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Municipalidad: los sueldos, en una caída constante; las obras con una baja inversión

Los salarios de los municipales, que llegaron a representar casi el 34 por ciento de los gastos totales, cayeron al 22,9 este año. La infraestructura se lleva el 3,95 por ciento durante el primer semestre. Creció la participación de los servicios tercerizados

Los sueldos de los municipales representan cada vez menos en la estructura de costos que tiene el Estado local. En algún momento, más específicamente en 2015, significaron el 33,81 por ciento del total de los gastos, una cifra que ya de por sí era baja en comparación con otros estados. Pero desde entonces fueron perdiendo participación y en el primer semestre de este año pasaron a representar apenas el 22,96 por ciento del total.

Las obras, desde 2010, tuvieron un comportamiento oscilante, casi siempre atado a las épocas electorales, pero también en 2021 llegaron a uno de los niveles más bajos de la última década.

¿Qué gastos crecieron en ese período? Básicamente dos: los Servicios No Personales, es decir el costo de los servicios tercerizados como la recolección de residuos de Cotreco o el mantenimiento del alumbrado de Autotrol. También aumentó considerablemente el peso de la deuda, que se lleva hoy dos de cada 10 pesos que gasta el Estado municipal.

Los datos surgen de los informes de ejecución presupuestaria que trimestralmente presenta la Municipalidad y que están cargados en el Portal de Transparencia. Los informes que son comparables arrancan desde 2010 en adelante porque comparten el criterio de clasificación y presentación de los datos.

Esos informes permiten establecer cómo ha ido variando el destino de los fondos municipales con el correr de los años. ¿Cuánto se destinó a la obra pública? ¿Cuánto insumen los servicios? ¿Cuánto se lleva la deuda?

El ritmo de la inversión en obras, que marca cómo el Estado va cubriendo las necesidades estructurales de la ciudad, tuvo su nivel más bajo en 2010, con Juan Jure en el gobierno, cuando representó apenas el 2,64 por ciento de los gastos. En 2011, el porcentaje saltó al 4,42 por ciento y se multiplicó hasta llegar al 12,24 por ciento en 2012, cuando Jure peleó por su reelección.

En 2013, la inversión en infraestructura cayó al 5,24 por ciento, saltó al 9,25 por ciento un año después, volvió al 5,70 en 2015 y en 2016, año en que hubo elecciones municipales, las obras se llevaron el 9,93 por ciento de los gastos.

En 2017, ya con Juan Manuel Llamosas como intendente, las obras significaron el 7,77 por ciento, se ubicaron en el 8 al año siguiente, cayeron al 5 en el 2019, bajaron al 4,85 por ciento en 2020 en plena pandemia a pesar de que hubo elecciones, y en el primer semestre de este año representaron el 3,95. Sólo el 2010 tuvo una inversión menor en obras.

La ejecución presupuestaria permite determinar el destino de los fondos y establecer las prioridades que tiene cada gobierno.

¿Qué pasó con los sueldos municipales? El mejor momento para los empleados del Estado local fue el 2015, cuando los sueldos representaban el 33,81 por ciento. Desde entonces, no dejaron de caer.

En 2016, el personal se llevó el 31,48 por ciento de los gastos, en 2017 la cifra se instaló ya en el 27 por ciento, ascendió algo en 2018 hasta ubicarse en el 28 por ciento y volvió a caer un punto al año siguiente. Los dos últimos años, 2020 y lo que va de 2021, la pérdida fue notable: el año pasado, los sueldos cayeron al 24,53 por ciento y este año están apenas en el 22,96 por ciento.

Paralelamente, lo que fue creciendo fue el gasto en la partida de Servicios No Personales, que concentra principalmente las facturas de Cotreco y Autotrol. En 2010, ese gasto se llevaba el 20,62% del total y desde entonces fue ascendiendo paulatinamente. En 2016, pasó por primera vez la barrera del 25 por ciento, un nivel que se mantuvo en 2017.

Después de caer al 24% en 2018, saltó al 32 por ciento en 2019, se ubicó casi en el 31 en 2020 y este año está en el 29 por ciento del total de los egresos.

La deuda también ha tenido un comportamiento oscilante, aunque este año volvió a consumir un alto nivel de recursos.

En 2010, los compromisos con los acreedores se llevaron el 15,84 por ciento de los recursos, en 2011 la cifra cayó al 7,75 por ciento, se ubicó en el 14,32 por ciento en 2013 y tuvo un salto fuerte en 2012. Allí, en el segundo mandato de Jure, los servicios de la deuda insumieron el 21,25 por ciento de los recursos municipales. El récord se produjo en 2017, ya con Llamosas en el poder, cuando representó el 21,41 por ciento del gasto y este año volvió a instalarse en niveles elevados, al insumir el 19,96 por ciento de los gastos.

Esos son los grandes ítems en los que se divide el gasto de la Municipalidad. Es un Municipio que destina cada vez más porcentaje de sus recursos a prestar los servicios tercerizados y que en los últimos tres años ha dedicado menos del 5 por ciento de sus gastos a financiar inversión en infraestructura.