“¿Cuántas personas dedicadas a la ciencia podés nombrar? ¿Cuántas personas argentinas? ¿Cuántas mujeres? ¿Cuántas mujeres argentinas?”, son las preguntas que guiaron el trabajo del proyecto “Científicas de Acá”, que ahora contará con un libro llamado “Historias que cambian la historia”, y que busca recuperar la labor de las mujeres que se destacaron en nuestro país en distintos ámbitos de las ciencias.
La iniciativa, que comenzó a desarrollarse en septiembre del año pasado, ahora cuenta con una comunidad de colaboradores de más de 10 mil personas que ayudan a recuperar el trabajo de aquellas pioneras de la ciencia y de quienes se destacaron en diversos rubros. “Las más de 25 historias elegidas para formar parte de este recorrido muestran a personas que, por diferentes motivos, nos inspiran, nos enseñan y nos ayudan a imaginar otros mundos posibles”, cuentan las realizadoras, y destacan que “pertenecen a diferentes épocas, regiones y disciplinas, pero todas ellas tienen algo en común: tuvieron que luchar contra prejuicios o tomar decisiones personales difíciles para poder dedicarse a hacer lo que querían”.
En diálogo con Puntal, Carolina Hadad, programadora que integra el equipo que inició el proyecto, explicó cómo surgió la idea que creció notablemente y ahora espera la publicación de su primer libro. En tanto, destacó que cada historia llevó mucho trabajo, porque de algunas referentes no existían datos relevados y sistematizados, mientras que especialistas de cada área aportaron en la supervisión de las semblanzas.
“El proyecto comenzó a desarrollarse durante la pandemia, en septiembre de 2020, con el trabajo de 4 amigas que venimos del trabajo en diferentes áreas: yo, del mundo de la programación y de la tecnología; Valeria Edelsztein, doctora en Ciencias Químicas; Julieta Alcain, bióloga, y Julieta Elffman, periodista y editora”, comentó Hadad, quien señaló: “A las cuatro nos interesa el tema de las ciencias y nos era muy difícil conocer referentes mujeres de nuestras propias áreas, nos poníamos a pensar qué personas que se dedican a la ciencia podíamos nombrar, y siempre salían nombres de varones, mientras que mujeres se destacaban algunas muy conocidas, como Marie Curie, pero que no eran argentinas. Mucho menos surgían nombres de personas que trabajaban en lugares del país que no fueran Buenos Aires o de disciplinas que no fueran de la química o de la física, por ejemplo, como es el caso de las Ciencias Sociales”.
- ¿Cómo fue la apertura al relevamiento para conseguir las historias?
- Hicimos unas encuestas en nuestras redes sociales y las personas que nos siguen conocen a más científicas, respondieron más de mil personas, y aún así la mayoría no pudo nombrar a científicas argentinas. Los libros que leemos durante toda la carrera, en general, son escritos por varones, como me pasa a mí en mi rubro, que era así aún cuando las mujeres fueron pioneras de la informática. Ante todo esto, pensamos el proyecto primero para conocer más de nuestras propias científicas, primero desde una perspectiva profesional. Que fueran de distintos puntos del país, con diferentes disciplinas, otras historias de vida, como las de aquellas que ingresaron a las academias de más grande, o las que se tuvieron que exiliar, otras que emigraron para seguir trabajando y aquellas que vinieron a Argentina para desarrollarse.
En este sentido, Hadad destaca que “hicimos un muestreo muy amplio, que incluyó a mujeres cis y mujeres trans, para mostrar que la ciencia, como todo el mundo, es diversa, y las personas que se dedican a ella tienen recorridos de vida bien distintos”. Toda la información recolectada fue volcada a un libro que el jueves pasado contó con su preventa y que se publicará en abril, “para el Día de la Investigación Científica, mientras que todo el contenido del libro será público y gratuito en nuestro blog, porque el proyecto fue creado con la idea de divulgar las historias de las mujeres científicas”, dijo la investigadora. En tanto, explicó que “el libro impreso será un objeto muy lindo, ya estamos recibiendo pedidos de todo el mundo, porque estará todo ilustrado con dibujos de mujeres artistas (Aymará Mont, Lucía Soler, Agustina Lemoine y Andrea Cingolani), todo el equipo que trabajó en el libro está integrado por mujeres”.
