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"La inmunología, desde mi punto de vista, es la medicina en sí misma"

La médica alergista, Graciela Varizat, habla sobre las alergias más comunes, los órganos afectados, el advenimiento de los tratamientos biológicos y la relevancia de la prevención

Tiene como primera formación la pediatría y desde allí ejerció, durante algún tiempo, la subespecialidad de emergentología. Más tarde decide formarse en alergio-inmunología, sus hermanos son alergistas también y asegura que su corazón la llevó hacia ello. Cuenta que, pasados algunos años, necesitó tener otra visión de la medicina, y empieza a acercarse a la misma, ya no desde la enfermedad ni desde el dolor, y la problemática, sino a través de la salud, de la regeneración y la bio-regeneración, desde la belleza y la estética, por eso ha comenzado también su formación en medicina estética y dermatología estética, y esa es la última especialidad que abraza “con muchísimo cariño”, según manifiesta.

Sumados todos estos conocimientos y sus años de experiencia, Graciela Varizat (MP 14151 – ME 9352) nos llevará a través del mundo de las alergias a pocos días de conmemorarse el Día Mundial de la Alergia, que fue el 8 de julio proclamado por la Organización Mundial de la Alergia para concientizar a la población en la prevención de este tipo de afecciones.

Las alergias y la piel tienen su vínculo…

-La piel es un órgano de nuestro cuerpo, un órgano donde vemos varias de nuestras patologías y las alergias son las que más se manifiestan. Comparar los mecanismos inmunológicos de la piel sana con la piel enferma, y viendo la reparación de la piel, es que surge en mí toda esta pasión por la dermatología, y la estética, para trabajar sobre pieles sanas.

En cuanto a alergias, ¿con qué se encuentra durante la consulta?

-El paciente llega harto de una situación que lo persigue, habiendo consultado a distintos médicos y especialistas, con dolencias muy específicas. En general son problemas de vías respiratorias superiores, inferiores, problemas dermatológicos, digestivos, o antecedentes de alergias por fármacos, o a la picadura de algún insecto. Pero puntualmente, la piel, el aparato respiratorio y digestivo son los tres órganos donde se reflejan todas las patologías.

El paciente entonces llega agotado, tarde…

-La consulta a veces se demora, es cierto. Una consulta antes hubiese aliviado muchos pesares. La alergia ha sido manipulada en forma no correcta y se la relacionaba con el médico que preparaba la vacuna y nada más. La alergia forma parte de la inmunología que es el mundo de la medicina, la medicina en sí. Cada proceso que ocurre en nuestro organismo, es una reacción inmunológica, es una mini célula que manda un mensajito a un receptor que lo toma y se produce una reacción en la celulita vecina y en la otra, y así se va expandiendo al tejido. Entonces la inmunología en sí, desde mi punto de vista, es la medicina en sí. Todo tiene un trasfondo inmunológico. Por eso la importancia de la consulta al alergista.

¿Qué pasa con alergias y pediatría?

-En ese caso, es una de las consultas que más se demoran porque está el concepto de que al niño hasta los cinco años no se lo trata, y no es así. El niño desde que nace puede nacer con un perfil alérgico y ese perfil hay que diagnosticarlo, no lo vamos a tratar con tratamientos convencionales, pero hay que prevenir, una prevención que viene desde el embarazo. La mamá alérgica tiene que llevarnos a encender ciertas lucecitas rojas porque puede transmitir eso a su concepción, porque es una enfermedad genética, que se transmite de padres a hijos y de abuelos a nietos, a veces se saltan generaciones.

Graciela Varizat | Alergista

En esos casos, ¿qué cuidados habría que tener?

-Una alimentación especial, libre de conservantes, aditivos, una alimentación natural, sana, con la ausencia total de tabaco o humo de tabaco, que el ambiente de la mamá esté lo más libre de alérgenos posibles, libre de polvillo y contaminantes. Eso en lo prenatal. Cuando el niño nace la lactancia materna es fundamental, no solo la madre le da el alimento sino también le da todas las inmunoglobulinas que son necesarias para estimular su sistema inmunológico, para que crezca sano. Y mientras el niño crece hay que tener cuidado con el medio ambiente, el contacto con mascotas, el no contacto con fumadores. Todo esto forma parte de la prevención que es parte del tratamiento, no hemos hablado hasta ahora de fármacos.

¿Cuánto impacta el clima de la región en la que vivimos?

-Impacta. Todas las patologías que podemos padecer tienen un trasfondo genético, lo heredo, está en mis genes; el segundo es un factor personal, un genotipo, esa herencia la expreso como mi organismo quiere; y un tercer factor es el medioambiental que es el epigenético, todo lo que nos rodea influye en nuestro genes. Si estamos en un clima muy caluroso, muy húmedo, vamos a tener una tendencia a que se expresen más fáciles los problemas de rinitis. Si estamos en un ambiente de fumadores, o con estufas que liberan quemas de carbón, estaremos más propensos a la irritación de vías aéreas y eso lleva a la sensibilización alérgica.

¿Cómo evolucionaron los tratamientos a lo largo de los años?

-Con el paso de los años los tratamientos cambiaron. En este momento tenemos el advenimiento de los tratamientos biológicos, es aquel donde no hay sustancias químicas, el tratamiento se extrae de células humanas, bacterias y hongos, es lo que se viene. Si bien hace años que se usan, aún no están muy difundidos, por su costo, es algo muy exquisito. Por ejemplo la urticaria alérgica, se trata con un anticuerpo específico que va a ir a bloquear específicamente esa alergia. Pero volviendo a los tratamientos convencionales, nuestro tratamiento de oro es la inmunoterapia, son las vacunas. Con el paso de los años ese tipo de tratamiento ha ido cambiando, no solo está la subcutánea, el típico pinchacito, sino también la inmunoterapia oral; sublingual con gotas y ahora más simple con un spray. Por supuesto, no todos los pacientes son candidatos a este tipo de tratamientos.

Usted hace mucho hincapié en la prevención…

-Siempre para que la enfermedad mejore tenemos que hacer una tríada; primero la prevención, es decir controlo eso del medio ambiente a lo que es alérgica la persona, ese es el primer paso del tratamiento. El segundo es tener un paciente sano, no se puede tratar la alergia si el paciente esta con una inmunodeficiencia, si le falta vitamina D, si esta anémico, si tiene un cuadro infeccioso, lo tenemos que equilibrar. Y el tercer paso del tratamiento es ir a lo específico, la inmunoterapia, sí ese tratamiento es largo porque tenemos que adaptar al sistema inmune. Quiero aclarar que la vacuna no contiene drogas, ni corticoides, contiene los compuesto proteínicos de los alérgenos que son los que van a hacer que el mensaje llegue y sea leído por las células inmunes.

¿Logran el alta los alérgicos?

-En muchos casos si, por eso es largo el camino, porque tenemos que cambiarle el mansaje, son dos, tres, cinco años, hay muchas patologías que se ven muy beneficiadas, como la alergia a insectos, el asma, la rinitis, entre otras.

¿Hay reacciones que pueden llevar al riesgo de vida?

-Sí, esa es la parte oscura de la alergia. Una reacción impensada, como el contacto con un alimento, con un medicamento o con un insecto puede generar una reacción explosiva que ponga en riesgo la vida del paciente y en poco tiempo. Entonces quien haya padecido algún tipo de reacción de estas, no solo debe quedar como un evento aislado, tiene que hacer su consulta porque ante el próximo contacto con ese factor de reacción puede pasar lo mismo, o a veces no es el alimento en sí, sino un alimento contaminado con eso que nos genera la reacción.

Por Fernanda Bireni