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Jóvenes en vacaciones y alcohol: cuando el control viene desde casa

En verano, muchos adolescentes eligen viajar con amigos a destinos turísticos para pasar unos días solos y los excesos en el consumo de bebidas son un riesgo latente. Poner el foco en el entorno y poder hablar previamente del tema, son claves en la prevención

Pasaron las fiestas de fin de año y enero es el período por excelencia para viajar en busca de días de relax. Y para los jóvenes y adolescentes es también el momento de una salida entre amigos por ser el mes de verano en el que los compromisos escolares quedan en stand by hasta el inicio del ciclo lectivo.

Y en ocasiones, esos viajes tan esperados por los chicos se transforman en una preocupación para los padres por el hecho de desconocer cómo será su día a día mientras dure la estadía fuera de casa. “El tema del consumo de alcohol es un tema que nos convoca siempre, más allá de lo estacional del verano. Sabemos que existe el consumo de alcohol en los adolescentes, que va disminuyendo la edad de inicio y que en esta época de vacaciones existen algunos factores que pueden llegar a hacer que se incremente sea más riesgoso”, sostiene la licenciada en psicología Agostina Lumello (M.P. 9869), quien es coordinadora de la Red Asistencial de las Adicciones de Córdoba (RAAC) Interior, de la Secretaría de Prevención y Asistencia de las Adicciones de la Provincia de Córdoba.

Embed - AGUSTINA LUMELLO- "Vacaciones y consumo de alcohol en los jóvenes"

Y agregó: “Factores asociados a la poca supervisión parental, considerando que en esta época del año los jóvenes se van de vacaciones en grupo sin el control o la supervisión directa de un familiar directa, en el espacio, puede ser un factor de riesgo. O bien, el grupo de pares, también puede ser considerado un factor de riesgo, o en contrapartida, un factor de protección: porque si yo tengo un grupo de pares que hace deportes y actividades ligadas a la salud, puede ser un factor de protección, pero también puede ser un factor de riesgo si mi grupo de pares se vincula al consumo de alcohol, es decir, a salir a tomar alcohol en vacaciones”.

- ¿Cómo influyen la presión social y el entorno de un joven en el consumo de alcohol?

-Influye claramente la presión social en tanto y en cuanto consideremos que las personas generalmente actuamos de acuerdo a lo que creemos que los otros hacen. Si los adolescentes o jóvenes piensan que la mayoría de sus amigos, de sus pares, al salir toman alcohol, eso va a hacer que yo tienda a tomar alcohol para “responder a esa norma social”. También están las cuestiones asociadas a la personalidad de cada uno, por ejemplo, que el alcohol puede llevar a las personas a desinhibirse, o factores como la búsqueda de sensaciones como característica de la adolescencia, se pueden ver considerar riesgosos.

- ¿De qué manera los padres pueden mantener un control a la distancia?

-Aclaramos que la presencia física tampoco asegura que vaya a haber supervisión parental. Como recomendación, es importante poder hablar previamente con sus hijos sobre el consumo de alcohol y sus riesgos. Muchas veces los adultos creemos que los jóvenes no nos escuchan, pero siempre está la palabra o el recuerdo de lo que mis papás me dirían en esta situación. Cuando estamos por asumir alguna conducta que puede llegar a ser juzgada por otros, siempre pensamos en nuestros referentes, por eso es muy importante estar conectados. También es muy importante establecer acuerdos entre grupos de padres. Muchas veces hay padres que ante ciertas situaciones los dejan ir a los chicos más allá que estén en desacuerdo porque creen que los otros padres los dejan. El famoso “pero van todos” puede ser verificado y analizado primero entre los padres.

- ¿Qué daños puede provocarle al joven el consumo desmedido de alcohol?

-En cuanto a salud mental, cada vez que los jóvenes o los adolescentes empiezan a tomar alcohol a edades más tempranas, puede desarrollarles trastornos por el uso de sustancias. También sabemos que el alcohol está relacionado con problemas sociales, accidentes de tránsito, tomas de decisiones que se ven afectadas que pueden llegar en algunos casos a situaciones de violencia, física o sexual, relaciones sexuales no consensuadas o poco cuidadas. Es decir, el consumo de alcohol afecta la capacidad de la toma de decisiones.

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- ¿Que recomendaciones podría brindar para los padres?

-Si nos ponemos a pensar un poco en la historia de la mayoría de los niños y adolescentes generalmente los primeros consumos, los “traguitos”, se dan en el seno familiar. Nosotros planteamos el modelo del rol sano, planteamos que cada uno sea referente de crianza y pueda dar el ejemplo. Mantener conversaciones acerca de lo que creen los padres al respecto, poner límites y mantener una supervisión parental. Son todas recomendaciones que son muy importantes donde los adultos referentes de crianza puedan poner y llevar adelante.

- ¿Qué programas están directamente creados para asistir este tipo de problemáticas?

-Trabajo en la Secretaría de Prevención y Asistencia de las Adicciones de la Provincia de Córdoba y estoy a cargo de la RAAC Interior. Actualmente, tenemos 126 centros que brindan acciones de prevención y también de asistencia y acá en lo que es Córdoba capital también tenemos el centro RAAC Córdoba donde se brindan los tratamientos ambulatorios, disponemos unidades terapéuticas públicas, tenemos siete consultorios de adicciones en diferentes hospitales de Córdoba Capital y tenemos el programa de acompañamiento territorial, que también está en muchos barrios de la provincia donde prevención y algunas de asistencia brindando talleres y todo tipo de talleres por ahí más de actividades lúdicas, boxeo, danza, fotografía. Estas acciones son muy importantes. El consumo de alcohol va a suceder, pero necesitamos por ahí como generar acciones que compitan con el consumo de alcohol. Es importante poder establecer acciones que puedan ser más saludables para los chicos. Y en el caso de que alguien necesite un tratamiento, tenemos todos estos dispositivos tanto en Córdoba como en el interior de la provincia que brindan tratamientos especializados junto a profesionales, ya sean ambulatorios o residenciales, para la persona que tiene un trastorno por el uso de sustancias.