¿Cómo tomó en lo personal este reconocimiento tan importante a nivel global?
La verdad que es muy emocionante ser reconocida fundamentalmente por la calidad que tiene este premio a nivel internacional, el L'Oreal Unesco Para las Mujeres en la Ciencia, y además representando a nuestra región de Latinoamérica y el Caribe. Así que es un enorme honor pero también una gran responsabilidad porque estoy representando a toda una región y a la ciencia de excelencia que se hace en nuestro país y en la región.
¿Se hace ciencia de excelencia aquí en nuestro país y en nuestra región?
Absolutamente. O sea, la Argentina es reconocida a nivel mundial, no solamente en Física sino en muchísimas otras disciplinas en donde tenemos investigadores no solamente reconocidos y premiados con este tipo de galardones, que tienen impactos mediáticos también, sino también por la comunidad, por las contribuciones a la comunidad. O sea, no hay creo institución donde se haga ciencia en el mundo que yo diga que soy argentina y no conozcan a alguien o se reconozca a alguien del país. O sea, que sí, es ciencia de calidad que es producto de un camino muy largo. Al menos si pienso en la Física, nosotros tenemos una tradición enorme. Por ejemplo, el Instituto de Física de La Plata, que es donde estoy y a donde pertenezco, soy la directora de este instituto, fue creado en la era fundacional de la Universidad Nacional de La Plata, así que hace más de 120 años. Y fue el primer instituto de Física no solamente de la Argentina sino de toda Latinoamérica. Fue el instituto donde se dictó el primer curso de relatividad por un discípulo de Einstein. Así que bueno, obviamente que con altos y bajos porque no siempre hay estabilidad política y económica en nuestro país, pero el desarrollo de la Física ha sido impresionante y de muchísimo impacto a nivel internacional también.
Y en esos altos y bajos que describía, ¿hoy dónde estamos?
En un bajo, porque tenemos recortes de financiación que son muy importantes y que nos preocupan porque realmente podemos tener un retroceso importante en las capacidades de formación, en las capacidades de investigación y todo eso puede llevar mucho tiempo ser recuperado. Yo creo que debería haber un cambio de rumbo en este sentido, sobre todo reconociendo que, como siempre digo, el progreso de sociedades avanzadas está completamente ligado al desarrollo de la ciencia. La ciencia realmente no es un gasto, la ciencia es una inversión que hace una nación para poder tener en un futuro un país que se apoye en la ciencia, más que un país que tenga que apoyar a la ciencia.
¿Ve hoy en las nuevas camadas el mismo entusiasmo por la ciencia que por ahí seguramente veía en la suya?
Sí, sí, incluso más. O sea, es nuestro rol también mantener viva esa llama. De la misma manera que nuestros mentores y nuestros profesores nos formaron a nosotros y nos transmitieron esa pasión por no perder nunca la curiosidad, ¿no? Yo también se lo digo a mis becarios, a mis becarias, no perder nunca la curiosidad. Que te quiten todo, pero eso nunca, porque es el gran motor el poder hacerse las preguntas, poder responder las preguntas que llevan a mover la frontera del conocimiento. Y sí, la verdad que en particular yo tengo un grupo al que dedico todos mis reconocimientos también porque creo que es un tributo a ellos, porque todo es trabajo en equipo y la verdad que es un grupo extraordinario, con gente joven, con mucho talento, con muchas ganas, así que bueno, eso hay que mantenerlo, mantenerlo vivo.
A pesar de todo…
Obviamente.
Cuéntame un poco de la investigación que la lleva a este reconocimiento internacional, ¿en qué consiste?
En realidad es toda una trayectoria, no es un punto. O sea, el reconocimiento incluye actividades que desarrollé en la Física de rayos cósmicos, que son partículas que se generan en objetos astrofísicos potentes y llegan a la Tierra, y estudiarlas, entender dónde vienen, entender cómo se propagan, entender cuál es su naturaleza, me ocupó gran parte del tiempo en un experimento que es muy importante, no sólo porque es el más importante experimento de rayos cósmicos del mundo, sino porque está en la Argentina, en Malargüe, en la provincia de Mendoza. Es un observatorio internacional que se llama Pierre Auger, y para mí fue un honor haber sido parte desde su gestación y haber trabajado en ese experimento por muchos años. Y después, bueno, siempre me gustó mucho la Física de Aceleradores, la Física de Altas Energías, donde hice también mi posdoctorado, y es en lo que trabajo desde las últimas dos décadas. Desde ahí impulsé la participación de Argentina como país en estos experimentos y eso nos dio la posibilidad de contribuir al histórico descubrimiento del Bosón de Higgs, a poder después caracterizar esta partícula y todo eso es lo que se reconoce en este premio.
