Río Cuarto |

Los padres de los alumnos del Xul Solar realizaron tareas para mejorar la escuela

Luego de que la Provincia diera marcha atrás con el cierre definitivo de la institución educativa, la comunidad del colegio del oeste de la ciudad sigue adelante para potenciar las instalaciones ante el próximo inicio de las clases

Los padres de los alumnos del colegio Xul Solar participaron de una jornada de trabajo para mejorar las instalaciones del centro educativo de Paunero y Arturo M. Bas, con el objetivo de poner el edificio a punto ante el inicio del próximo ciclo lectivo. Las actividades se propusieron luego del difícil momento que atravesaron sobre el final del año pasado con las idas y venidas en torno a la posible clausura por parte de la Provincia ante el incumplimiento de algunas pautas fijadas en la normativa vigente.

En ese sentido, vale recordar que las autoridades del Ministerio de Educación le dieron un año a los dueños de la escuela para que se adapten a las exigencias para poder seguir funcionando.

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“El colegio está impecable. Tiene detalles, por supuesto, como toda construcción, pero está bárbaro a nivel edilicio. Además, es muy bonito por dentro. Por eso, los padres nunca entendimos la idea de la Provincia de cerrarlo. Más allá de eso, decidimos armar una jornada de trabajo colaborativo para mejorar el lugar”, comentó Javier Roldán, uno de los padres.

Tareas

“Pintamos ventanas, bancos, mesas y escritorios. Hicimos algunas refacciones lumínicas y colocamos algunos soportes de pantallas en las aulas. Además, se armaron ventiladores que se compraron. Se trabajó con muy buena onda y terminamos la jornada con una choripaneada”, agregó.

La Provincia cuestionó la infraestructura y la solvencia económica.

Asimismo, Roldán dijo que hay cierta preocupación por la pérdida de alumnos, debido a que muchos padres, ante la incertidumbre generada por el anuncio del cierre por parte de la Provincia, decidieron enviar a sus hijos a otras escuelas.

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Daño

“El daño que hicieron es enorme. La gente del Ministerio de Educación vino, tiró la bomba y se fue. Hubo una caída en la matrícula, sobre todo en el nivel inicial. El colegio tenía 230 alumnos y se esperaba que en 2023 entraran otros 70. De todas formas, se apunta a salir adelante. Por eso, los invitamos a que se sumen. El colegio es hermoso y no hay listas de espera para ingresar”, acotó.

Finalmente, Roldán contó que los chicos están contentos con la posibilidad de volver a las aulas.

“Están felices y ansiosos. Ellos quieren volver a su colegio después de la situación traumática que pasaron”, comentó.