La Policía de Myanmar volvió a usar ayer gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar una nueva protesta contra la junta militar que tomó el poder el 1° de febrero; esta vez, en la ciudad de Rangún, la más grande del país, donde además detuvo a varios manifestantes. Al menos 20 personas fueron arrestadas; entre ellas, tres periodistas: un fotógrafo de la agencia estadounidense Associated Press (AP), un camarógrafo y un fotógrafo.

Estos últimos son miembros de dos agencias birmanas, Myanmar Now y Myanmar Pressphoto, respectivamente. Según versiones de testigos, los incidentes empezaron cuando el embajador del país ante la ONU rompió filas para hacer un llamado contra la junta militar.