Lo que se denominó comúnmente como la partícula de Dios…
Los periodistas lo llaman así, por un libro publicado en Estados Unidos que le pusieron la partícula divina o algo así, y de allí se heredó este nombre. Pero es una partícula muy importante que descubrirla, confirmar que existiera o que no existiera, era un punto culminante importantísimo en la Física, porque es una partícula que está ligada al mecanismo por el que fracciones de segundos después del Big Bang, todas las partículas adquirieron masa y eso permitió que se formen los átomos, las moléculas, los planetas, las galaxias y diera forma a nuestro universo.
¿Qué relevancia tiene el haber confirmado que efectivamente existe?
Hay que separar un poquito lo que es la utilidad de lo que es la importancia de la búsqueda del conocimiento para el avance de la civilización. Tampoco diría separarlo, porque cuando uno hace ciencia de frontera, como es este caso, como trabajamos también en la frontera de la tecnología, los derivados que dejamos a la sociedad son cruciales, en este camino hemos dejado la web (la www), que fue dada gratis y libre a la sociedad, pero fue desarrollada en nuestro laboratorio, en el laboratorio CERN, donde trabajamos. Todo lo que son estudios de imágenes, medicina a través de las imágenes, el aporte de nuestros detectores, del desarrollo de nuestros detectores, ha sido crucial a lo largo de los últimos años. Lo que es la radioterapia, la terapia hadrónica que es muy novedosa y que también fue lograda como un producto de los desarrollos que hacemos para nuestros aceleradores. De modo que, estos instrumentos que trabajan en el límite de la tecnología son siempre una combinación de lo que es la ciencia básica y el desarrollo de tecnología, y los dos trabajando con un objetivo común, que es la búsqueda del conocimiento.
Siempre sobre la frontera del conocimiento para tratar de extenderla un paso más…
Siempre en la frontera del conocimiento para moverla, porque eso es lo que hizo el avance de la civilización, y siempre en la frontera de la tecnología, porque los instrumentos que utilizamos son instrumentos complejísimos. Para dar una idea, siempre trabajamos con las empresas que están desarrollando lo último y más avanzado. Por ejemplo, ahora algo en lo que estamos trabajando con mi grupo es en componentes de electrónica de alta complejidad, y lo hacemos directamente con la empresa, porque ese tipo de componentes recién se están desarrollando, todavía no están en el mercado. Para nosotros la aplicación inmediata es una necesidad de una parte del detector, pero todo eso después es transferencia de tecnología al medio socioproductivo y a otras áreas de investigación, como la actividad aeroespacial, para satélites, para todo tipo de actividad que requiera el procesamiento de señales ultra rápidas y de ultra alta frecuencia.
¿Cómo llevaron adelante el experimento en sí, cómo lograron la prueba de que existe efectivamente esa partícula?
