El departamento Río Cuarto le dio a Juez la mayor diferencia de votos de toda la provincia

El esquema que Hacemos Unidos por Córdoba sostuvo durante 24 años con dominio amplio en las principales ciudades del interior cambió este fin de semana. Así, la capital provincial y el departamento San Justo le aportaron un amplio caudal que le permitió cimentar el triunfo de Llaryora; San Martín y Río Cuarto quedaron en manos de Juntos por el Cambio.

Si se observa en términos porcentuales, Juez obtuvo más ventaja en Marcos Juárez, siempre en la categoría a gobernador, donde la distancia alcanzó 12,44 puntos. En votos, fueron 7.081. En cambio, la diferencia porcentual en Río Cuarto fue de 6,62%.

Por el otro lado, Llaryora sacó su mayor distancia porcentual en San Justo, cuya cabecera es San Francisco, de donde es oriundo y fue intendente en dos oportunidades. Allí obtuvo una distancia del 16,19% contra Juez.

De nuevo, la Capital le dio sin dudas la mayor parte del triunfo, pero en porcentaje la distancia con Juez fue menor y llegó al 7,36%. En votos, eso implicó 51.834. Una ventaja casi equivalente al total de la provincia, donde obtuvo un triunfo por 57.651 votos con los datos cargados hasta las 6.20 de la mañana de ayer, cuando el demorado y criticado conteo alcanzó el 94,9% de las mesas. Ahora se espera el escrutinio definitivo, aunque la diferencia alcanzada por Llaryora sobre Juez parece indescontable. En porcentaje llegó al 3%: 42,76% contra 39,76%.

En cuanto a la representación legislativa, la Unicameral tendrá una transformación importante porque el amplio predominio que siempre tuvo el oficialismo en los últimos 24 años, profundizado en la actual gestión de Juan Schiaretti por el contundente triunfo electoral de 2019, será revertido. Ahora la mayoría será para la oposición.

La paridad de la elección en el tramo de legisladores por distrito único fue total ya que la distancia entre las dos principales fuerzas fue de apenas el 0,32%. Eso hizo que por el reparto del sistema D´hont cada una quede con 20 bancas de las 44 que se ponían en juego. Las otras 4 fueron para Encuentro Vecinal Córdoba, La Libertad Avanza, Frente de Izquierda y Creo, cada una con un escaño.

Por otra parte, la Legislatura se completa con un legislador por cada departamento -para alcanzar el total de 70 miembros- y allí hubo también parte de la sorpresa del domingo, ya que la mayoría de los distritos fue para Juntos por el Cambio, que no había podido ganar ninguno en 2019. Ahora quedaron 14 para la oposición y 12 para el oficialismo luego de que Río Segundo se terminara revirtiendo en el último tramo del conteo provisorio. Hasta ese momento eran 13 bancas por lado, tal como informó este diario ayer. Para las 6 de la mañana de ayer esa equidad se rompió al trasladarse la banca a favor de Lucas Valiente, oriundo de Luque.

Si bien el reparto de las 26 bancas departamentales quedó 14 a 12, hay algunas que penden de un hilo por la escueta diferencia entre los competidores. El caso extremo que requerirá del resultado del escrutinio definitivo es la de Colón, donde hay una diferencia del 0,11%. El candidato de Hacemos Unidos por Córdoba (Gustavo Brandan) se impone con 52.464 votos contra los 52.279 del aspirante de Juntos por el Cambio (Benjamín Buteler). Restan computar, aún en el conteo provisorio, 26 mesas.

En una situación similar se encuentra el escaño de Sobremonte con el 0,39% pero esta vez a favor del candidato de la oposición (Gladys Espíndola) frente al oficialista Marcelo Eslava. En votos, la diferencia es de 13 votos con una mesa aún sin computar. En Minas, la distancia fuel 1,85% a favor del oficialismo.

El sorprendente caudal de voto en blanco

Por su parte, los resultados de la lista sábana en los distintos departamentos arrojó también algunas sorpresas, pero especialmente encendió una alarma por el altísimo nivel de voto en blanco en ese tramo electoral. Hubo departamentos como Río Seco, que alcanzó el 39,12% de voto en blanco para legisladores de distrito único, conocido como lista sábana. Apenas por debajo, en Cruz del Eje el porcentaje fue del 38,99%. No fueron los únicos: Totoral mostró un 36,14%; San Alberto, con 30,91%; Tulumba, con 30,37%. Cerca estuvo Minas, que sumó 28,08% de voto en blanco para la lista sábana de legisladores e Ischilín, con 27,95%. La totalidad de esos departamentos corresponde al arco del noroeste. Cuánto de intencionalidad hay en ese voto en blanco y cuánto de error en el uso de la boleta única de sufragio (BUS) es otro gran interrogante de los comicios provinciales. En el caso de Río Cuarto, el voto en blanco en ese segmento fue del 13,55%, un valor alto, pero muy menor en comparación con los anteriores departamentos.

En ese tramo electoral también hubo disputas muy parejas como en el caso de San Javier, que mostró una diferencia de 0,16% a favor de la lista que encabezaba el riocuartense Juan Manuel Llamosas, pero que en el total provincial quedó en segundo lugar por apenas 0,32% como ya se consignó.

Similar al caso de San Javier aparece Colón, con una distancia entre las dos listas de 0,34% a favor de Juntos por el Cambio, que lideraba Oscar Agost Carreño. En Río Segundo la brecha es de 0,57% a favor de Juntos por el Cambio, mientras que en Roque Sáenz Peña fue del 0,74%. El último departamento con menos de 1 punto de diferencia fue Sobremonte, con 0,96%.

En el global de la lista sábana Juntos por el Cambio se terminó imponiendo -en el escrutinio provisorio- por 667.009 contra 661.063, en ambos casos lejos del caudal de votos que alcanzó el tramo de gobernador, lo que alienta a pensar más en el error frente al alto nivel de voto en blanco detectado en los sementos para legisladores, en particular en algunos departamentos.