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Menem sigue delicado pero habría tenido una mejoría

El expresidente Carlos Saúl Menem, de 90 años, se encuentra “estable” y permanece internado en el Sanatorio Los Arcos de la Ciudad de Buenos Aires, donde es tratado por un cuadro de infección urinaria que se complicó por una arritmia cardíaca, señalaron allegados a la familia del actual senador nacional, en tanto versiones periodísticas aseveraron que presenta una “mejoría” dentro de lo delicado de su cuadro.

“Está estable y esperamos que mejore”, señalaron a Télam fuentes cercanas al exmandatario, quien sufrió el jueves por la noche "una descompensación cardíaca".

En tanto, la página web del diario La Nación citó al “entorno médico” del expresidente al aseverar que su arritmia está "controlada" y “presenta una mejoría, dentro del cuadro delicado que tiene”, e incluso que ayer por la mañana “tomó un yogurt".

Los informantes, que según el diario son cercanos al cardiólogo de Menem, Luis de la Fuente, precisaron que "nunca fue necesaria la respiración asistida, pero tiene mascarilla de oxígeno".

El viernes por la tarde, la hija del expresidente, Zulemita, procuró transmitir tranquilidad al publicar en su cuenta en la red social Twitter que su padre "esta luchándola" y que lo están "acompañando", en referencia a la salud del también exgobernador de La Rioja.

"Somos creyentes y nos encomendamos a Dios todo poderoso", escribió Zulemita desde su cuenta en la red social Twitter.

Menem había sido internado el pasado martes por una infección urinaria, luego de que sintiera dolores y que aumentara su frecuencia cardíaca.

En las últimas horas, fuentes vinculadas a la familia habían asegurado que el senador estaba siendo sometido a un tratamiento con antibióticos y se especulaba con que podría ser dado de alta durante el fin de semana.

Zulemita Menem se había mostrado el jueves optimista e incluso estimó posible que su padre estuviera presente en la votación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que el próximo 29 de diciembre se tratará en el recinto, oportunidad en la cual se descuenta que votaría, de manera remota, en contra del proyecto, como ya lo hizo cuando una iniciativa similar fue tratada en el Senado dos años atrás.