio de un proceso de recuperación. “No obstante, la drástica caída del empleo registrada en los primeros meses, sumada a la persistente debilidad de la demanda, sigue representando un desafío estructural para consolidar la recuperación”, explica la UIC.

En otro punto, el informe señala que aunque la recesión muestra señales de desaceleración, el panorama económico sigue condicionado por importantes desafíos estructurales. Tanto la demanda interna como la externa mantienen un comportamiento inestable, con niveles insuficientes para apuntalar una recuperación sostenida en el sector industrial. Entre las principales dificultades, el 41% de las empresas identifica la caída de la demanda como el mayor obstáculo, mientras que el 27% señala el incremento de costos como una presión significativa para sus operaciones. Estos indicadores no solo evidencian las complicaciones actuales, sino también las tensiones que podrían frenar el crecimiento en el corto y mediano plazo.