El juego para todo niño es fundamental, no sólo por la manera de entretenerse, sino que jugar con otros niños desarrolla el lenguaje, las destrezas sociales y nuevos vínculos en su infancia.
Por eso cinco mamás de niños con trastorno del espectro autista decidieron presentar en el Proyecto Participativo 2022 una plaza sensorial y adaptada para sus hijos.
“Es un proyecto que surgió como grupo de mamás que conversando dimos con la necesidad de lo que nos enfrentamos cada vez que tenemos que salir a un espacio abierto con nuestros pequeños que presentan esta condición”, apuntó Acosta, una de las mamás integrantes del proyecto.
Pese a que fue presentado el 25 de marzo de 2022, hoy se inagurará la Plaza Scarpaci, donde estarán presentes las pioneras del proyecto, sus hijos, vecinos y quienes quieran estar presentes en este día tan especial para las familias.
Yamila Meinardo, María de los Milagros Bailo Priotti, Clara Reich, Yanina Elizabet Farías y María de los Ángeles Acosta fueron quienes visualizaron en sus hijos la carencia de un espacio para ellos.
“Es complejo porque muchos niños con autismo no respetan por ahí los límites, tienden a escaparse y en una etapa temprana del diagnóstico muchos de ellos no responden por su nombre, por lo que es todo un desafío salir de casa”, comentó la mamá y apuntó: “Somos cinco mamás que nos conocimos en el centro de rehabilitación y, conversando de las distintas experiencias, pensamos en esta idea”.
Frente a esta situación, Acosta hizo hincapié en que muchas veces las familias llevaban a los niños a plazas aledañas, que no tuvieran tanto tránsito o incluso de noche para que no haya tanto sonido o concurrencia masiva.
La propuesta fue desarrollada por cinco mamás con el aporte de terapistas ocupacionales, psicomotricistas y fonoaudiólogos de sus hijos.
A su vez, ya aprobado el proyecto, tuvieron diversas reuniones con el equipo técnico de la Municipalidad y con la arquitecta de la obra para poder llevar a cabo de manera eficiente la plaza.
Frente al espacio, Acosta destacó que hay tres puntos fundamentales.
El cerco perimetral para que ellos estén seguros y puedan disfrutar del juego.
La identificación de juegos a través de los pictogramas, ya que hay niños que no desarrollan el lenguaje y comprenden mucho más las instrucciones de manera gráfica y visual.
Y por último, el sector de calma, el cual consta de un arenero y pisos de goma por si algún niño sufre alguna crisis poder contenerlo allí.
Además la plaza está adaptada con juegos sensoriales, tambores de percusión, un sector de comunicación donde algunos niños hablan y otros escuchan, calesitas individuales, entre otros entretenimientos.
“Fue un trabajo en conjunto, cuando realizamos nuestra campaña muchas familias se sumaron contando sus historias y divulgando para poder concretar el proyecto”, acentuó Acosta.
Cabe resaltar que esta propuesta fue el primer proyecto más votado del sector sur de la ciudad de Río Cuarto.
“Fue una doble satisfacción ver que la gente empezara a visibilizar el autismo y que nos acompañe en este proyecto”, subrayó la progenitora y apuntó: “Hablar de autismo es algo muy diferente de un niño a otro, por eso se habla de espectro, no hay ningún niño con diagnóstico que sea igual a otro”, precisó e hizo hincapié en que la condición es muy amplia, hay niños que les afectan los sonidos, otros las texturas, otros la manera de comunicarse, entre otras variables de dificultades.
Por esto, las mamás remarcan que este espacio es fundamental para sus niños, ya que la verdadera estimulación para ellos es el contacto entre pares y que se sientan contenidos.
“La esencia de esta plaza es invitar a toda la comunidad riocuartense para que los niños crezcan en una verdadera inclusión”, comentó Acosta apuntando a que el espacio es para compartir y que los niños tengan contacto con otros niños con diagnóstico o no, generando así visibilización para toda la sociedad.
Esto quiere decir que no es una plaza sólo para niños que presentan esta condición, sino que es abierta para todos.
“Cabe destacar que no sólo niños con autismo, sino todos los chicos con capacidades diferentes necesitan un lugar seguro, con estimulación adecuada y espacios de calma para poder disfrutar del aire libre”, relataron las mamás en la presentación del proyecto.
Integrar para crecer en sociedad
María de los Ángeles Acosta es mamá de Agustín, quien desde los dos años fue diagnosticado con autismo.
“Hay que entender y visibilizar que son individuos que procesan la información de manera diferente y hay que trabajar mucho sus habilidades sociales, la comunicación con el otro”, subrayó la mamá.
En diálogo con Puntal, Acosta manifestó que desde el minuto uno del diagnóstico de su hijo tenía mucho miedo al desconocimiento, a no saber qué hacer en equis situación, cómo ayudarlo y demás.
No obstante, algo que le llamó la atención es que el neurólogo les dijo que era fundamental una hora de plaza por día, por lo que agradece muchísimo el apoyo que recibió este proyecto.
Principalmente, a las mamás y a las familias que las acompañaron, a los vecinos y a la Municipalidad.
Acosta además adelantó que ya pudieron disfrutar con su hijo de la plaza y comentó: “Pude tomar mi primer mate en la plaza tranquila porque sabía que donde corriera mi hijo iba a estar bien y contenido” y destacó que desde el desconocimiento no surge la inclusión como sociedad debemos estar informados y acompañar estos proyectos sociales.
Por último finalizó: “Ojalá que esta plaza se tome como un espacio multiplicador para próximos que se adecúen a los niños”.