Marcelo Corazza tiene 51 años. Nació en la localidad bonaerense de Tigre y su salto a la fama fue en 2001 cuando se consagró campeón de la primera edición de Gran Hermano. Es profesor de educación física y también es entrenador de rugby, dos carreras que seguía ejerciendo mientras también trabajaba en la producción del exitoso reality de Telefe, informa TN.
Según lo que contó en varias entrevistas, a principios del milenio, en dos oportunidades se inscribió para ser parte de Expedición Robinson. Tras no quedar probó suerte en la casa más famosa del país donde tampoco fue elegido en primera instancia para formar parte del elenco de 12 ‘hermanitos’. Su golpe de suerte llegó cuando uno de los participantes decidió abandonar el reality.
Durante su paso por ciclo que en ese entonces conducía Soledad Silveyra, el exparticipante no tardó en ganarse el corazón de los televidentes. Incluso, fue el más querido de esa edición y consiguió ganar el certamen gracias al voto del público.
Marcelo Corazza frente a Tamara Paganini en la gran final de Gran Hermano 1. (Foto: captura de Telefe).
Veinte años después de su triunfo, señaló que aunque logró llevarse una buena suma de dinero, la fama le jugó una mala pasada: ningún colegio quiso tomarlo como profesor de educación física por haber estado en el programa.
“Me rechazaban en todas las escuelas porque no querían un profesor tan expuesto, hoy sería re cool pero en ese momento era distinto”, expresó en el programa radial Por si las moscas. Y añadió: “Me pasó que quise volver a mi vida normal y fue muy duro porque quería entrar a trabajar a colegios y no podía. El primer año odiaba que me reconocieran en la calle, tuve hasta gente acampando en la puerta de mi casa, le pedían autógrafos a mi familia”.
Sin embargo, Telefe le ofreció conducir un programa junto a Sabrina Carballo. Durante nueve meses esta dupla estuvo al frente de Megatrix, un ciclo infantil estructurado como una competencia intercolegial en el que los ganadores se llevaban pintura para su escuela y distintos regalos.
Cómo fue la cámara oculta que le hizo Jorge Rial a Marcelo Corazza
El tiempo pasó y tras ser víctima de una cámara oculta organizada por Jorge Rial, en la que se exponían sus preferencias sexuales, Corazza prefirió el anonimato. Recién en 2014 el conductor de Intrusos se arrepintió del hecho: “No había razón para mostrar las preferencias sexuales de alguien que no era una figura pública ni le hacía mal a nadie. Era un momento en el que vivía muy sacado, muy nervioso”.
El ganador de la primera edición de Gran Hermano pudo referirse al tema en 2016, cuando reveló que en aquel entonces lo único que hizo fue refugiarse en sus seres queridos. “Pasé por un mal momento, pero desde el laburo, la contención y la familia seguí adelante, y teniendo ya más claro que no quería estar adelante de una cámara para nada y que no era mi meta en la vida”, se sinceró.
Marcelo Corazza contó cómo cambió su vida después de la cámara oculta que le hicieron en "Intrusos". (Foto: captura de Telefe)
“En ese momento me había parecido muy grave, ahora lo miro a la distancia y digo ‘Bueno, ya pasó, ya está’. No soy rencoroso, pero si te quedás mirando para atrás no avanzás. Jorge Rial no me llamó, pero lo escuché -cuando expresó su arrepentimiento hace unos años- y si se arrepintió está bueno, y lo bueno sería que no vuelva a pasar”, concluyó.
Qué hace en la actualidad y cómo es su trabajo en el reality que lo consagró en la televisión
Si bien continuaría trabajando como entrenador de Rugby en Tigre, según informaron en Intrusos, su tarea principal es en la producción de la edición de Gran Hermano 2022, que se emite por Telefe y que es lo más visto de la televisión.
A una semana de que termine el ciclo y solo horas después de que se conozcan quiénes son los finalistas, la Justicia detuvo a Corazza por una causa de Corrupción de menores, en la que hay otros involucrados.
Según informaron en Intrusos, Corazza fue el encargado de recibir a Romina, la última eliminada del reality y llevarla al hotel donde se hospeda hasta poder reencontrarse con sus familiares. Según detallaron, la contuvo y tranquilizó hasta las 2 de la mañana del lunes. Es que el productor tenía mucho contacto con los participantes: se ocupaba de trasladarlos cuando salían de la casa, contenerlos y además sería la voz que habla en el confesionario cuando no está presente Gran Hermano, a quien los jugadores apodaron como Gran Primo.