- ¿Qué se juega el 26 de octubre en Córdoba, con Schiaretti en la cancha?
- Claramente, lo que se juega más que nada desde Córdoba es el futuro del país y la forma. Creo que la gente está visualizando qué presidente o qué conducción quiere en el país. Hay un análisis que hizo el gobernador en una charla y que dice que la gente se está cansando de los extremos, que ya se vio reflejado en la elección anterior. Basta de la falta de respeto, de la grieta, de esto y de lo otro. Es necesario ir por el camino del medio. Muchos tienen miedo de hablar de la avenida del medio, yo no tengo ningún miedo de decirlo y de decir que soy parte de eso. Es lo que nos da coherencia. Uno cuando gobierna tiene que escuchar de un lado y de otro y ahí tomar una determinación que sea equilibrada con las miradas que tiene la gente. Ahí entra Provincias Unidas, este armado que está bastante fuerte y que después de las elecciones se va a fortalecer más, con más gobernadores, más dirigentes que se suman y por eso es clave que podamos tener representantes que defiendan a Córdoba en el Congreso y qué mejor que el Gringo Schiaretti, que tiene coherencia, que ha gobernado, que sabe, que entiende la cuestión política. Cuando estuve en la Fundación Mediterránea vi que también el círculo rojo de Buenos Aires, incluso más que el de Córdoba, lo ve con mucho respeto. Le plantean que de un lado no quieren estar porque está el kirchnerismo y al otro lado no lo ven tampoco con seriedad. Ahí aparece esta opción. Y los intendentes somos una parte importante de ese armado.
- Influye también lo territorial.
-Exactamente. Va a ser muy importante el despliegue territorial. No sólo nos han pedido eso de Córdoba sino que así lo estamos trabajando los intendentes. Veo los intendentes, en los grupos que tenemos estamos a full con la militancia. Me parece que va a ser muy parecido al laburo que se hizo en septiembre en Buenos Aires. Si bien nosotros no nos jugamos nada como intendentes, veo que es un gesto hacia el gobierno provincial por la mano que nos ha dado. Somos un gobierno nuevo y veo en todos los municipios de distintos colores políticos que el gobierno de Llaryora les ha dado una mano grandísima y es un poco devolver ese gesto. Atrás se ve que tenés intendentes que son de distinto color político y que llevan bien su gobierno. Es gente que gobierna con coherencia, con sensatez. Y todos nos hemos alineado en Provincias Unidas porque está claro que es sensatez y sentido común. La gente se ha cansado del griterío. La cuota de poder que tiene la gente con las redes sociales nos condiciona a hacer las cosas bien. Y lo percibimos. Todo ese grupo que tenés de gobernadores, con Llaryora, Pullaro, Torres, y todos los demás dirigentes, sumado a los intendentes, es una fuerza que es para abrir los ojos porque son dirigentes de distintas provincias y queremos que las cosas se hagan bien. Ahí vemos que Schiaretti es una gran opción.
- ¿Cómo interpretó el discurso tan confrontativo de Milei contra Schiaretti cuando vino a Córdoba?
- Parto de la base de que Milei se manifiesta como anarcocapitalista. Ya cuando partís de esa base es claro que todo lo que tiene que ver con el Estado y hasta con el buen manejo del Estado lo va a criticar. Y Milei sabe que Schiaretti ha sido un buen gobernante. Porque en sus primeros meses de gobierno tuvo a gente de Schiaretti en su equipo, que fue la primera decisión que tomó. Y creo que esto de atacarlo al exgobenador es porque sabe que tiene buena imagen, porque sabe que el círculo rojo de Buenos Aires lo está viendo con buenos ojos y me parece que le han dado una bajada de línea que es apuntar contra Schiaretti porque va a hacer el equilibrio en Córdoba. Ellos se creen que van a sacar el 74% y no lo van a sacar porque tenés un candidato fuerte del otro lado. Milei lo cuestionó, dijo que era imposible bajar las retenciones y a los dos días anunció retenciones cero. Pero lo hizo mal porque no benefició a los productores. Se ve que tan equivocado Schiaretti no estaba.
