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Unas 720 mil personas viven como desplazadas en el continente, la mayoría por desastres naturales

Esta semana, ONU emitió un informe en el que revela que el continente registró 2,6 millones de desplazamientos internos en 2022. El número de personas desplazadas en el mundo en 2023 sumó 75,9 millones. Las inundaciones en Brasil afectan a más de 1,7 millones de personas

“En 2023 se registraron en el mundo 47 millones de nuevos desplazamientos para elevar el número de personas viviendo en situación de desplazamiento interno a 75,9 millones a finales de año, un récord que enfatiza la urgencia de proteger a esa población y de prevenir más movimientos de ese tipo, señala el nuevo informe del Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno”, comienza detallando el último informe de Naciones Unidas.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), coautora del documento, destacó el papel de los desastres como detonadores cada vez mayores de los desplazamientos e instó a expandir los planes de reducción de riesgos de esos siniestros.

Los desastres seguirán generando desplazamientos

En 2023, catástrofes como el Ciclón Freddy en el sureste de África, los terremotos en Turquía y Siria, y el Ciclón Mocha en el Océano Índico provocaron 26,4 millones de movimientos, el 56% del total de nuevos desplazamientos internos. Además se observó un incremento en desplazamientos inducidos por los desastres en países de renta alta como Canadá, en donde una temporada de incendios forestales sin precedentes provocó 185.000 desplazamientos internos.

La OIM advirtió que la cifra de personas desplazadas por los desastres aumentará en los próximos años puesto que la frecuencia, duración e intensidad de los peligros naturales empeora cada vez más a causa del cambio climático, como se ha comprobado en las últimas semanas en Brasil y Kenya.

Violencia y conflictos

La violencia y los conflictos son las otras dos grandes razones de los desplazamientos masivos de población. Según el estudio, en 2023 generaron unos 20,5 millones de erradicaciones. Sudán representó casi el 20% de esa cifra y la Franja de Gaza un 17%.

La directora general adjunta de la OIM, Ugochi Daniels, dijo al presentar la publicación que mientras el planeta enfrenta conflictos y desastres, la abrumadora cifra de 47 millones de nuevos desplazamientos internos es “el testimonio de un relato horroroso”.

“Este informe es un crudo recordatorio de la necesidad urgente de expandir la reducción del riesgo de desastres, apoyar la consolidación de la paz, garantizar la protección de los derechos humanos y en los casos en los que sea posible, prevenir el desplazamiento antes de que ocurra”, puntualizó Daniels.

América

En el continente americano, se documentaron 2,6 millones de desplazamientos internos en 2022, en comparación con los dos millones de 2021. Casi el 80 % debido a los desastres. Brasil y Estados Unidos, países propensos a esas catástrofes y con poblaciones extensas, sumó cada uno un tercio de ese dato.

Al final del año, cerca de 720.000 personas vivían en situación de desplazamiento por los desastres que asolaron la región.

Estados Unidos registró tres cuartas partes de ese total, pero eso se debe en parte a que la mayoría de los países de la región no hacen un seguimiento de los desplazamientos por desastres una vez que ha pasado la fase inicial de la crisis y carecen de datos sobre el desplazamiento prolongado.

Tormentas

En 2022, las tormentas provocaron casi 1,2 millones de desplazamientos en la región y las inundaciones casi la mitad de ese número. La mayoría de los desplazamientos por tormentas ocurrieron durante la temporada de huracanes del Atlántico en la cuenca del Caribe, mientras que los desplazamientos por inundaciones se produjeron a lo largo del año, principalmente en Brasil y Colombia.

Aunque ese año hubo menos huracanes que el año anterior, fue la tercera temporada de huracanes más costosa de la que haya registro y empezó más tarde de lo habitual.

Conflicto en Colombia

Los conflictos y la violencia dieron lugar a unos 533.000 desplazamientos. Colombia representó la mayor parte del total, pero la violencia relacionada con la delincuencia en Haití y México también contribuyó.

Unos 5,9 millones de personas vivían en situación de desplazamiento como consecuencia del conflicto y la violencia en la región al final del año, 4,8 millones de ellas en Colombia.

Para 2023, la cantidad de desplazados internos en América aumentó a 6,7 millones.

Cuál es la situación en Brasil

Las lluvias torrenciales que azotan el sur de Brasil desde finales de abril 2024 provocando crecidas de los ríos en el estado de Río Grande del Sur han causado inundaciones en ciudades y zonas densamente pobladas, dejando más de un centenar de muertos, otros tantos desaparecidos y siniestrando a más de 1,7 millones de personas.

