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El mejor City, el mejor Lautaro

Pep Guardiola quiere coronar su gran momento. Su Manchester City ha logrado colmarlo de satisfacción y esta en la final del torneo más importante del universo en clubes:  la glamorosa, poderosa, única, esplendorosa Champions League.

Pep Guardiola quiere coronar su gran momento. Su Manchester City ha logrado colmarlo de satisfacción. Real Madrid era el metro patrón, como lo era en su histórica fase Barcelona. Y su equipo ideal, el más balanceado, el más eficaz, el que le ha presentado el summun de juego + contundencia + orden defensivo, esta en la final del torneo más importante del universo en clubes: la glamorosa, poderosa, única, esplendorosa Champions League.

El armado defensivo es su última gran revolución, con la creatividad táctica que lo distingue y la efectividad de disposición de los mejores elementos para llevarla a cabo: John Stones y la subida de un marcador central a la zona de medios cuando su equipo dispone de la pelota. Asiste y acompaña a Rodri en las dos facetas: opción de primer pase y dupla en la recuperación, si esta es alta, si no, el retroceso al lugar de marcador central junto con Rúben Dias. Este es otro de los secretos: el portugués es el mejor central bajo su mando, superior a Company, Ottamendi, Laporte.

EL City de Guardiola sale de memoria: Ederson; Walker, Stones, Dias y Akanji; DeBruyne, Rodri y Gundogan; Bernardo Silva, Haaland y Grealish. Si se puede no tocarlo durante los 90 minutos, mejor todavía.

Conservará la estructura defensiva central y la variante Stones ante la fortaleza principal del Inter, el doble nueve? Con el descollante Lautaro Martínez y el utilitario Edin Dzeko, dos que aguantan la pelota, buscan atacar y si no, esperan y propician la llegada de Nicoló Barella, Brozovic, Calhanouglu o Mkhitarian, una banda de veloces voraces con muy buena ejecución de remate.

Guardiola siempre dijo que antes de un gran partido alguna variante hay que incluir para que el rival se sorprenda. Quiere y necesita darle la primera orejona a los ciudadanos y así entrar definitivamente en la historia grande de lograr el torneo con las dos más brillantes demostraciones de fútbol del mundo, agregando la de hoy al Barcelona de Messi.

El Toro argentino viene de racha, con 28 goles y 11 asistencias en 56 partidos, luego de ser campeón del mundo, recuperando lo mejor posible el tobillo que lo complicó en el mundial.

Duro de superar a un solo partido como todo equipo italiano, Inter se edifica en su entorno, acompañándolo como el gran guía que lo trajo hasta Estambul. Y que nunca los dejará solos.