Un estudio universitario asegura que es “una problemática creciente” de la que no escapa Río Cuarto.
El informe fue hecho en la UNRC y se complementa con otros publicados por Puntal que indican que “hay chicos que juegan en clases y recurren a prestamistas”.
El trabajo de investigación puntualiza que “los adolescentes que padecen ludopatía no toman conciencia de las consecuencias futuras” en la salud, el entorno familiar, el trabajo y la situación económica.
“Los adolescentes con consumo problemático de apuestas son más propensos al riesgo, prefieren recompensas inmediatas y no consideran mucho las consecuencias de sus actos”, añade.
Como se sabe, “la ludopatía o adicción al juego es un trastorno mental caracterizado por la incapacidad de controlar el impulso de jugar y apostar, a pesar de las consecuencias negativas que esto puede tener en la vida personal, familiar, laboral y económica”.
“Hoy los chicos tienen un casino en el celular. Cada vez más adolescentes reconocen haber apostado alguna vez en casinos virtuales”, afirma.
Yacota:“Hay un problema de categorías donde los chicos no distinguen que invertir requiere análisis, formación y estudios. Jugar, en cambio, es entregar el dinero al azar”.
Otros relevamientos dan cuenta de que “hay una diferencia entre géneros: 5% de mujeres y 16% de hombres” y que “el 18% de los que apostaron lo hizo sin conocimiento de sus padres”.
Los trabajos en cuestión apuntan a “generar conciencia social sobre la gravedad de la ludopatía y generar canales de prevención para los adolescentes”.