Hasta el momento, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) las cifras oficiales dan cuenta de 107 fallecidos y 134 desaparecidos, además de cuantiosas pérdidas materiales.

El portavoz en Ginebra de ACNUR explicó que el personal de esa dependencia colabora con las autoridades en la evaluación de las necesidades de la población afectada y en la distribución de insumos de ayuda como mantas y colchones para paliar el frío y los vientos del otoño austral.

Brasil. Entre los siniestrados hay unos 41.000 refugiados

En conferencia de prensa, William Spindler indicó que entre los afectados se incluyen unos 41.000 refugiados y otras personas que necesitan protección internacional, incluidos muchos venezolanos y haitianos que viven en las zonas de desastre, a algunas de las cuales sólo se puede llegar en barco.

Según los datos gubernamentales, en Río Grande del Sul viven más de 21.000 venezolanos que fueron reubicados ahí en abril de 2018 desde el estado de Roraima, en la frontera norte del país con Venezuela.

Emisión de documentos

En los próximos días, la Agencia ayudará con la emisión de documentos para casos en los que éstos se hayan perdido o dañado.

La intención es “garantizar que los refugiados y solicitantes de asilo sigan accediendo a beneficios sociales y servicios públicos”, detalló Spindler.

El organismo de la ONU también colabora con los equipos locales de la sociedad civil que ofrecen asistencia psicológica y responden a los casos más vulnerables tanto entre los refugiados como en las comunidades de acogida.

Además está enviando a Brasil suministros de ayuda adicionales, como refugios de emergencia, utensilios de cocina, mantas, lámparas solares y kits de higiene, desde sus reservas regionales y del norte de Brasil.

Los fenómenos meteorológicos extremos en Brasil han sido frecuentes y más devastadores en los últimos años, incluidas sequías en la región amazónica y lluvias intensas en los estados de Bahía y Acre.

ACNUR estima que se necesitan 3,21 millones de dólares para satisfacer las necesidades más urgentes, que incluyen asistencia financiera directa a las personas afectadas y provisión de artículos de socorro esenciales.

Más del 85% del territorio de Río Grande del Sur sufre inundaciones, que han obligado a unas 68.000 personas a vivir en refugios improvisados, mientras que más de 327.000 han abandonado sus hogares.

Las lluvias continuarán

Los meteorólogos han advertido de más lluvias intensas acompañadas de vientos fuertes en todo el estado hasta este fin de semana.

ACNUR recordó que los fenómenos climáticos graves afectan desproporcionadamente a los refugiados y a otras personas que solicitan protección internacional y que son insuficientes los recursos para aliviar las necesidades de los desplazados y de las comunidades que los acogen.

“Sin ayuda para prepararse, resistir y recuperarse de las crisis relacionadas con el clima, enfrentan un mayor riesgo de sufrir nuevos desplazamientos”, dijo Spindler.

En abril de 2024, ACNUR lanzó su primer Fondo de Resiliencia Climática con el objetivo de aumentar la resiliencia de los refugiados, las comunidades desplazadas y sus anfitriones ante la creciente intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático.

Cae en tres días la lluvia de más de dos meses

En los primeros 10 días de mayo, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) señaló que el desastre en Brasil, al igual que las inundaciones en África Oriental, resaltan la necesidad de una respuesta más integrada al fenómeno El Niño y a los impactos del cambio climático.

Asimismo, subrayó la urgencia de que se establezcan sistemas de alerta temprana para toda la población.

La OMM detalló que en algunas regiones brasileñas, especialmente en los amplios valles centrales, mesetas, laderas montañosas y áreas metropolitanas, los volúmenes de lluvia superaron los 300 milímetros en menos de una semana, citando el caso extremo del municipio de Bento Gonçalves, que alcanzó los 543,4 mm de agua.

Porto Alegre, por su parte, recibió 258,6 mm de lluvia en sólo tres días, una cantidad que corresponde a más de dos meses de lluvias.

La OMM agregó que el periodo entre finales de abril y principios de mayo de 2024 experimenta la influencia de El Niño y que este fenómeno, responsable del calentamiento de las aguas del Pacífico, contribuyó a bloquear frentes fríos y concentrar los sistemas de áreas de inestabilidad sobre Rio Grande del Sur.

Redacción Rostros & Rastros