De esta manera, el Chiqui toma el control del equipo tras el interinato de tres partidos de Leonardo Cabrera, quien se había hecho cargo luego de la salida de Mauro Grassi.
“Primero, esto me genera una gran satisfacción porque a pocos días de dejar una institución, otra me contrata por mis servicios de director técnico”, comenzó diciendo el experimentado entrenador.
“Además la satisfacción es doble porque es un lugar donde ya estuve. Es bueno volver adonde uno estuvo, eso habla bien de mi relación con los dirigentes. A la mayoría de los lugares donde dirigí volví por segunda vez, y en algunos casos por tercera”, expresó.
“Además es un placer encontrar a un Deportivo renovado. Recordando que en mis inicios, después de dirigir en Unión de Olaeta, fueron en Deportivo Río Cuarto en un Argentino B que jugamos con unos dirigentes locos de aquella época. Recogimos una gran experiencia. En este club logré mi primer título en un Apertura de la B. No marcaba ascenso, en esa temporada lo hizo Alberdi, pero fue mi primer título”, recordó.
Sobre este presente dijo: “Es un placer encontrarme con un club ordenado, con una infraestructura que no tiene nada que envidiarles a los grandes equipos de la Liga. Realmente es algo para aplaudir”.
“Me encuentro con un plantel rico técnicamente, joven y con muchas ganas de superar este momento duro futbolístico”, señaló para luego añadir: “Junto con Mauricio Vega, que me acompañará como ayudante de campo, vamos a tratar de hacer lo que hacemos en los lugares donde estuvimos. Poner nuestra impronta profesional, entrega y humildad al servicio del plantel que tiene ganas de revertir esta situación complicada. Nos encuentra en el último lugar, pero de a poco vamos a ir subiendo. No tengo dudas de que vamos a terminar haciendo un gran torneo”.
“Además es fácil trabajar con este plantel porque mis antecesores tenían las ideas bien claras y se las trasladaron a estos jugadores. Pasando por Jeremías Billalva, Franco Chiaretta, Mauro Grassi y el reciente interinato de Leonardo Cabrera”, finalizó