Claro, o sea, ¿para qué usamos un acelerador? ¿Por qué tenemos aceleradores? Tenemos aceleradores porque este en particular, el Gran Colisionador de Hadrones, es un acelerador que tiene 27 kilómetros de circunferencia, está en un túnel de 27 kilómetros de circunferencia, y allí circulan protones en una y otra dirección, en dos tubos. Se los acelera hasta velocidades que son muy próximas a la velocidad de la luz, y esos protones dan más de 11.000 vueltas por segundo en el anillo para dimensionar la velocidad y la energía que tienen, y en cuatro puntos de ese anillo se los hace colisionar. En esos puntos se colocan los detectores, que son como “catedrales de la tecnología” les llamo yo porque son detectores pero que tienen cinco pisos. Entonces todas las partículas que se producen en esas colisiones son detectadas por ese “edificio”. Cuando nosotros hacemos colisionar esos protones a altísimas energías, en esa pequeña porción del espacio, hay una gran densidad de energía y como Einstein nos enseñó que energía y masa son dos caras de la misma moneda, con toda esa energía la podemos convertir en masa y crear una nueva partícula que no existe en el universo hoy, que estuvo presente en condiciones de altísimas densidades de energía en el universo primitivo y nosotros lo hacemos en ese punto microscópico. Entonces, esas partículas se desintegran muy rápidamente, instantáneamente, en otras partículas que son las que dejan la señal en el detector. Estudiando esas señales nosotros podemos saber qué fue lo que originó a esos productos. Obviamente que es complejo desde el punto de vista técnico, pero cuando uno ve una señal de algo nuevo que aparece por encima del fondo contaminante de lo que uno conoce, esa señal tiene que tener una significancia que nos diga que lo que es el fondo contaminante tendría una probabilidad de uno en 3,5 millones de darte por accidente esa señal. En definitiva, estamos seguros que es una señal de algo nuevo y de esa manera podemos anunciar un descubrimiento.
¿Dónde está instalado esto físicamente? ¿En qué lugar?
En el Laboratorio CERN y el acelerador está construido a unos 100 o 150 metros bajo tierra porque es una zona montañosa entre la frontera de Suiza y Francia. Es un laboratorio internacional y los detectores, fundamentalmente ATLAS donde trabajamos los argentinos, es una colaboración internacional de 42 países, son 182 instituciones, son empresas científicas increíblemente enormes en donde todo el desarrollo a nivel internacional, la transversalidad, la interdisciplinariedad de todos los que trabajamos allí es enorme.
¿Qué tipo de recurso humano hay allí?
Fundamentalmente y mayoritariamente somos físicos, pero están los ingenieros de aceleradores, los ingenieros electrónicos, hay gente que es de materia condensada.
¿Gritaron Eureka?
Ja! Lo que pasa es que, yo siempre digo, nosotros tenemos pequeños Eureka moments. No es una gran Eureka porque requiere mucha paciencia, o sea, no es que un día prendese el acelerador y, ah! tengo una señal; no funciona así. El bosón de Higgs se anunció el 4 de julio del 2012, pero nosotros hacía un año que veíamos la señal. Con más datos la señal bajaba, con más datos la señal subía, está la estadística, hay que ver, hay que confirmar distintos grupos, se confirman, otros estudian, hay que ver que efectivamente todo viene de la misma partícula, unos estudian unos canales de detenimiento, otros otros; se hacen análisis estadísticos muy complejos. Es un proceso largo hasta el momento en que uno dice “acá está”, anunciamos un descubrimiento, nosotros ya hacía un año que estábamos teniendo evidencia, reafirmando esa evidencia, a veces la evidencia se borra un poco, después se reafirma de nuevo y hasta que no estamos 100% seguros con esa significancia, no anunciamos el descubrimiento.
¿Y ahora qué?, cuando uno pasa una frontera, la quiere correr otro poquito, me imagino...
Sí, sí, por supuesto. Desde el 2012 que estamos estudiando esta partícula, porque es una partícula nuevita para nosotros y hay que caracterizarla, estudiar todas sus propiedades, estudiar qué tiene para decirnos acerca de la nueva física que necesitamos para contestar nuevas preguntas, y lo que siempre digo es que nosotros cerramos un capítulo muy importante en la física, que nos permite entender la materia visible del universo, o sea, todo lo que vemos en el universo, galaxias, planetas, todo lo que vemos. Pero eso es menos del 5% del total de la materia del universo, entonces el resto es materia de energía oscura y ahora uno de los temas que nos ocupan es entender de qué está hecha la materia oscura. La materia oscura que sabemos que existe porque juega un rol en el movimiento y rotación de las galaxias, pero no sabemos qué partículas componen a esa materia. Entonces, así como fuimos capaces de crear y descubrir el Bosón de Higgs, si estas partículas existen y se pueden producir en las colisiones del Gran Colisionador de hadrones, tendríamos que ser capaces de producirlas y estudiarlas. Entonces, bueno, eso es lo que nos ocupa en este momento.
Queda aún un mundo por descubrir…
Totalmente, totalmente.