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Tensión en Bolivia a raíz de la orden de detener a la expresidenta Jeanine Áñez

La acusan, junto con varios colaboradores y militares, de haber desplazado a Evo Morales mediante un golpe de Estado.

Bolivia vivió una jornada de alta tensión política después de que un fiscal de La Paz ordenara la detención de la expresidenta Jeanine Áñez y varios de sus colaboradores, en un proceso abierto por el desplazamiento del poder de Evo Morales en 2019.

"Denuncia pública. De manera ilegal y abusiva han detenido a Rodrigo Guzmán, exministro de Energías, por el caso armado de 'golpe de Estado'; además hay orden de aprehensión en contra de Jeanine Áñez, el exministro de la Presidencia Yerko Núñez y en contra mía", publicó Coimbra en su cuenta de Twitter.

Coimbra fue detenido ayer por la tarde y estaba siendo trasladado a La Paz.

Más tarde, la propia Áñez, que hasta la tarde de ayer no había sido detenida, deploró por esa red social el accionar de la justicia al subrayar que "la persecución política ha comenzado".

"El MAS ha decidido volver a los estilos de la dictadura. Una pena, porque Bolivia no necesita dictadores sino libertad y soluciones", criticó la exgobernante de facto en su cuenta de Twitter.

En un segundo y último tuit, sostuvo que la persecución representa "la práctica socialista" y agregó que "mienten sin ruborizarse, reescriben historias para justificar abusos", a la vez que reiteró su postura de que "no fue un golpe, fue sucesión constitucional debido a un fraude electoral".

"Renunciaron quienes no se atrevieron a recibir un país convulsionado, ya que el principal responsable HUYÓ!", exclamó en alusión a Morales.

La acción contra Áñez fue revelada en medio de la tensión provocada por previas órdenes de detención contra exjefes militares y policiales que habrían participado en el derrocamiento de Morales (2006-2019) en noviembre de 2019, en un proceso activado por una denuncia de la exdiputada del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) Lidia Patty.

La legisladora acusó a Luis Fernando Camacho, actual gobernador electo de Santa Cruz y candidato en las presidenciales del año pasado, ganadas por Luis Arce, de instigar junto a su padre y varios mandos militares y policiales las graves revueltas y la salida de Morales.

La orden de detención afectaba en total a 10 personas: Áñez, cinco exministros y seis jefes militares, aunque no figuraban los excomandantes de las Fuerzas Armadas Williams Kaliman y Serio Orellana, y de la Policía, Yuri Calderón, citados en mandamientos previos de detención.