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"Frágil": una celebración del espíritu creador de Jorge Ramallo

Leandro, hijo del recordado artista plástico, cuenta de la muestra que se inaugura hoy en la Tintorería Japonesa

Hoy a las 20hs. en la Tintorería Japonesa se inaugura la muestra Frágil, últimas obras del artista plástico riocuartense Jorge Ramallo.

Dice el texto de presentación de la exposición: “De esta serie de 9 alto relieves policromados, sólo 2 podrían considerarse concluidos.

El nombre de la muestra alude a lo frágil de la vida de una persona, a la temática desarrollada y al estado material de las obras que, por inconclusas, aún conservan ataduras y soportes.

Es una profunda reflexión sobre el alma humana, nuestras vanas preocupaciones, la fragilidad de nuestro mundo (de la que somos responsables), el deseo de poder, la lucha por la supervivencia y la necesidad de explicar nuestros temores a través de los mitos.

La composición y producción de la música ambiental, a cargo de Leandro Ramallo, fue iniciada mientras la serie de relieves estaba en desarrollo.

Jorge había escrito una lista de títulos, que es más extensa que la cantidad de obras que dejó. Únicamente él sabía qué nombre correspondía a cada una.

Ahora será un ejercicio de quien observe el asignarlos”.

Para conocer más de la muestra, hablamos con Leandro Ramallo, hijo del recordado artista plástico:

La obra de mi viejo me parece en principio muy honesta y llena de contenido, compuesta de sus verdades y convicciones. Me encanta que haya navegado muchas formas de expresión artística, pasando por varios formatos, materiales, temáticas… Siento que todo lo que hizo, lo sintió y tuvo toda la convicción en ese momento de darles corporeidad La obra de mi viejo me parece en principio muy honesta y llena de contenido, compuesta de sus verdades y convicciones. Me encanta que haya navegado muchas formas de expresión artística, pasando por varios formatos, materiales, temáticas… Siento que todo lo que hizo, lo sintió y tuvo toda la convicción en ese momento de darles corporeidad

-¿Cuándo sintieron como familia la necesidad de mostrar las obras de Jorge?

-La necesidad creo que estuvo siempre. Sentimos que la obra, para ser tal, necesita ser mostrada. De alguna manera, la circunstancia de que no está terminada, en este caso, es parte de la identidad de la misma.

-Justamente, ¿por qué decidieron concretar una muestra con obras inconclusas?

-Se dice que las obras no se terminan, se abandonan. La desaparición física del autor es lo que decidió el fin de ese proceso, un poco misterioso e inexplicable.

-Para que todos entendamos, ¿cómo se trabaja la técnica del alto relieve policromado?

-No siendo yo el artista plástico responsable, no sabría explicarlo correctamente. Lo que pude ver del trabajo de mi padre es que con diferentes materiales construía los volúmenes tridimensionales de los escenarios, y los personajes que los habitan se hicieron moldeando una resina epoxi. Antes de esta ejecución, Jorge hizo bocetos en dibujo de cada una. A posteriori de esta construcción, aplicó el color. Este último paso solo se hizo en dos de las obras.

-La muestra se titula “Frágil”, como la vida misma, como el arte mismo…

-Sí, así es. Mucho de la temática de la obra ronda alrededor de este tema: la fragilidad de la existencia, la eterna concatenación de casualidades y circunstancias que definen la realidad; y los mitos que construimos para intentar explicarlo, o entenderlo.

-¿Es esta exposición un homenaje al Jorge artista plástico?

-La palabra homenaje, a mí personalmente, me resulta un poco extraña. Prefiero pensarlo y sentirlo como una celebración del espíritu creador de mi padre, que llevó con él hasta el último momento.

-En general, ¿cómo definirías la obra artística de tu papá?

-La obra de mi viejo me parece en principio muy honesta y llena de contenido, compuesta de sus verdades y convicciones. Me encanta que haya navegado muchas formas de expresión artística, pasando por varios formatos, materiales, temáticas… Siento que todo lo que hizo, lo sintió y tuvo toda la convicción en ese momento de darles corporeidad.

-La exposición tiene música tuya, iniciada mientras la serie de relieves estaba en desarrollo. ¿Cómo surgió musicalizar esos momentos, cómo resultó esa comunión en el transcurso y cuál fue el resultado final?

-La idea de musicalizar la muestra surgió de manera espontánea… la verdad no lo recuerdo. Fue un proceso muy interesante e intenso para mí. Mi relación con mi padre era muy particular. Por supuesto colmada de cariño e incondicionalidad. Pero existía cierta distancia personal entre él y yo. Entonces ese proceso creativo en conjunto fue otra manera de acercarnos, dialogar, conocernos. Yo componía la música en mi estudio (recordemos, era época de cuarentena estricta) y le pasaba adelantos en mp3. La idea era una propuesta “entre pares”: ninguno de los dos se metía con la expresión del otro. Algunas cosas le gustaron más que otras, pero siempre me dejó el espacio para que yo desarrolle mi sensibilidad y percepción de lo que él estaba haciendo. Por ejemplo, nunca me explicitó, o contó el significado de cada obra; yo hice una humilde lectura personal.

-Los que trabajamos con Jorge en sus años de subsecretario de Cultura, sabemos de su obsesión para que todo salga lo mejor posible. ¿Era así también con sus obras?

-Creo que mi papa era un convencido que las cosas tienen que “hacerse bien”, entendido esto como llevar las consecuencias o implicancias hasta lo último. Nunca me pareció que fuese una persona quisquillosa o que fuese a despotricar al vicio, siempre siento que tenía muy buenas razones, que excedían su posible capricho personal.

-Por último, ¿cuál creés que el legado que deja Jorge para las artes plásticas de la ciudad?

-Es difícil calcularlo… me cuesta dimensionarlo. Mi papá en ese sentido fue una persona de perfil bajo… nunca lo escuché vanagloriarse por ninguna obra suya… de él aprendí que lo único que importa es hacer… los hechos… los actos. Creo que puede ser eso… “dejemos de hablar y hagamos”.