Río Cuarto | Maternidad | 2020 | Almada

El médico trucho le facturó a la Maternidad pero aseguran que nunca trabajó en esa área

Ignacio Martín cobró en total 86.960 pesos del Municipio. Una de esas facturas, por casi 13 mil pesos, fue a la Fundación de la Maternidad Kowalk. Sin embargo, el gobierno asegura que no prestó servicios allí sino que se trató de una cuestión administrativa

El informe que el Gobierno municipal envió al Concejo y a la Justicia por el caso del médico trucho que llegó con la delegación del COE Central introduce un elemento nuevo. Ignacio Martín, de 19 años y con prisión preventiva por ejercicio ilegal de la medicina y usurpación de título, no sólo presentó facturas por sus “servicios” a la Municipalidad y el Edecom sino que también lo hizo ante la Fundación de la Maternidad Kowalk.

La factura, la número 14 que Martín hizo en su calidad de monotributista, es por 12.960 pesos y se emitió el 4 de diciembre de 2020. El concepto: honorarios médicos. El período es noviembre del año pasado.

La pregunta que surge inmediatamente es si las correrías de Martín no se limitaron a las guardias en el Centro de Operaciones Tácticas, en los Centros Covid, dispuestos en los dispensarios S24, y en el Edecom sino si, además, tuvo la audacia de prestar servicios en la Maternidad Kowalk.

Desde el Gobierno municipal aseguran que el falso médico jamás trabajó en esa área y que no atendió en consultas a embarazadas. La explicación oficial es que la factura presentada a la Fundación de la Maternidad se fundamenta en una razón administrativa. El Gobierno municipal sostiene que, en el marco de la pandemia, hubo prestaciones que se pagaron a través de la Fundación por una cuestión de disponibilidad presupuestaria.

Señalan que para actuar rápido y poder afrontar lo que se necesitaba para actuar en la pandemia, hubo pagos que se hicieron por esa vía, porque garantizaba más celeridad y disponibilidad de fondos.

Es decir, Martín cobró de la Fundación pero no por servicios prestados en la Maternidad, sino en los S24.

Desde el Municipio afirman que en los registros de ingreso y de asistencia de Ignacio Martín no hay ninguno de la Maternidad. Es decir, nunca estuvo como trabajador a esa dependencia, asevera el Ejecutivo. Todos los controles de ingresos lo ubican en las guardias del COT (Centro de Operaciones Tácticas) o en las Guardias Covid que se hacían en los dispensarios abiertos las 24 horas.

Las facturas presentadas por Martín al Municipio y que el gobierno incluyó en el informe enviado al Concejo Deliberante son cuatro. Todas tienen una particularidad: aparecen a nombre de “Atención Médica SRL”, pero el CUIT es el del monotributo de Martín.

La factura más abultada es por 40 mil pesos y se emitió el 9 de diciembre del 2020. En los servicios prestados, Martín fue escueto: “Honorarios médicos”. No hay ninguna otra especificación.

Otra factura, que se generó el 24 de noviembre, es por 30 mil pesos, y allí ya aparece el detalle de los servicios prestados. Martín pasó esa cifra por su trabajo en la “Guardia de Emergencias COT”.

La menos cuantiosa es la que presentó ante el Edecom, que sólo detalla que corresponde al área Carnet de Conducir. Es del 28 de noviembre de 2020 y llega a 4.000 pesos.

Por último, está la que Martín presentó ante la Fundación Kowalk y que alcanza los 12.960 pesos.

Principio y final

Martín, el médico trucho que tantos inconvenientes políticos le ha generado al gobierno, llegó a Río Cuarto en agosto, de la mano de Diego Almada, médico del COE central y enviado de ese organismo a cada brote complejo que surgía en la provincia.

Ese equipo intervino el COE Regional y desplazó a Carlos Pepe en septiembre.

En octubre, cuando el brote de coronavirus se contuvo en la ciudad, Almada se fue pero Martín, su colaborador, pidió quedarse y comenzó a prestar servicios en el Municipio. Cubrió tres “guardias” en los dispensarios S24 de barrio Alberdi y del Viejo Hospital.

Por sus tareas, que la Justicia está investigando, cobró un total de 86.960 pesos, nada mal para un “médico” que jamás pisó una Universidad. Pero sus facturaciones se acabaron ahí, cuando se descubrió que su título era falso y fue denunciado a la Justicia.