¿Como se planificó la carrera para que salga tan perfecto todo, no parar ni bajarse del auto en ningún momento de la competencia?
N.C. Fue un año de mucho entrenamiento, llegamos con el auto muy bien preparado, con el equipo, con nuestros mecánicos Nico y Roberto, después de un año de carreras, sabían que necesitábamos. Sabiamos que cantidad de repuestos había que llevar, cuando aguantaban, cada cuantos días/kilómetros había que cambiar cada pieza.
Con todo el trabajo previo llegamos con un auto muy bueno, muy competitivo y nosotros dos, físicamente, también llegamos muy bien entrenados. Los últimos tres meses tuvimos doble turno en el gimnasio, con mucha organización en el trabajo, tanto Valen en la oficina como yo viajando al campo, de noche salíamos a correr.
Sabíamos que iba a ser un Dakar muy difícil, muy demandante, ni bien largas estaba la etapa de 48 hs. y después la Maratón, todo en los cinco primeros días. Sabíamos que en la primera parte del terreno íbamos a encontrar mucha piedra, no iba a ser nada fácil. Había que encontrar un bien ritmo, tratar de hacer diferencia y fundamentalmente, no romper en el auto nada grave para tener que abandonar el Dakar y llegar al día descanso y ver como se llega a esa primera mitad.
Cuando vimos que en la primera mitad teníamos media hora de diferencia, nos hizo pensar una nueva estrategia para la segunda semana.
Valentina, ¿como fue para vos, como navegante imponer el ritmo de carrera en esa primera semana?
V.P. Nosotros llegamos media hora adelante, pero no estaba nada dicho todavía. Sabíamos que era una diferencia importante, pero que si nos enterrábamos, perdíamos por lo menos 15 minutos, y así son los problemas que se viven en el Dakar, todos cuestan muchos minutos. Entonces corrimos la segunda semana con un ojo en la ruta y otro mirando como venían nuestros rivales directos. Nos concentramos en tener un ritmo segurísimo, siempre cerca de los rivales directos, en una etapa adelante, en otra atrás, pero siempre controlando la diferencia. Una segunda semana de mucha cabeza, no acelerar donde no veíamos, tener mucha paciencia cuando te pasaban y te quedabas sin ver por la tierra, no acelerar sin ver. Pasando día por día, siempre cuidando esa media hora, pero sabiendo que nada estaba ganado.
Como navegante, ¿te costaba hacer que Nico mantenga la calma, el ritmo algo conservador, en vez de ir a fondo a buscar la etapa?
V.P. No, para nada, Nico estaba muy consiente de lo iba haciendo, entonces no fue difícil hacerlo mantener el ritmo, no iba a hacer ninguna locura. Pero lo que si es realmente peligroso era que, cuando nos pasaba alguno que estaba reenganchado o que tenía 36 hs. de penalización, había que saber que venía en un ritmo que no era el que estábamos nosotros por la general, ese estaba buscando el triunfo en la etapa. Eso es lo más difícil para el piloto, de no prenderse en un ritmo arriesgado.
Nico, en la primera semana uds. ganaron cuatro etapas de cuatro, entre ellas la 48 hs. y una de la Maratón, ¿como fueron esos días?
N.C. Fueron etapas muy difíciles, con mucha piedra y mucha navegación también, difícil para sobrepasar. Pudimos hacer una linda etapa al principio, apretar, saliendo con buen ritmo de arranque, sabiendo que la etapa era largar, a media carrera apretar un poco más y sobre el final ver si podíamos sobrepasar a quien tenés adelante para ver mejor, y en la última parte el cansancio comienza a cobrarte en el ritmo. Eso lo pudimos hacer muy bien, nosotros salimos de General Cabrera a ganar el Dakar, y después en los 15 días de carrera, uno tiene que saber que pueden cambiar muchas cosas, por más que tengas todo planificado. En el Dakar todo el tiempo tenés que ir improvisando, va cambiando kilómetro por kilómetro. Venís ganando y por pasar a otro, rompés una goma y se acabó la ventaja. Por eso hay que tener en cuenta que arriba del auto hay que funcionar como un verdadero matrimonio, si te acelerás, el otro tiene que hacerte bajar los decibeles para llegar al mejor resultado posible.
En ese caso, como nos conocemos muy bien, sabemos como ayudarnos uno con el otro para estar bien.
Valentina, a diferencia de años anteriores, en este Dakar prácticamente no se bajaron nunca del auto, eso habla de como corrieron..
V.P. Sabíamos que el Dakar lo gana quien menos problemas tiene, quien menos se equivoca, y eso tratamos de hacer, no romper el auto. Sabemos que pilotos rápidos hay un montón, pero hay que llegar sin romper el auto, y eso lo pudimos hacer a la perfección. Hicimos una carrera inteligente, todos los días buscando el ritmo óptimo, sin importarnos el ritmo de todos los que se reengancharon, que fueron los que ganaron etapas en la segunda semana, pero todos ellos estaban fuera de carrera en la general.
Hasta para ustedes deben haber sido increíble el no bajarse el auto, no?
N.C. Trabajamos mucho en eso, en el Dakar 2024 renegamos mucho con las gomas, todas las etapas rompíamos 1 o 2 cubiertas, entonces durante el año probamos diferentes llantas, diferentes cubiertas, diferentes libras, hasta encontrar la que mejor resultado nos dio. Eso me dio mucha más confianza a mi, conocer el límite de la goma para no romperla, tuvimos que cambiar una sola en toda la carrera.
Después de 15 días de carrera, cuando empezaron a ver la llegada, ¿que fue lo primero que se les cruzó por la cabeza?
N.C. Fue una alegría inmensa, porque siempre pensando en el último día, el último kilómetro, el último paso por el control, se vinieron un montón de emociones muy lindas, porque hubo mucho trabaja previo, mucho entrenamiento, mucha dedicación Nosotros no vivimos de esto, lo hacemos porque nos apasiona, pero tratamos de hacerlo de la manera más profesional posible. Competimos, y les ganamos, a equipos que realmente viven y trabajan para esto, con pilotos y navegantes pagos, nosotros desde acá, tan lejos, llegar, tratar de ser competitivos y después ganarlo, es un sueño realmente.
V.P. En mi caso, durante todo el año me preguntaban, cual es tu sueño, y siempre contesté, ganar el Dakar, cuando lo lográs, es muy difícil ponerlo en palabras. Lo disfrutás sobre el final, porque los últimos días peleás contra la ansiedad, y en la última etapa, venís primero y mirando de no pegarle a una piedra, no romper nada y cuando faltan unos diez kilómetros, recién en ese momento comienza la felicidad de ganar el Dakar.
Ahora, después de este gran triunfo, con un buen colchón de puntos en el mundial ¿ahora que sigue?
NC. Ahora queremos pelear por el título mundial, ya pasamos el Dakar y quedan cuatro fechas mas. En unos día nos vamos en unos días a Abu Dhabi, vamos con el mismo equipo, el BBR, ya están los autos allí y vamos con muchas ganas de seguir sumando para el mundial.
Hay proyección de ustedes pensando en la categoría Ultimate, ya que los útimos ganadores de la categoría Challenger, pasaron a equipos oficiales de la T1. ¿Hubo alguna trativa?
NC Si bien los equipos oficiales buscan pilotos nuevos en la Challenger, todavía no hemos tenido contactos con equipos, esperamos que se de, pero por el momento no hay nada.