El obispo de Río Cuarto, Adolfo Uriona, presidió ayer la Misa de la Navidad en el Eremitorio Nuestra Señora del Signo, junto al padre Gerardo Rivetti.
“La Navidad nos trae un mensaje exigente. Nos invita a vivir en un estilo nuevo de vida, en una sociedad donde haya relaciones de respeto, caridad y perdón”, sostuvo el prelado.
“Cada Navidad es una oferta de amistad que Dios hace a la persona y por eso ese Niño se hace hoy en la Eucaristía comida para nosotros, para entrar en nuestra humanidad siempre necesitada”, acotó en su homilía.
También hubo misas navideñas en las distintas iglesias y capillas de la Diócesis, entre ellas la Catedral, con el párroco Eliseo Reineri.

