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Violencia extrema: lo persiguieron y lo mataron a quemarropa en la calle

La víctima es Alberto Cobos, de 65 años. Fue ultimado a tiros en Suárez de Figueroa al 1700, se cree que por dos motociclistas encapuchados. Tras el crimen, se llevaron su moto, pero dejaron su celular, la billetera y la mochila

Un hombre de 65 años de edad, identificado como Alberto Cobos, murió asesinado en un confuso episodio registrado el sábado a la noche en barrio Lomitas de Oro, en el oeste de la ciudad. Según trascendió, la víctima y sus agresores protagonizaron una persecución de varias cuadras en moto por el sector, hasta que Cobos habría terminado malherido frente a una casa de la calle Suárez de Figueroa, donde fue rematado a corta distancia. Los criminales se robaron su vehículo y se lo llevaron andando, pero llamativamente no habrían tocado el teléfono celular, la billetera ni la mochila del baleado. Hasta anoche, no había detenidos ni se había logrado dar con el rodado.

De acuerdo a la información oficial que suministró la Policía, el crimen se registró alrededor de las 21.30 del sábado en Lorenzo Suárez de Figueroa al 1700, luego de recibir varios impactos de bala en el pecho y la espalda. Al llegar al lugar, el servicio de Emergencias constató el fallecimiento del hombre de 65 años, que era desconocido por los vecinos del barrio.

La Policía confirmó además la sustracción de una motocicleta Honda Wave 110 centímetros cúbicos de cilindrada, de color blanco, que hasta antes del crimen era conducida por el damnificado.

Por orden del fiscal Daniel Miralles, de turno al momento del homicidio, se receptaron testimonios y se hizo un relevamiento de las imágenes de las cámaras de seguridad de la vía pública, tanto públicas como privadas.

No obstante, hasta ahora no hay personas detenidas y uno de los puntos centrales de la pesquisa en este momento es establecer cuál pudo haber sido el móvil del ataque homicida.

Alberto Cobos, alias Beto, de 65 años de edad, era muy conocido tanto en el ambiente local de los motoqueros como en el de los seguidores de la música de rock. De hecho, trascendió que, al momento de ser sorprendido por los homicidas, se encontraba en la previa de una salida con amigos para ir a un recital.

“Le pegaron dos disparos al frente de mi casa”

Inés, una mujer que escuchó los que podrían ser los últimos disparos del violento asesinato de Alberto Cobos durante la noche del sábado, relató que al hombre "le pegaron dos tiros acá al frente de casa". En tal sentido, la mujer indicó que se encontraba en el interior de la vivienda cuando se sorprendió por el estruendo de las detonaciones, al punto de que solo pudo atinar a ponerse instintivamente a resguardo. Por otro lado, indicó que, después de la conmoción inicial, al salir a la calle vio al hombre agonizando, mientras que los agresores ya no estaban a la vista.

La mujer indicó que la víctima había llegado al lugar a bordo de su vehículo pero ya malherida. "No sé cómo hizo, pero se agarró de la reja del vecino y se vino arrastrando hasta acá. En el momento, yo no vi lo que pasó, porque estaba adentro del negocio y ahí siento los dos tiros. Lo primero que hice fue agacharme, porque fue lo único que atiné a hacer. Entonces, salí y el hombre estaba quejándose, todavía estaba con vida, pero duró un segundo nada más", comentó Inés.

Vainas servidas

"Lo mataron a quemarropa; cerca del cordón cuneta quedaron las dos vainas servidas. Pude ver las heridas cuando lo dieron vuelta: tenía dos en el pecho y una herida en la espalda", agregó.

La mujer expresó que le llamó poderosamente la atención que los criminales solo se robaron la moto del fallecido, pero dejaron intacto el resto de sus pertenencias. "Tenía la mochila puesta, bien cerrada y todo estaba a la vista. El casco colocado y también tenía el celular y la billetera, pero de eso no tocaron nada", indicó.

En el mismo sentido, aclaró que algunos de los vecinos del barrio vieron a los supuestos atacantes escapar del lugar del hecho, uno en cada moto, tomando a toda velocidad el pasaje Martorelli.

La comerciante aclaró que ni la víctima ni los atacantes son vecinos del barrio y aseguró que el sector es muy tranquilo y que este tipo de hechos son absolutamente atípicos.