- Cuando se hacen este tipo de relevamientos, en un comienzo suele resultar difícil dar con las mujeres referentes, por ser parte de un sistema sumamente patriarcal que puede invisibilizar su labor, ¿a ustedes les ocurrió esto?
- Totalmente, sobre todo con las más históricas, que nos suele pasar que encontramos sus nombres pero no sus datos, y por eso en el libro las historias tienen mucho trabajo, intentamos contactar a sus descendientes, como sucedió con Elisa Bachofen, la primera ingeniera de América Latina, que hablamos con su hija de 80 años, y que nos mandó fotos de textos que escribió, y con eso construimos su historia. Es una manera de traer información y poder compartirla.
Uno de los aspectos del proyecto “Científicas de Acá” tiene que ver con la búsqueda del conocimiento en comunidad, “por lo que hicimos un listado propio desde nuestras disciplinas, con las mujeres que conocíamos, mientras que luego hicimos una encuesta y pensamos en hacer un listado público, para que otras personas pudieran incorporar sus datos, ahora cuenta con muchas referentes de diversos ámbitos: lingüistas, sociólogas, personas que de otro modo quizás no hubiéramos tenido presentes, pero al hacerlo colaborativo pudimos generar esta base de datos que puede servir para muchas cosas”, comentó Hadad.
Explicó que los días martes, a través de su red de Twitter, desarrollan la iniciativa “Martes de Científicas”, en la que abren la posibilidad a la gente de que elija una persona del listado, investigar sobre ella y publicar los datos, “nosotras lo compartimos, y muchas personas se han sumado, incluso algunas instituciones eligieron contar las historias de sus integrantes, como pasa con el Club de las Físicas, es un espacio que nos permite dar visibilidad a las mujeres en ciencias”, sostuvo Hadad.
- Ha sucedido durante años que, por el sólo hecho de ser mujeres, muchas científicas no recibieron crédito por su trabajo, quedando en los títulos los hombres.
- Pasó mucho, como fue con la matemática Cora Ratto, esposa de Manuel Sadosky, uno de los pioneros de la computación en Argentina. Él es muy conocido, porque en la universidad su trabajo es muy estudiado, mientras que no se conoce que ella también fue una gran referente de la ciencia y la política. La de ella también es una historia del libro.
- Es clave también incorporar todo lo que es el trabajo en Ciencias Sociales, más en un continente como el americano, que ha contado con muchas personas realmente destacadas en esta línea.
- Sí, por eso lo hicimos con un enfoque que incluye a las Ciencias Sociales y el trabajo de diversas regiones del país. Tenemos científicas desde Jujuy hasta la Antártida, como pasó con las “Cuatro de Melchior” (Irene Bernasconi, María Adela Caria, Elena Martínez Fonte y Carmen Pujals), las primeras científicas argentinas que integraron una expedición a la Antártida. Por eso hicimos una búsqueda consciente de la diversidad, porque también ocurre que muchos piensan que sólo trabajan en una gran universidad o en la órbita del Conicet, pero no siempre es así.
Finalmente, la integrante del equipo “Científicas de Acá” explicó que las historias del libro abarcan 160 años de la historia argentina, por lo que se incluyen situaciones de exilio, otras de personas que no podían renovar sus contratos porque no se afiliaban a determinados partidos políticos, falta de fondos, “incluso pusimos un apartado para hablar de los momentos históricos en Argentina, para hacer referencia a los hechos de desfinanciamiento y otras cosas buenas como las universidades que se crearon”.
Hadad comentó que un porcentaje de la venta de los libros se destinará a la organización La Poderosa, que hace un fuerte trabajo territorial y social.